La realidad es más que Juan Carlos Osorio.


En todo el verano no se ha hablado de otra cosa en el fútbol mexicano que no sea Juan Carlos Osorio, la prensa, los jugadores y la afición se encuentran en una división completa de opiniones con respecto a su figura en el banquillo de la Selección, que están hartos de las rotaciones dicen unos, que no les gusta como juega el Tri, mencionan otros, que no se está compitiendo a gran nivel, opinan algunos, que está en riesgo el Mundial, platican por allá y como siempre salen los pseudo intelectuales dicen que le exigimos más a una persona de fútbol que a un político; es bien sabido que después del Presidente de la República la persona más reconocida (y con el cargo más estresante) es el de Director Técnico de la Selección Nacional, es al que se le presiona, se le insulta, se le exige y del que poco o nada gratificamos.

En estos momentos varios piden su cabeza, y por supuesto, sería bastante fácil despedirlo y empezar un nuevo proceso, pero pasa que quién venga, llámese Matías Almeyda, Ricardo Ferretti o Miguel Herrera seguirán los mismos problemas y perderá los estribos tarde que temprano y los principales problemas del fútbol mexicano seguirán permaneciendo, los económico imperará ante lo deportivo y la FEMEXFUT se lavará las manos con cada caída de técnico; porque claro para ellos es mantener el producto Selección Nacional como debe ser, hacerles creer que México es ya una potencia y es hasta capaz de ganar el Mundial pero la mala suerte no lo ha dejado.

La realidad es que México no es una potencia, por más que no los quiera vender la Federación o la misma CONCACAF, y no se trata de un asunto de "malinchismo" o favoritismo a Osorio, sino porque las estadísticas lo dicen, hay que recordar que la Selección es 16° en el ranking de FIFA, ningún jugador mexicano se encuentra en la elite del fútbol mundial, solo ha habido un jugador mexicano que ha ganado la Champions League y es Rafael Márquez, los fracasos del Tri (independientemente de las decisiones de Osorio) han depreciado el valor de los "Europeos", de pasar a los rumores hacia los grandes juegan en equipos de mediana categoría a nivel continental (y algunos con escasos minutos), no han sabido cotizarse como los croatas, los polacos, los belgas, los suizos o los mismos chilenos; porque importa más el dinero que el prestigio y eso lo ha contagiado el sistema al jugador.

México se ha quedado varado en octavos de final del Mundial por alguna razón, porque está en el lugar que ha merecido, y si bien podemos culpar al mal arbitraje de 2014 y 2010, a las jugadas que liquidaron el partido como en 1998 y 2006, a los malditos penales del 1994 y 1986 o al exceso de confianza de 2002 y 1970; para considerarse una potencia y de verdad soñar con ganar el Mundial hay que estar en los más altos tops por varios años, los resultados no deben ser express como muchos piensan, pensarán en el caso de Costa Rica pero sabemos que difícilmente los Ticos repitiendo lo hecho en Brasil 2014 y de repetirse habría que saber que se está haciendo bien allá; lo cierto es que la Selección debe aspirar de poco a poco, y el quinto partido es una gran meta, y es cierto, Osorio la pone en riesgo, pero también la Federación, los convenios comerciales convienen más que superar esa fase que hasta parece maldita para el Tri, es obvio que México estará en Rusia 2018 y ahí veremos la ya gastada publicidad, porque es más importante anunciar sandwiches, refrescos y bancos que enfocarse en el progreso deportivo.

Y si bien, el fútbol es un gran negocio, tampoco diré que hay que negarse al patrocinio o al dinero, porque de esto vive mucha gente, pero hay que ser más metódicos e inteligentes para manejar el producto ya no digamos solamente el de Selección Nacional sino el de la misma Liga MX, parte del problema eterno de ver al Tri en los primeros puestos radica en lo que hacen sus clubes, muchos pensarán que la culpa es de los extranjeros y los directivos que permiten tanto ingreso de ellos, pero España, Alemania, Inglaterra, Francia e Italia también tienen muchos no nacidos en sus respectivos circuitos y aún así se mantienen en los primeros planos y uno que otro es convocado para dichos equipos, entonces no es factor, el problema es cuando no se apuestan por proyectos de juveniles y que no se les enseña a manejar su carrera, se les sube la fama, no tienen mentalidad, solo saben obedecer ordenes y se les paga mucho por su ineficiencia, además de quedar expuestos en el dichoso Draft, ese sistema tan polémico de transferencias donde prácticamente los jugadores aparecen como esclavos y mercancía cualquiera, ni los mismos deportes de Estados Unidos que también tienen este tipo de negocios se atreverían a tal cosa.

Hablando de los vecinos del norte, el fútbol mexicano le ha querido copiar todo a ellos con la obsesión de atraer negocio, se les copia los playoffs (lo que nosotros llamamos liguilla), el sistema de franquicias (en complicidad con gobiernos y empresarios) y los sistemas de transferencias (mexicanizado en mal modo por supuesto), de puro milagro no se chutaron el no descenso, porque ese se lo trajeron de Argentina, tal como el porcentaje (ese sistema que ayuda al grande y perjudica al pequeño), los torneos cortos (que saturan el calendario y el cansancio del jugador) y las barras bravas (lo malo de ellas claro está); pero todo eso es justificado con publicidad e ingresos por parte de los patrocinios, la Liga a pesar de su nueva estructura sigue teniendo problemas en su avance deportivo.

Tampoco diré que la Liga es mala, porque dentro de lo que cabe es competitiva, es impredecible, la mayoría de sus equipos tienen buen aforo, su mercadotecnia ha mejorado, cada vez más jugadores alto prestigio vienen, tiene buenos niveles de rating tanto local como internacional y genera mayores expectativas que en años e incluso décadas pasadas, pero tiene esos defectos que evitan que sigan sus mejoras a nivel cancha, los clubes tienen el potencial, pero les pasa lo mismo que a los jugadores, les falta cotizarse a nivel internacional, ganar cada año la CONCAChampions no es suficiente, esa área está más que dominada, pero el Mundial de Clubes sigue quedando a deber, dos terceros lugares en doce ediciones que han estados clubes mexicanos me parece poco si consideramos que los rivales vienen de ligas totalmente inferiores (recordemos que la Liga MX es 11° en el mundo según IFFHS); entonces hay un problema de mentalidad y de competencia y lo mismo sucede con la Copa Libertadores o cualquier torneo de la CONMEBOL, México se siente superior a las potencias sudamericanas cuando posiblemente esté uno o dos escalones abajo, no lejos, pero sí para competirles, más no una clara ventaja como con países como Bolivia o Venezuela.

Que Juan Carlos Osorio no ha cumplido con su papel como técnico de la Selección Nacional eso sin duda; que sus rotaciones no gustan a un enorme sector del público y medios, está totalmente claro; que las derrotas en fases eliminatorias de torneos han sido humillantes, los números ahí no mienten; que lejos de bajarle el ego a los jugadores se los ha engrandecido, habría que saber sus razones y las de ellos; el técnico colombiano ha querido cambiar al fútbol mexicano haciéndolo jugar de una forma nunca antes vista cuando el problema es de más allá; pero eso solo ha significado tapar la cloaca con una hoja de sus apuntes.

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