¿Realmente eres pobre porque quieres?


Los tachamos de conformistas, de incultos, de no querer superarse, de alabar todo lo peor de la cultura social y de que solamente viven de culpar todo al gobierno y a los empresarios millonarios; en un país tan clasista como México es común pensar que los pobres viven en esa situación por voluntad propia sobretodo quienes se encuentran en el sector urbano, denominado como una pobreza más peligrosa que la rural por los altos índices de inseguridad, condiciones higiénicas, la poca cobertura de los servicios públicos indispensables y el fracaso del nivel educativo básico, la pregunta entonces ¿Es culpa de este sector de la población que no respeta y que no muestra niveles de superación o es responsabilidad del gobierno que en lugar de dar verdaderos apoyos aplica cualquier forma de enriquecer sus interes personales?

En México una de las promesas más comunes de los políticos en elecciones independientemente del cargo es el combate a la pobreza, después de muchos años, décadas e incluso siglos ¿Por qué no se ha podido erradicar en su totalidad? Los programas del gobierno son insuficientes o tienen irregularidades en su proceso, sobretodo si tomamos en cuenta que no se estima el aumento poblacional y las necesidades reales desde la infancia, grupo que muestra cifras alarmantes, según Animal Político más de 20 millones de niños y adolescentes viven en alguna situación de pobreza (prácticamente la mitad de la población de este sector), esto significa más de la mitad de la población considerada menor de edad, una situación que podría ser irreversible y en la que no basta la ayuda social como pensiones, programas alimenticios o de salud; se necesitan mejores programas educativos y laborales que permitan la superación de estos sectores cuando crezcan pues el daño podría ser irreversible.

Pero no son solo los menores los que sufren las consecuencias de la pobreza, también los adultos mayores donde también la mitad de la población de este rango se encutra en situaciones precarias; el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) advierte que los programas federales y estatales son insuficientes para cubrir las necesidades básicas de la gente mayor de 60 años; las pensiones que otorgan las diferentes instituciones apenas pasan de los mil pesos mensuales y según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el problema se va haciendo más grande, el ahorro en las Afores es un enorme problema que al parecer no tiene propuesta al menos por parte de los actuales candidatos a la presidencia, por lo que en un futuro tendremos más adultos mayores pobres, probablemente laborando en el mercado informal o peor en situaciones de abandono, incrementando otros problemas para un gobierno incapaz de subsistir a sus ciudadanos.

El asunto no solamente es generacional sino que se está convirtiendo en algo hereditario, según El Economista 7 de cada 10 personas nacen pobres en México; lo más deprimente es que el Banco Mundial es que es uno de los países con más bajo nivel de movilidad social, es decir, pocas posibilidades de mejorar su calidad de vida; muchos podrían pensar que estas personas están en esa situación porque así lo han querido, que prefieren una vida precaria e incluso delictiva que los estudios, pero aquí la sorpresa, los niveles educativos superiores ya no son garantía para salir de la pobreza, varias licenciaturas universitarias se han saturado en el mercado laboral que es imposible que todos aspiren a un trabajo bien pagado, vamos con un ejemplo clarísimo, los diseñadores gráficos, es una de las carreras más demandadas, muchos estudiantes entran pues la consideran una carrera fácil, algunas universidades (sobretodo las privadas) en su afán de hacer el negocio educacional algo muy lucrativo hace lo posible porque egresen la mayor cantidad de estudiantes para presumir que sus niveles educativos cumplen con su deber, pero lo que de verdad debería medirse es cuantos de ellos ingresan al mercado laboral formal en lo que se supone se prepararon; sin embargo estos estudiantes cumplen con el propósito de sus padres porque en sus tiempos una licenciatura sí funcionaba para un mejor futuro pero después de algunas décadas las escuelas ya son solamente negocio y no formadora de profesionistas; al estar saturada la oferta de trabajos las empresas no ven tan necesario tener sueldos elevados, en algún momento alguien aceptará dicho pago pues la necesidad es más grande que la realización profesional; lo cual impide la ya mencionada movilidad social de algunas profesiones y por consiguiente de algunas comunidades.
Al mismo tiempo surge el debate sobre que las oportunidades existen y que hay que buscarlas independientemente de la situación económica, desgraciadamente no todos tienen sentimientos de emprender; la pobreza no es solamente un estado socioeconómico, sino también una enfermedad, está comprobado que esta provoca malestares mentales como depresión, ansiedad e inseguridad derivada de la baja autoestima, la incertidumbre de cómo salir adelante repercute por supuesto en su salud física y en adicciones; además de recurrir a medidas desesperadas como unirse al crimen organizado, poner a los niños a trabajar o simplemente limosnear; pero al mismo tiempo existe una enorme dependencia hacia la devoción religiosa y a los simbolismos de la superstición esperando que solucione todos sus problemas de la noche a la mañana, el famoso pensamiento mágico.

Entonces muchas personas dirán que la solución sería aumentar el salario mínimo, y es que podemos estar de acuerdo que México es uno de los países (al menos en el esquema de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) con más jornadas laborales a cambio de un escaso sueldo y muy pocos días de vacaciones, una opción de mejores salarios y menos jornadas laborales supondría una mejor actividad económica y que es obligación de los candidatos actuales a los diversos cargos políticos a elegir este año tener una propuesta para incrementarlo, el asunto no es tan fácil, si se aumenta pero no existe productividad podría haber un caso de inflación muy parecido a lo que ha sucedido en Venezuela; es un tema que debe analizarse minuciosamente y tener la mayor transparencia del cómo y por qué se debe frenar o aumentar el salario mínimo.

Mientras en México no haya productividad, ni exista inversión privada y que el gobierno esté usando los recursos para su enriquecimiento en lugar de usarlo en programas que no solamente ayuden a los pobres con pensiones y ayudas alimentarias sino que incentiven su movilidad económica; desgraciadamente no es algo que se solucione en un sexenio como piensan muchos de los que defienden a sus candidatos presidenciales pues conforma situaciones institucionales y un trabajo en conjunto con la iniciativa privada para una mejor productividad de la sociedad que mantenga una continuidad independientemente de las cuestiones partidarias, si un verdadero plan funciona con la mayoría de las personas con situaciones económicas precarias sabremos que la otra parte sí es pobre porque quiere.

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