En la tierra de la libertad (gay).
Podríamos decir que hasta cierto punto es verdad, las ciudades pequeñas y alejadas de las principales urbes del país son de mayor presión social que las grandes, la homosexualidad sigue siendo tema tabú y de lenta aceptación; es muy común que muchas personas de esta índole se sientan atrapados en un sitio que no les permite expresarse en el sentido de poder salir con sus parejas como lo haría una persona heterosexual, al mismo tiempo que las opciones de pareja son bastante limitadas y con un proceso bastante engorroso, esto hace que por supuesto recurran a las distintas aplicaciones de citas, pero he aquí otra limitante, el ser "quemados", una especie de dimensión donde abundan los "discretos", "de clóset" y "varoniles"; el solo hecho de sentirse vulnerables al "qué dirán" ya los hace victimas y victimarios, porque la frustración y la mentalidad son reprimidos y al mismo tiempo explotados de una forma errónea.
Escuchar sobre lugares denominados "gay-friendly" nos hace pensar no solo en las grandes urbes del país también en los ejemplos que vemos en los países desarrollados en el tema y se quiere todo eso a la de ya en una tierra que todavía tiene ideologías conservadoras, al no poderlas tener se vienen los sentimientos de frustración, conceptos de que la libertad sexual y amorosa no existen y después viene la resignación; en este blog se había hablado con anterioridad de como el activismo LGBT no se ha podido adaptar a sus respectivas regiones aspirando a cambios fuera de su realidad; es decir, si no puedes con el enemigo únetele, los resultados favorecedores se verán reflejados a mediano o largo plazo, pero los resultados los quieren a la de ya, en estas regiones es imposible.
Sin embargo ¿Cómo podemos pensar en resultados si no hay unión como se mencionó en el post? Contrario a lo que se podría pensar como sucede con otros sucesos indignantes para ciertos sectores de la sociedad, la comunidad gay piensa que hay factores interiores que son culpables del atraso en materia de sus "derechos", son los famosos clichés, de los cuales ya tenemos suficiente conocimiento y de los cuales se han vuelto la burla de la sociedad, esa misma que tiende a generalizar y en base a eso crea un sentimiento discriminatorio del cual los no pertenecientes se sienten atacados, sí hay unión en todo caso, pero resulta ser una caótica, el denominado "ambiente" entra entonces en un discurso doble moralista en el cual no puede soportar que los que compartan sus preferencias sexuales sean atacados pero es intolerable por haber creado los conceptos por los cuales consideran ellos no han progresado.
De alguna u otra forma pensar en una unión en estas partes y otras partes del país o incluso del mundo sigue siendo una utopía, esta vez no habría que culpar a los heterosexuales pues la aceptación puede existir en ellos, hay que adaptarse al entorno y encontrar la forma de mejorarlo juntos; el problema está en que parte de la comunidad gay se siente superior en sus ideales por ser supuestamente más abierta hacia la sexualidad y también a diversos temas que causan polémica tanto dentro como fuera de sus preferencias, y la soberbia es lo que también lo está llevando de regreso al punto de partida, el del odio y el rechazo que es lo que quiere evitar pero se mantiene cual círculo vicioso.
Esto no olbiga a toda la comunidad a unirse cual desfile del orgullo, pero sí a reconocer que quizás algunos tenemos una parte de la culpa del todavía rechazo en pleno siglo XXI, aunque habría que reconocer sí ha habido pequeños avances en la aceptación de las prefencias sexuales y que no estamos al nivel de países donde las condenas son incluso de muerte para los homosexuales, existen las libertades para quienes las busca con todo y un denominado ambiente donde es fácil señalar pero difícil reconocer.
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