Uber México ¿Un fraude?


En días recientes en nuestro país a través de las diversas redes sociales muchos usuarios de la famosa aplicación de transporte privado Uber se han manifestado en contra, sean famosos o simples mortales, todos han tenido quejas de todo tipo, sin embargo, es bien sabido que la mayoría de los mexicanos somos buenísimos para la queja, pero malísimos para seguir indicaciones o darle seguimiento a un servicio que puede mejorar.

Los orígenes.
Recordemos que Uber es un servicio que viene del primer mundo, nacido específicamente de San Francisco, Estados Unidos en el año 2009 como una alternativa al transporte público y al uso excesivo del vehículo particular a precios módicos y apoyados por tecnología móvil; la idea no solo resultó novedosa en su país natal sino que se expandió al mundo; su enfoque hacia la clase media a alta le permitió conseguir no solo patrocinios de distintas consecionarias de automóviles sino alimenticias, ropa y eventos de cada ciudad en las que se ha involucrado.

Su llegada a México.
El crecimiento de Uber en el mundo ha sido enorme, muchos se han beneficiados de sus servicios y afiliaciones pero como en toda empresa que se expande internacionalmente por supuesto tiene que encontrar una pequeña piedra en el zapato, y esa piedra se llama México; el reto de venir a nuestro país le ha significado a Uber un montón de trabas pues nos encontramos con el desconocimiento y confusión del servicio o el significado del mismo; la famosa aplicación junto con otras como Cabify se han tenido que enfrentar no solo a los impuestos sino a los sindicatos de taxistas y transporte público, aunado a la molestia de sus mismos usuarios quienes aún no quedan conformes con su servicio.

¿Uber quitando la 'chamba' a los taxistas?
Hay que considerar varios puntos en este duelo de taxistas vs. Uber; el primero la generación de competencia el cual es bastante nulo en el gobierno mexicano desde el fin de la Revolución Mexicana, el transporte de pasajeros urbano es uno de ellos, por consiguiente estos ofrecen solo el servicio de ir y llevar a las personas de un lugar a otro, pero no existe el punto intermedio del trayecto, que el pasajero se sienta seguro, en confianza, que sienta que esta pagando por lo justo y que las unidades estén en perfectas condiciones y preparadas para las condiciones climáticas de cada lugar; pero al no existir la competencia todos los que conforman los sindicatos no se preocupan por esto pues están solapados o ignorados por las autoridades, si ofrecen un buen o mal servicio es algo que queda a consideración de la necesidad de la gente y no de una verdadera intención de transportarse, entre menos se use mejor, y como las distancias se han vuelto más largas y las condiciones climáticas y los tiempos de cada persona no nos permiten medios como ir a pie o la bicicleta ¿Qué hace al usuario? Comprarse un automóvil, en el caso de las grandes ciudades del país esto se está convirtiendo en un problema de enorme magnitud por el excesivo número de vehículos comprados y las emisiones que están generan junto con las dañadas unidades del transporte público y en el que las autoridades ignoran poniendo medidas bastante inutiles; es aquí cuando llega Uber, sabiendo que el mercado mexicano es bastante potencial y que es uno de los mayores consumidores de datos móviles, según la BBC México es el cuarto lugar en consumo de internet para celulares en América Latina, por debajo de Brasil, Argentina e increíblemente Venezuela quien lidera este ranking, sin embargo ha tenido que enfrentarse cara a cara con taxistas sobre este aspecto de la competencia; cuando la situación se trata de un aprovechamiento mercadológico y a la solución de un problema que el gobierno no ha logrado resolver.

¿Qué es lo que no quieren entender los taxistas?
En el sistema económico capitalista que impera no solo en el mundo sino en nuestro continente la competencia resulta un elemento sanador a las finanzas, promueve la generación de empleos y el flujo de dinero, aunado a mayores inversiones y mejoramiento del entorno urbano, pero sabemos que los taxistas no son expertos en economía sino en conducir un vehículo en distintos puntos de la ciudad llevando a personas que requieren moverse de un punto a otro, pero hasta ahí, uno puede pensar que cumplen con lo básico y eso no sería lo malo, la parte trágica empieza por los siguientes detalles que ocurren en la mayoría de los taxis: unidades en mal estado, taxistas que manejan a exceso de velocidad, sin vestimenta formal o decente, alteraciones de sus sistemas de cobro, faltas de respeto a los usuarios y otros detalles mínimos como la música o la platica incomoda; todos estos aspectos nos convirtieron hasta cierto punto en conformistas y con desconocimiento de lo que debería ser un buen servicio; con la llegada de Uber estos se sienten amenazados y uno de los males a los cuales la empresa estadounidense no estaba preparada era para la ignorancia de muchos de los trabajadores del transporte público lo que ha derivado en conflictos y la intervención de distintas áreas del gobierno que no han servido de mucho cuando la respuesta para ellos es bastante sencilla, renovarse o morir.

Pasaron los taxistas, ahora los socios y usuarios.
Uber no solo pasó su primera prueba al enfrentarse a los sindicatos y gobiernos de cada ciudad en la que se ha instalado, pero ahora tiene otro obstáculo en nuestro país: sus socios y clientes, y eso es algo en lo que quizás ha fallado la aplicación, no ha habido una capacitación completa para ambas partes pero también el usuario mexicano, sobretodo cuando sabemos que muchas personas aquí son malísimas para seguir instrucciones, ejemplos hay varios, el primero con la famosa tarifa dinámica que abundó en la Ciudad de México recientemente con las normas del Hoy no Circula, la gente ignoró la famosa tarifa y se dispararon no solo los precios sino las quejas, aún que la aplicación te pregunta si accedes a la cotización realizada, también las quejas ante las tarifas de cancelación por parte de los usuarios cuando estos no toman las medidas adecuadas para evitar dicho cobro, algunas anécdotas de violación, acoso y robos que han llegado a las autoridades judiciales y la más reciente que viene por parte de sus socios que prácticamente los obligó a un paro por el costo/beneficio que tiene el ser chofer de la famosa aplicación; escándalos que podríamos decir tienen una solución efectiva pero generan demasiado ruido entre la sociedad, sobretodo en los mexicanos que somos más fanáticos de ver lo bueno, que nos encanta la queja y no hacemos nada por mejorar las cosas,

¿Hay razón en algo?
Hay que reconocer que Uber vino a mejorar las condiciones de transporte de las grandes ciudades del país que carecen de un transporte público decente, en algunas ciudades ha funcionado perfectamente y es obvio que hay escándalos con los taxistas o situaciones que no pasan de una denuncia ciudadana; pero todos tienen parte de la responsabilidad y en parte razón; empecemos por el gobierno ¿Uber debe pagar impuestos? Sí, toda empresa y más si es extranjera debe pagarlos PERO a cambio de que estos sean para mejorar las vialidades, mejor infraestructura urbana y mantener la competencia con la mejora del transporte público; ahora los taxistas ¿Uber le está bajando la clientela? Sí, por supuesto que lo hará, pero solo será un sector del mercado, recordemos que no todos tienen acceso o conocimiento a un teléfono inteligente con conexión móvil o a una tarjeta de crédito e incluso débito, sin embargo eso no significa que sus todavía clientes merezcan el servicio conformista que se viene dando desde hace décadas, mantener las unidades lo menos dañadas posibles y en buen estado, darles el mantenimiento que necesitan, vestir de la manera más decente posible, no tienen que ser formales, usar taximetro y usar una tarifa adecuada y por supuesto si es posible evitar las famosas platicas incómodas; los choferes de Uber ¿Tienen razón en incrementar sus costos en la Ciudad de México (Y quizás en las principales ciudades del país) para ser más rentable su negocio? Sí, la demanda y los incrementos en los precios obligan no solo a las empresas subir precios también a las cuotas y comisiones, de lo contrario no sería rentable ni para Uber ni para los socios, pero hay que recordar que es un servicio privado que constantemente los evalua, esto le significa al chofer más presión que un taxista, por lo que el buen servicio tiene que ser no solo eficiente sino confiable, la desaparición de Uber-Pool atiende a una situación de comisiones y de cuanto se están llevando las dos partes, un paro lejos de solucionar algo no resolverá la situación pero si una unión como la que ya están teniendo más una negociación en base al diálogo y no perjudicando al cliente; y precisamente este es el último punto ¿El usuario tiene razón en denunciar todas sus quejas en redes sociales? Sí, porque es su derecho, pero no es la respuesta, hay maneras de solucionar sus problemáticas, una de ellas es la atención y el seguimiento que se le da a su caso, tarifas canceladas justificadamente, denuncias de robo o acoso por parte de los conductores y por supuesto el servicio, las quejas en redes sociales suelen ser intrascendentes pero el seguimiento por correo o la aplicación es lo que no solo ofrecerá el servicio que merecemos sino que la comunidad Uber crecerá.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los mitos y leyendas urbanas de Obregón.

¿Qué hay en Grindr?

Nacas pero bien que te las sabes