Qué malos son los Lobos.


Cuando jugaron la final por el ascenso Dorados de Sinaloa y los Lobos BUAP apenas el año pasado resultó una enorme sorpresa, empezando porque los poblanos habían venido de menos a más en el Ascenso, en el Apertura 2016 terminaron en el puesto 15 de 18 y para el Clausura 2017 apenas se colaron a la liguilla arrebatándole el boleto a los Leones Negros, eliminó a Alebrijes, Mineros y Bravos, el mérito provenía de su entonces técnico Rafael Puente Jr. quien  antes de asumir el cargo estaba de comentarista en la cadena ESPN, como cualquier equipo que asciende y más por primera vez en su historia genera mucha expectativa sobretodo por as limitantes que genera ser el recién ascendido.

Lobos empieza su recorrido con un empate ante Santos y dos victorias ante Querétaro y Pachuca, lo más inusual es que estaba jugando bien, el trabajo de Rafa Puente estaba siendo alabado por la prensa y la afición universitaria estaba incluso creyendo en que permanecerían largo tiempo en Primera, vinieron los golpes de realidad dentro y fuera de la cancha, no ganó un juego hasta la jornada 9 (1-0 contra Veracruz) y hasta entonces no había tenido definidos exactamente sus derechos televisivos, los cuales terminarían por SKY, un sistema que a pesar de su cobertura en eventos deportivos y PPV no es la mejor opción en derechos televisivos para un equipo no tan popular como el de la Benemérita Universidad de Puebla, aquí una de las primeras fallas, volviendo al tema deportivo, Lobos cierra bien el torneo para un equipo de su categoría en la posición 10 de la tabla general y 12 en el porcentaje, todo parecía ir bien.

Para el Clausura 2018 el equipo terminó último en las dos tablas, la general y la porcentual ¿Qué salió mal este torneo? Rafael Puente si bien se ha convertido en un técnico revelación su estilo se volvió demasiado predecible, aunado a las carencias del plantel al no contar con jugadores clave  sobretodo en el mediocampo, además de cartuchos quemados en su defensa, agreguemos también que los equipos involucrados en el descenso (Puebla, Atlas, Querétaro y Veracruz) empezaron a mejorar sus números en el porcentaje, cosa que no hizo Lobos al terminar con marca de solo 2 ganados, 3 empates y 12 derrotas manteniendo el último puesto de la general en 9 jornadas, además de la sorpresiva y conflictiva salida de Puente del Río, era más que obvio que los poblanos estaban condenados al descenso y esto podría significar una simple anécdota de otro equipo que no tuvo los argumentos para permanecer en Primera pero ¡Oh, sorpresa! La Liga MX se sacó de la manga eliminar el descenso lo que significaba para Lobos una salvación para sus intereses tanto deportivos como "económicos".

Eliminar el descenso y que la final de Ascenso la haya ganado un equipo que no tuviera el derecho de jugar en la Liga como lo fue Cafetaleros le permitiría a Lobos permenecer en el máximo circuito, a cambio de 120 millones de pesos; uno puede pensar que es demasiado dinero, pero analicemos los números de la liga; Tigres, el equipo más caro hoy por hoy tiene un valor actual de 64.7 millones de euros por lo que nos hace suponer que para un equipo regular, constante o grande esta cantidad es casi insignificante, pero estamos hablando de un equipo con enormes carencias donde su valor al final del Clausura 2018 fue de 18.2 MDE, casi cuatro veces inferior al del equipo regiomontano y donde pagar su derecho de piso sería casi una tercera parte de su presupuesto ¿Cómo solventar este aspecto?

Para tener suficiente dinero para no solamente asegurar su lugar en Primera sino mantener sueldos y comprar jugadores se necesitaría algo más que patrocinios y derechos de transmisión, salieron entonces Mario Mendívil Blanco, empresario poblano; el famoso pago incluiría por parte de la nueva directiva sería tomar posesión del equipo por lo que ya no sería completamente de la BUAP, prácticamente el equipo empezó de nuevo, incluso en su situación porcentual; invertir tal cantidad de dinero en un equipo que tiene más cosas en contra que a favor, eso supondría que el equipo se reforzaría bien, que vendría un técnico de mayor renombre y que la remuneración regresaría rápidamente, nada de eso pasó.

Los refuerzos de Lobos prácticamente se basaron nuevamente en cartuchos quemados, jugadores únicamente a préstamo tanto de entrada como de salida, dos o tres jugadores que sí tienen muestras interesantes y un director técnico como Francisco Palencia que no destacó en Pumas con un estilo y cambio de juego que genera más dudas que alivio; los universitarios tomaron excesivos riesgos que hoy ya están pagando, hasta la jornada 9 del Apertura 2018 los 'Licántropos' ocupan el puesto 17 de la general y el 18 del porcentaje alejándose cada vez más de sus rivales directos en esta cuestión.

Pero ya no hay descenso ¿Por qué tendría que preocuparse Lobos? Hay un detalle con respecto a este asunto, si el equipo de la BUAP vuelve a reincidir en el descenso el pago ya no sería de 120 MDP sino de 400 MDP, casi cuatro veces más de lo que pagó en mayo para permanecer en el máximo circuito, eso superaría su valor actual en el mercado que es de 300 MDP, es decir, no podría costear permanecer en primera dejando su lugar al posible ganador del Ascenso o en caso de que no esté certificado que la Liga MX se quede en 17 equipos para la temporada 2019-20, además de que Lobos tendría el deshonroso récord de descender dos veces consecutivas, este podría ser definitivamente el peor equipo que ha pisado la Primera División.

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