¿Cómo le hizo Croacia para llegar a la final del Mundial?
No va a faltar el incrédulo de la prensa deportiva que quiera demeritar que Croacia haya llegado a la final de la Copa del Mundo, ese momento al que supuestamente los gigantes solamente pueden acceder y al que muchos han tenido el descaro de decir que llegó fácil cuando detrás de esta final hubo dos series de penales, una prórroga contra Inglaterra y enfrentarse en la final a Francia, además de dejar en aprietos a la Argentina de Lionel Messi ¿Y todavía tienen el descaro de decir que los Balcánicos no merecen estar en la final? Es muy fácil decirlo porque es un país chico y relativamente una nación nueva, pero como en cualquier logro deportivo colectivo y más en estas situaciones.
Empecemos por el contexto histórico, ciertamente Croacia es una nación relativamente nueva, es un país que tiene 26 años de ser independiente en su formato republicano, sus jugadores formaron parte de la extinta Yugoslavia, ese equipo que llegó a semifinales en los mundiales de Uruguay 30 y Chile 62, además de ser subcampeón en las Eurocopas de Francia 60 e Italia 68; dentro de ese equipo existía un enorme conjunto de talento se encontraban jugadores de Serbia, Macedonia, Montenegro, Bosnia-Herzegovina, Kosovo y por supuesto Croacia; todo esta mezcla de talentos y diferentes técnicas creó uno de los equipos más competitivos del siglo XX, exactamente desde 1920 hasta 1991 cuando empezó la Guerra de los Balcanes que terminó separando a estos países, por consiguiente empezaron proyectos diferentes en el fútbol siendo los serbios, los bosnios y los croatas los más destacados.
Para empezar a destacar ahora como naciones independientes tuvieron que recurrir no solo a su talento local sino a explotar sus fortalezas físicas, como es conocido el caso de los serbios su característico juego ríspido de mucho contacto y pierna por su estatura y corpulencia; mientras que los croatas optaron más por la técnica y la posesión del balón; Croacia es un país muy pequeño, supera apenas los 4 millones de habitantes y la Primera Liga solo tiene 10 equipos en su máximo circuito ¿Cómo hacer una selección realmente competitiva ante estas limitaciones? Quienes quieran dedicarse al fútbol tienen dos opciones bastante viables, una de ellas es debutar en el Dinamo de Zagreb, el club más importante del país y de donde han emergido estrellas como Dario Šimić, Eduardo da Silva y Niko Kranjčar; otra de las opciones que también es redituable es debutar en un equipo más chico el cual da más prioridad al jugador nacional que el Dinamo que tiene más extranjeros (que no son impedimento para el progreso del local como suele pensarse), ser la revelación del torneo croata y de paso colarse no solo a los torneos de clubes europeos sino a la Selección independientemente si es la juvenil o la mayor, cualquiera es lo suficientemente válida para llamar la atención de varios clubes de Europa.
La selección actual no solo es producto del exitoso modelo de negocios croata, es a la vez un exitoso cambio generacional motivado por el legendario equipo de Francia 98 y quienes a comparación de ellos algunos vivieron en carne propia la devastación de su país en su infancia, y no en la adultez como aquella Selección que quedó en tercer lugar que son etapas muy distintas en materia mental; cuando el equipo noventero envejeció Croacia y después de no clasificar a Sudáfrica 2010 y confiados de una nueva generación revolucionada de futbolistas se pensó que Brasil 2014 sería el regreso de los Balcanicos, no fue así, quedaron en Primera Ronda, uno puede pensar que fue un pésimo esquema táctico de Niko Kovac, no del todo, el problema de aquel equipo fue la inexperiencia de su conjunto que todavía tenía que madurar.
Rusia 2018 significó no solamente la revancha sino la oportunidad de darse a conocer al mundo y de mostrar el verdadero potencial de las cualidades de los croatas ya mencionadas, ahora con mayor madurez y con jugadores cotizados en los mejores clubes de la elite europea, además de otros de mediana categoría pero siendo titulares indiscutibles y regulares, además de ser un cuadro constante que ha jugado por incluso ocho años con pocos cambios en posiciones clave a pesar del cambio de técnico que representó la salida de Ante Čačić por Zlatko Dalić; una transición hecha estratégicamente para no cambiar el estilo croata que se dio a conocer más que nunca en este Mundial, pero con un complemento, una de las fallas en Brasil 2014 fue la poca capacidad de respuesta en situaciones adversas y no aprovechar las ventajas; mientras otros equipos dependían del contraataque o mantener el resultado poniendo todo el equipo en área defensiva, Croacia optó por un sistema de asfixiar al rival mediante una condición física que durara los 90 minutos de partido e incluso tiempos extra, este sistema le permitió ganar todos sus partidos en la fase de grupos de manera convincente; aunque este también tuvo sus inconvenientes, el manejar un sistema de prioridad física y técnica cansó a sus propios jugadores durante las fases de eliminación directa, de ahí que hayan llegado siempre a las prórrogas, salvo la final donde Francia le leyó bien el partido además de circunstancias que hicieron que aprovecharan mejor el resultado.
De cualquier manera el futbolista croata para los diversos clubes europeos no solamente es garantía en cuestiones tácticas sino en mentalidad proveniente de la motivación que implicó la Guerra de los Balcanes que pasó de ser una reconstrucción a una exposición positiva al mundo, que es un país que dentro de algunos años siguiendo sus modelos de negocio y formación de jugadores pueda convertirse en una potencia del fútbol para dejar de ser la Cenicienta en cada torneo.
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