La vida comercial en vintage (Parte 2)
Llevaba rato que no posteaba comerciales viejitos, que es una de las secciones favoritas del blog, así que le daré gusto al público con los comerciales retro, a ver si se acuerdan de algo:
Chevrolet Cavalier. (1995)
Uno de esos carros que te los querían vender como la última maravilla tecnológica, aunque debo reconocer que es uno de los mejores modelos que ha hecho General Motors pues hasta la fecha siguen circulando.
Gansito. (1980)
Uno de los mejores comerciales del famoso pastelito, por supuesto que el Gansito lucía más adorable manejando un tren y no uno computarizado bailando break.
Gigante. (1980)
Cuando los arco iris no eran considerados gays y cuando existía la cadena de supermercados Gigante, que de hecho tenían precios gigantes y no eran tan ahorrativos del todo.
Mirinda. (1975)
Muchos recuerdan a la Chica Mirinda bailar sabrosamente, era el clic con este refresco.
Baygon. (1979)
Un oco de doble sentido para amenizar, pero sin duda era una maravilla tecnológica de aquel tiempo ver hombres chiquitos como el Hombre Baygon.
Salvavidas (1980)
Uno de los dulces más clásicos en México y en el mundo, claro que eran la sensación por sus cinco sabores, algo poco visto en los dulces mexicanos.
Sabritones. (1980)
Destruyendo nuestro sistema digestivo desde 1980.
Turrones San José. (1987-1988)
Para hacer clic con la gente usaron a dos personajes populares de la televisión mexicana, Don Ramón y Quico, que aparte promocionaban concursos y muñecos que bailaban, ya no se ven esas promociones en la mercadotecnia actual.
Primavera Chantilly. (1980)
Muy adorable la caricatura de la niña, pero bien golosa.
Churruais. (1985)
Ahora ni limoncito le echan los desgraciados.
Marinela. (1957)
Sí señores, antes Marinela hacía pasteles, no pastelitos como en la generación ochentera/noventera o migajas articiales como las recientes.
Picot. (1968)
Comercial hecho totalmente en collage, una de las mejores animaciones de aquellos tiempos.
Sabritas. (1994)
A ver noventeros, mentiras que no sepan que son.
Cerillos La Central. (1959)
Era la época de apogeo de los cerillos y sus sorteos.
Astringosol (1960)
Mi Bella Genio no solo cumple deseos, también nos salva de los germenes y bacterias en la boca.
Chevrolet Cavalier. (1995)
Uno de esos carros que te los querían vender como la última maravilla tecnológica, aunque debo reconocer que es uno de los mejores modelos que ha hecho General Motors pues hasta la fecha siguen circulando.
Gansito. (1980)
Uno de los mejores comerciales del famoso pastelito, por supuesto que el Gansito lucía más adorable manejando un tren y no uno computarizado bailando break.
Gigante. (1980)
Cuando los arco iris no eran considerados gays y cuando existía la cadena de supermercados Gigante, que de hecho tenían precios gigantes y no eran tan ahorrativos del todo.
Mirinda. (1975)
Muchos recuerdan a la Chica Mirinda bailar sabrosamente, era el clic con este refresco.
Baygon. (1979)
Un oco de doble sentido para amenizar, pero sin duda era una maravilla tecnológica de aquel tiempo ver hombres chiquitos como el Hombre Baygon.
Salvavidas (1980)
Uno de los dulces más clásicos en México y en el mundo, claro que eran la sensación por sus cinco sabores, algo poco visto en los dulces mexicanos.
Sabritones. (1980)
Destruyendo nuestro sistema digestivo desde 1980.
Turrones San José. (1987-1988)
Para hacer clic con la gente usaron a dos personajes populares de la televisión mexicana, Don Ramón y Quico, que aparte promocionaban concursos y muñecos que bailaban, ya no se ven esas promociones en la mercadotecnia actual.
Primavera Chantilly. (1980)
Muy adorable la caricatura de la niña, pero bien golosa.
Churruais. (1985)
Ahora ni limoncito le echan los desgraciados.
Marinela. (1957)
Sí señores, antes Marinela hacía pasteles, no pastelitos como en la generación ochentera/noventera o migajas articiales como las recientes.
Picot. (1968)
Comercial hecho totalmente en collage, una de las mejores animaciones de aquellos tiempos.
Sabritas. (1994)
A ver noventeros, mentiras que no sepan que son.
Cerillos La Central. (1959)
Era la época de apogeo de los cerillos y sus sorteos.
Astringosol (1960)
Mi Bella Genio no solo cumple deseos, también nos salva de los germenes y bacterias en la boca.
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