Literatura ¿Basura?
Los libros llevados al cine, o bien llamados adaptaciones ha sido una de las formas en las que la industria tanto de la cinematografía y la literatura han podido popularizar varias obras para generar diversas ganancias, algunas han tenido mucho éxito y otras no tanto en diferentes circunstancias, el fenómeno ha existido prácticamente desde que nació el espectáculo de la pantalla grande, sin embargo ha tenido un mayor "boom" a partir de la década pasada a raíz de las famosas sagas de Harry Potter y El Señor de los Anillos; tramas que han intentado ser copiadas no tanto en el aspecto de la historia sino en el de atraer a un mercado potencial de jóvenes creyentes de ser amantes de la literatura moderna basada en historias ficticias y generadoras de fantasías frustradas ante la caída de la realidad.
La Raíz.
Como mencioné el boom de la literatura moderna juvenil del 2010 surgió con el fenómeno de dos sagas llenas de diversos éxitos, una de ellas la famosa escritora británica J.K Rowling y los 7 libros del Mago Harry Potter; Rowling fue capaz de crear no solo una historia conjunta llena de acción y magia estilo medieval-renacentista, sino fue capaz de conjuntar todo un universo en el cuál todo cobraba un cierto sentido analítico, simbólico y sorpresivo, todo de manera ilimitada y hasta la fecha se siguen encontrando elementos que dieron a la historia el sentido, y es que todos los libros se conectaron entre sí para crear un mundo que va más allá del colegio Hogwarts; la otra saga la cuál generó el fenómeno fue la creación del autor sudafricano ya fallecido John Ronald Reuel Tolkien el Señor de los Anillos, saga que fue publicada en 1954 pero no tuvo película sino hasta 2001, 28 años después de la muerte de Tolkien; no obstante la Comunidad tuvo un éxito arrasador en todas las películas de la trilogía y el éxito continuó con las precuelas de "El Hobbit", Tolkien al igual que Rowling fue capaz de crear todo un mundo conformado por personajes que más que de convertirse en secundarios o terceros incluso se convierten en parte primordial de toda la historia; las batallas de magnitudes épicas y su significado, la aventura, el mismo anillo y las razas y criaturas de la historia la vuelven una de las sagas más exitosas tanto a nivel literario como cinematográfico, si Tolkien siguiera viviendo seguramente habría colectado una fortuna igual o mayor a la de Rowling. Ambos autores y obras no solo se convirtieron en el comienzo de una nueva generación de lectores y fanáticos de historias fantásticas sino también en el ejemplo para otros autores y productores de cine para crear una nueva serie de fanatismos.
La nueva generación.
Es así como tiempo después nos encontramos con sagas como las de Los Juegos del Hambre, Crepuscúlo, Maze Runer y Divergente, también novelas de origen romántico sexual como Bajo la Misma Estrella y 50 Sombras de Grey; aunque también existen varios otros ejemplos pero que carecen de popularidad: El Niño de la Pijama de Rayas, Anna Karenina y La Ladrona de Libros; aunque estas tres últimas y otras más no alcanzaron el fanatismo de la sociedad juvenil de la década ¿Por qué? Simplemente no cumplen con los requisitos de la fantasía que se quiere cumplir con el mercado, ya que como es bien sabido estas novelas por decir así "históricas" o basadas en hechos relevantes de la misma materia terminan o están basadas en tragedias, situación que no estimula en nada al adolescente promedio, aquel ávido de comerse el mundo de una sola tajada, demostrar los errores de generaciones adultas y viejas y sentir las emociones frustradas por diferentes circunstancias que representa su edad; todo en aproximadamente 200 páginas de papel y en 2 horas y media de película.
La doble moral llevada al exceso.
Como es bien sabido no hay anda peor que alguien que lleva su fanatismo a límites más allá que una simple admiración y eso es algo que estamos viendo frecuentemente con este tipo de lectura, gente que quiere convertirse en vampiro, mujeres que desearían tener cáncer para encontrar al amor de su vida, chicos con sentido aventurero que desearían que el hambre y la guerra abundara en el mundo para convertirse en héroes y mujeres que desean ser sumisas para tener el orgasmo de sus vidas; aspectos que por supuesto no sucederán y en el cuál no miden las situaciones de la realidad y el fanatismo, todas estas situaciones más que de parecer un chiste llegan a convertirse en situaciones reales; pero para los productores esto más que de convertirse en generador de risas y diversión es creador de enormes ganancias, de un mercado rentable, de conseguir lo mejor a costa de una historia que a grandes rasgos resulta barata, copiada, aligerada con novelas similares o de su "género" y adaptadas al mercado juvenil promedio.
La época de lo light y lo rápido.
Por supuesto que la lectura no es mala, al contrario es uno de los mejores hábitos que el ser humano puede tener, sin embargo así como con los alimentos y los hábitos hay que escoger correctamente, y definitivamente el material que les proporcionan las sagas recientes que mencioné no proporcionan a mi parecer los nutrientes que la lectura puede aportar, nos encontramos con algo parecido a la alimentación actual del primer mundo, llena de productos que prometen ser bajos en calorías y que son rápidos de hacer o de nutrir, y que aportan poco o nada a lo que el cuerpo necesita, en este caso el cerebro dejando de lado el esfuerzo, el análisis y digerir con propiedad cada página leída; es aquí donde aplica el famoso dicho "tu eres lo que comes".
Cada quien es libre de escoger el tipo de lectura que mejor se le adecue a cada quién; si ustedes optan por una lectura express con sentidos de fantasía y aligeradas a comparación de mejores materiales, adelante, lo suyo son este tipo de sagas recientes; si lo suyo es un mundo más analítico, con sentido y donde pueden crear un mundo alterno, lo suyo son las sagas de Rowling y Tolkien y luego irse a algo que les dé el siguiente paso en la lectura, es decir, si buscan un mayor reto a su intelecto, consulte su biblioteca o librería más cercana, ahí podrán aventarse todo su repertorio de éxitos y de verdaderos best-sellers.
La Raíz.
Como mencioné el boom de la literatura moderna juvenil del 2010 surgió con el fenómeno de dos sagas llenas de diversos éxitos, una de ellas la famosa escritora británica J.K Rowling y los 7 libros del Mago Harry Potter; Rowling fue capaz de crear no solo una historia conjunta llena de acción y magia estilo medieval-renacentista, sino fue capaz de conjuntar todo un universo en el cuál todo cobraba un cierto sentido analítico, simbólico y sorpresivo, todo de manera ilimitada y hasta la fecha se siguen encontrando elementos que dieron a la historia el sentido, y es que todos los libros se conectaron entre sí para crear un mundo que va más allá del colegio Hogwarts; la otra saga la cuál generó el fenómeno fue la creación del autor sudafricano ya fallecido John Ronald Reuel Tolkien el Señor de los Anillos, saga que fue publicada en 1954 pero no tuvo película sino hasta 2001, 28 años después de la muerte de Tolkien; no obstante la Comunidad tuvo un éxito arrasador en todas las películas de la trilogía y el éxito continuó con las precuelas de "El Hobbit", Tolkien al igual que Rowling fue capaz de crear todo un mundo conformado por personajes que más que de convertirse en secundarios o terceros incluso se convierten en parte primordial de toda la historia; las batallas de magnitudes épicas y su significado, la aventura, el mismo anillo y las razas y criaturas de la historia la vuelven una de las sagas más exitosas tanto a nivel literario como cinematográfico, si Tolkien siguiera viviendo seguramente habría colectado una fortuna igual o mayor a la de Rowling. Ambos autores y obras no solo se convirtieron en el comienzo de una nueva generación de lectores y fanáticos de historias fantásticas sino también en el ejemplo para otros autores y productores de cine para crear una nueva serie de fanatismos.
La nueva generación.
Es así como tiempo después nos encontramos con sagas como las de Los Juegos del Hambre, Crepuscúlo, Maze Runer y Divergente, también novelas de origen romántico sexual como Bajo la Misma Estrella y 50 Sombras de Grey; aunque también existen varios otros ejemplos pero que carecen de popularidad: El Niño de la Pijama de Rayas, Anna Karenina y La Ladrona de Libros; aunque estas tres últimas y otras más no alcanzaron el fanatismo de la sociedad juvenil de la década ¿Por qué? Simplemente no cumplen con los requisitos de la fantasía que se quiere cumplir con el mercado, ya que como es bien sabido estas novelas por decir así "históricas" o basadas en hechos relevantes de la misma materia terminan o están basadas en tragedias, situación que no estimula en nada al adolescente promedio, aquel ávido de comerse el mundo de una sola tajada, demostrar los errores de generaciones adultas y viejas y sentir las emociones frustradas por diferentes circunstancias que representa su edad; todo en aproximadamente 200 páginas de papel y en 2 horas y media de película.
La doble moral llevada al exceso.
Como es bien sabido no hay anda peor que alguien que lleva su fanatismo a límites más allá que una simple admiración y eso es algo que estamos viendo frecuentemente con este tipo de lectura, gente que quiere convertirse en vampiro, mujeres que desearían tener cáncer para encontrar al amor de su vida, chicos con sentido aventurero que desearían que el hambre y la guerra abundara en el mundo para convertirse en héroes y mujeres que desean ser sumisas para tener el orgasmo de sus vidas; aspectos que por supuesto no sucederán y en el cuál no miden las situaciones de la realidad y el fanatismo, todas estas situaciones más que de parecer un chiste llegan a convertirse en situaciones reales; pero para los productores esto más que de convertirse en generador de risas y diversión es creador de enormes ganancias, de un mercado rentable, de conseguir lo mejor a costa de una historia que a grandes rasgos resulta barata, copiada, aligerada con novelas similares o de su "género" y adaptadas al mercado juvenil promedio.
La época de lo light y lo rápido.
Por supuesto que la lectura no es mala, al contrario es uno de los mejores hábitos que el ser humano puede tener, sin embargo así como con los alimentos y los hábitos hay que escoger correctamente, y definitivamente el material que les proporcionan las sagas recientes que mencioné no proporcionan a mi parecer los nutrientes que la lectura puede aportar, nos encontramos con algo parecido a la alimentación actual del primer mundo, llena de productos que prometen ser bajos en calorías y que son rápidos de hacer o de nutrir, y que aportan poco o nada a lo que el cuerpo necesita, en este caso el cerebro dejando de lado el esfuerzo, el análisis y digerir con propiedad cada página leída; es aquí donde aplica el famoso dicho "tu eres lo que comes".
Cada quien es libre de escoger el tipo de lectura que mejor se le adecue a cada quién; si ustedes optan por una lectura express con sentidos de fantasía y aligeradas a comparación de mejores materiales, adelante, lo suyo son este tipo de sagas recientes; si lo suyo es un mundo más analítico, con sentido y donde pueden crear un mundo alterno, lo suyo son las sagas de Rowling y Tolkien y luego irse a algo que les dé el siguiente paso en la lectura, es decir, si buscan un mayor reto a su intelecto, consulte su biblioteca o librería más cercana, ahí podrán aventarse todo su repertorio de éxitos y de verdaderos best-sellers.
Me encanta tu opinión, realmente te apoyo. Ser pensante implica ser critico, como consigues eso si al leer parece que vas corriendo. Las palabras fueron hechas para comunicar es cierto, pero hacer una novela de fantasia o de suspenso lo que sea te ayuda a conectar las lineas del pensamiento profundo.
ResponderEliminarDe que sirve ser la raza más evolucionada si no "queremos" pensar...
Totalmente de acuerdo Gabriela, calidad superando calidad, muchas gracias por tu comentario.
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