Wenger: Thanks for the memories.
Sin duda la afición de Inglaterra es una de las más exigentes a nivel mundial, y no es para menos, se trata del país que inventó el fútbol moderno allá a mediados del siglo XIX, sus equipos estén en la Premier League o en alguna subdivisión garantizan enormes aforos esto gracias a su tradición e historia donde prácticamente la gran mayoría tienen más de 100 años de antiguedad, como en cualquier liga hay equipos grandes y chicos independientemente del lleno de sus estadios y en el Nuevo Milenio la grandeza se mide ahora por su dinero, en ambos sentidos hablamos de equipos como Manchester United, Manchester City, Chelsea y hasta de Liverpool, pero hay un grande que en los últimos años no ha destacado gracias a su técnico, el Arsenal.
Una formula repetida.
Arsène Wenger ha sido técnico del Arsenal desde 1996, la cantidad de títulos que ha ganado con el conjunto londinense es envidiable, sin embargo desde hace unos años recientes la formula del francés ha decaído convirtiéndose en un efecto cada vez más acostumbrado, el inicio de temporada es prometedor, llegan los fichajes y se clasifica a la fase de eliminación de la Champions League, es cuando llega el inicio del año y los 'Gunners' empiezan a bajar su nivel, son eliminados de Europa a la primera, bajan posiciones y apenas y llegan hacer algo en la FA Cup; Wenger desde su llegada ha dependido mucho del individualismo de sus creativos, en su momento Dennis Bergkamp, Thierry Henry y ahora Alexis Sánchez; es decir, su sistema táctico no se ha adaptado a los nuevos tiempos.
El hartazgo de la afición es la comodidad de los directivos.
Dentro y fuera del Emirates Stadium, en redes sociales y a través de los distintos medios piden a gritos la salida de Wenger, ya sea a media temporada o a finales de esta; pues la sequía de títulos y la manera en que sus rivales arrasan con ellos ha molestado a más de un aficionado Gunner ¿Por qué mantener al técnico francés? A pesar de la falta de resultados atractivos para la comunidad Arsène logra mantener al Arsenal en su economía gracias a su filosofía de formación de jugadores jóvenes en lugar de comprar caro, esto le permite ser el quinto club más valioso de Europa según Forbes; además de que el equipo sigue siendo el segundo mejor en su "Match Day" en Inglaterra (por debajo del Manchester United) y sus números financieros están por encima de Chelsea, Manchester City y Liverpool pues a pesar de no conquistar la Premier League desde 2004 y de no tener ningún título internacional desde 1994 sigue clasificándose a la Champions League ya sea directo o en ronda previa, la salida de 'Le Professeur' y la posible llegada de un nuevo técnico significaría un ambiente de incertidumbre como lo sucesido con Manchester United tras la salida de Sir Alex Ferguson; donde no ha podido volver a los primeros planos ni con David Moyes, Louis van Gaal o José Mourinho.
Los rumores.
De salir Wenger (lo cual dice él mismo decidirá en marzo o abril) la prensa británica ya maneja los posibles sucesores del francés, entre ellos Thomas Tuchel, actual entrenador del Borussia Dortmund, Brendan Rodgers dell Celtic Glasgow, Eddie Howe del Bournemouth y en caso más extremos el de Diego Simeone quien como ya sabemos se encuentra en el Atlético de Madrid, otros nombres exóticos que se manejan son el de Rafael Benítez, donde es líder con el Newcastle en el Championship (Segunda División de Inglaterra), Joachim Low de la Selección de Alemania y Massimiliano Allegri de la Juventus; incluso ya se manejan apuestas para dar con el posible sucesor de 'The Economist'.
¿Y los jugadores?
Sería bastante fácil culpar de la sequía al técnico como suele pasar en el mundo del fútbol pero ¿Acaso los jugadores no tendrían también que asumir su responsabilidad? Arsenal está dependiendo demasiado de Alexis Sánchez y Mesut Özil teniendo una banda que bien podría competirle al Chelsea (actual líder de la Premier League), Petr Cech y David Ospina en la portería, Per Mertesacker, Mathieu Debuchy y Nacho Monreal en la defensa, Aaron Ramsey, Alex Oxlade-Chamberlain, Santi Cazorla y Granit Xhaka en el medio campo y adelante Oliver Giroud, Theo Walcott y Danny Welbeck, es decir, jugadores capaces pero que no explotan su potencial al 100% o que se quedan en promesas eternas, los 'Gunners' no solo carecen de una táctica competitiva y adaptada a la actualidad sino de un conjunto desmotivado y eso se pudo ver perfectamente la última eliminatoria de Champions contra el Bayern Munich.
Opacado por el Tottenham.
En el norte de Londres no solo se habla de lo mal que la está pasando el Arsenal también hay algo bueno en dicho sector, un equipo de perfil bajo y acérrimo rival de los 'Gunners', el Tottenham Hotspur, a pesar de que su último título se remonta a la Copa de la Liga de 2008 y que no ha ganado un título de liga desde 1961, los 'Spurs' están dando de que hablar gracias a la dirección de Mauricio Pochettino, entrenador del club desde 2014 después de la polémica gestión de André Villas-Boas, aunque el equipo que juega en White Hart Lane desde antes de la llegada del argentino ya había optado por un proyecto para abandonar la media tabla en también a jugadores baratos pero sin una etapa formativa del todo dentro del club, además de mantener en el estadio en los estándares que pide la UEFA para ser considerado categoría 4, los resultados en los últimos 10 años han sido favorables empezando por jugar la Copa UEFA (Hoy Europa League) y ahora peleando los primeros puestos para no solo ingresar a la Champions League sino pelear la Premier, aunque con un fútbol menos dinámico y un perfil más bajo que el de los de Highbury.
Arsenal tiene que empezar a dejar su zona de comfort y ser más ambicioso a nivel deportivo que financiero, no hay dudas sobre la capacidad de Arsène Wenger y el tiempo que ha logrado mantenerse más los resultados y récords que ha dado al fútbol inglés pero este deporte es de ciclos, de renovación y adaptación, la afición no comprende de negocios pero sí de competitividad deportiva.
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