Adolf Trump o Donald Hitler.
Nuevamente este blog vuelve a hablar del polémico candidato del Partido Republicano a la presidencia de los Estados Unidos, es quizás el personaje más interesante de este año, y es que su popularidad va en aumento, en el que incluso ya es temido por sus contrincantes partidistas, pero también por los rivales del partido contrario (El Demócrata) y en especial de algunos sectores de la comunidad estadounidense e internacional empiezan a temer como esta popularidad va subiendo día con día, esto supone no solo la derrota de los Demócratas en el poder que preside en estos momentos Barack Obama sino también varios riesgos para Estados Unidos en diversas materias, las cuales han sido comparadas con nada más y nada menos que por el histórico Adolf Hitler.
Puntos de comparación.
Comparar a un todavía candidato con uno de los líderes genocidas más importantes de la historia es un tema bastante delicado y no es por el simple hecho de que Donald Trump pueda llegar a la Casa Blanca, sino por el contexto generacional, hisótico y cultural que se maneja; hoy en día la paranoia de regresar a los fantasmas del pasado hace que los llamados progresistas encuentren comparaciones por demás exageradas; sin embargo encontramos ciertas similitudes entre el líder nazi y el posible dirigente del país más poderoso del mundo.
Los seguidores.
Estados Unidos si bien es conocido por ser uno de los países más avanzados, irónicamente es uno de los más ignorantes, muchos de sus ciudadanos desconocen lo que sucede en el exterior creando de esta manera diversos estereotipos que se convierten en asuntos raciales, al mismo tiempo su cultura en medios masivos acorta su alcance intelectual y los convierte en amantes del consumismo tangible e intangible; Donald Trump como empresario ha sabido manejar bien este sector que es el que conforman en su mayoría los obreros, las clases (blancas en general) más bajas, policías, militares de bajo rango, gente de campo y por supuesto sus todavía fans; el multimillonario ha encontrado la clave para contender estas elecciones, cosa que no han hecho sus rivales partidistas quienes están enfocados más en los sectores empresariales, de negocios y en propuestas bastante pobres y polémicas; Trump es el candidato ideal pero a la vez el menos ideal, y sin embargo funciona bajo el lema de "Make America great again"; Adolf Hitler en su momento aprovechó también a las masas, y buscaba "hacer grande a su país" también, esto después de la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión que hundieron más a una Alemania que fue derrotada vergonzosamente, el ex miembro del ejército usó la propaganda, el carisma y puso de pretexto el nacionalismo para engrandecer su campaña desde incluso los inicios del famoso Partido Nazi. Ambos personajes lograron hacerse de la mayoría de las masas en base al uso del intelecto del pueblo mayoritario, un pueblo que se siente ignorado y que al ser captado en su atención son facilmente manipulables para los intereses de estas personas.
Liderazgo.
Si algo tienen en común Trump y Hitler es que ambos son líderes formados, más no natos, el norteamericano heredó los negocios de bienes raíces de sus padres mientras que el alemán heredó su autoritarismo en base a su educación militar y política; su ideología creció en base a los momentos difíciles vividos durante su carrera, en el caso de Adolf fue la derrota del Imperio Alemán ocurrida durante la Primera Guerra Mundial, él argumentaba que habían sido los marxistas, los demócratas y los judíos los que habían provocado la derrota de su país en la batalla "acuchillándolo por la espalda", es aquí cuando empieza una larga carrera política para convertirse en el líder del poder alemán (Führer); Trump en cambio tuvo que resurgir después de la quiebra que sufrió su emporio de bienes raíces a finales de los ochentas derivados de una serie de malas decisiones, una bancarrota comercial y hasta personal que duró prácticamente 10 años, gracias a proyectos inmobiliarios a inicios de la década pasada es cuando recupera inversiones y por supuesto refuerza su capacidad de liderazgo apostando por nuevos proyectos no solo de propiedades sino televisivos como Miss Universo, la WWE y su propio reality show The Apprentice; ambos salieron fortalecidos y no reavivaron sus carreras sino que aspiraron a puestos de mayor rango en sus respectivos países, escribieron libros, se hicieron de una mercadotecnia bastante funcional y convencieron a las masas de seguirlos en base a su popularidad.
Discurso y carisma.
Algo muy importante durante las campañas de ambos personajes es sin duda el carisma y la forma de llegar a sus seguidores mediante su discurso, sin embargo el punto de comparación vuelve a ser un poco diferente entre ambos, si bien en el caso de Hitler fue bastante autoritario e impuso su ideología a toda Alemania también intentó mostrar su lado humanitario, era accesible con las mujeres y los niños, inspiraba confianza y su oratoria era bien estudiada, no fue una persona improvisada, inspiró respeto y muchos querían acercarsele como si se tratara de una estrella pop juvenil, su discurso basado en un nacionalismo firme sin excepciones ideándose una utopia de las razas superiores, esto no solo hizo que los alemanes se identificaran con el, también los países del Eje, Benito Mussolini y el Emperador Hirohito fueron quienes más se asemejaron a sus ideas y todos sabemos las consecuencias de esta amistad. Trump por su parte, aunque ha tenido un discurso actuado, lleno de insultos raciales, ideas exageradas, gritos y confrontaciones hacia sus rivales o los "enemigos de América" ha sido aclamado por el pueblo políticamente ignorante, con escaso sentido intelectual y consumista excesivo; porque a pesar de la actuación, Trump crea empatía con sus seguidores, les da el discurso que quieren, las soluciones que estas personas están buscando, atrae a todos en base a su morbo y figura de los medios más consumidos en Estados Unidos, pero coinciden ambas personas tanto Hitler como Trump en que quieren crear esa famosa utopia en favor de la raza blanca.
Xenofobia y Antisemitismo.
Quizás lo que más escandaliza no solo a la sociedad estadounidense sino a la internacional es el discurso de la superioridad de la raza blanca y que esta ha sido amenazada por otros grupos raciales que "impiden" el progreso de sus naciones, todos recordamos a Hitler y su antisemitismo a los judíos y marxistas que impidieron no solo la victoria de Alemania en la Gran Guerra sino que se estaban apoderando de las riquezas del país que les pertenecían a los arios, invasores de un territorio que no les pertenece, emigrando para solo apoderarse de Europa y que por las complacencias de otras naciones se estaba perdiendo el sentido de identidad del continente, atrayendo entonces a otros grupos no deseados tales como los negros, los gitanos, los musulmanes y los homosexuales; y las únicas formas conocidas para evitar su "contaminante presencia" era el exterminio y la invasión de otros países europeos para luego extenderse al mundo en alianza de otra raza superior, los japoneses. Trump ya ha tenido varias confrontaciones con todos los grupos raciales existententes en Estados Unidos ajenos a los blancos, van desde los latinos, los negros, los musulmanes y hasta los asiáticos, su discurso "Make America great again" está basado en una cultura de dominio blanco y la expulsión de 11 millones de indocumentados, además de un muro en la frontera México-Estados Unidos que impida el paso de migrantes y que tiene que ser financiado por el gobierno mexicano, situación que se ha negado en territorio latino, pero esta podría traer graves consecuencias, tanto financieras como militares, es decir una guerra contra el vecino del sur, prácticamente una invasión ¿Puede decirse que será como la sucedida por la Alemania Nazi en Polonia, Austria, Bélgica, Checoslovaquia, Dinamarca y otras naciones europeas? La victoria de Trump es la única que puede garantizarnos un futuro no solo incierto sino bastante tenebroso.
La propaganda.
Donde existen puntos comparativos es el manejo de la publicidad y la mercadotecnia de ambas personas, diversos analistas, libros y columnistas han sacado a la luz las posibles relaciones de estas entre el dictador alemán y el candidato estadounidense, la publicación más acertada es el libro Persuasion & Propaganda de Garett Jowett y Victoria O'Donnell, en este se expone como Hitler usó diversos principios propagandísticos para no solo hacerse del máximo poder alemán de la época sino también de las masas, lo cuales son apelas a las emociones y no a las ideas abstractas, repetición de ideas y frases estereotipadas, ofrecer un solo lado del argumento a considerar en cada mitin, critica y confrontación de oponentes y escoger a un "enemigo" para denigrarlo, estos principios no solo los aplicó Hitler durante su carrera política, Donald Trump las sigue, pero lo pavoroso no termina ahí, el candidato repubicano parece no solo seguir los principios que exponen Jowett y O'Donnell sino también de Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda de Hitler el cual podemos comparar con la campaña de Trump: Individualizar al adversario en un único enemigo (los mexicanos), los adversarios han de constituirse en suma individualizada (los latinos), cargar sobre errores o defectos respondiendo el ataque con el ataque (culpando a los indocumentados para deportarlos), convertir cualquier anécdota en amenaza grave (el narcotráfico de México a Estados Unidos), toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida (las clases blancas populares obreras), la propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente (el muro en la frontera), hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el púbico ya esté interesado en otra cosa (confrotación a sus adversarios del partido),construir argumentos de fuentes diversas (medios aliados a Trump o comprados por el mismo magnate), acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario (el pleito con Jorge Ramos de Univision), se trata de difundir propaganda y argumentos que puedan arraigar actitudes primitivas (confrontación e histaria de Trump) y llegar a convencer a mucha gente de que piensa "como todo el mundo" creando una falsa impresión de unanimidad (el uso del slogan "Make America Great Again).
Aunque las similitudes propagandísticas de Hitler y Trump sean bastante similares es imposible hablar del regreso de un Reich como el del Führer, podemos incluso estar equivocados y hasta ser escépticos en que Trump regrese lo hecho por un personaje bastante polémico para el mundo occidental, pero todo dependerá de si se concreta su victoria a la Casa Blanca, es entonces cuando desaforunadamente veremos el posible legado del multimillonario ¿Es lo ideal? Por supuesto que no, en un país tan inseguro como Estados Unidos no se pueden ir a argumentos tan semejantes a los del pasado, el país necesita avanzar, no hacerlo grande otra vez.
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