El rock mexicano ¿Ha muerto?
Por muchos años, incluso en la época de nuestros abuelos se le había reconocido a la industria de la música mexicana como una de las más exitosas, lucrativas, apasionadas e incluso de las más codiciadas no solo en América Latina sino en Europa, Norteamérica y Asia; incluso cumpliendo con el cambio social que se veía venir sobretodo en el siglo pasado. La música mexicana evolucionó y obviamente conoció el rock; lo que empezó como una relación turbulenta terminó convirtiéndose en un agente social y de cambio sobretodo para los jóvenes quienes vieron que el rock no era exclusivo del mercado americano o británico, sino bandas con identidad mexicana pero con calidad que ha sido reconocida incluso en países como Alemania, Japón, España, Francia, Estados Unidos, Gran Bretaña y por supuesto en América Latina. Sin embargo en años recientes la producción, calidad y reconocimiento ha venido a menos; el rock mexicano ha dejado de proponer y dejar de ser aquel agente social que fue en décadas anteriores, las posibles causas a continuación.
Falta de propuesta.
Si algo distinguió a muchas bandas en décadas pasadas, sobretodo en los 90's fue la propuesta nueva que se venía, mezclar varios sonidos, la identidad mexicana, importando ideas de otros países que pueden ser aplicables en la música y por supuesto letras atrevidas; eso es algo que no se ha visto ya en últimos años en el rock mexicano; al contrario, se ha visto como muchas de estas bandas copian descaradamente a otras de diferentes países, los sonidos y los videos han perdido aquella identidad nacional; las bandas se han preocupado más por vender que proponer, y eso es algo que a la larga no generará la popularidad, el respeto e ¿Por qué no? Los ingresos para todos los integrantes.
Explotación "underground".
Sabemos que existen bandas que aún proponen, sin embargo han decidido mantenerse en la onda underground, lo que no es mainstream, la onda hipster vamos, los acutales rockeros mexicanos han decidido mantenerse en este ámbito que hasta cierto unto ha sido conformismo de los mismos, evitar las giras, las presentaciones, la inversión e incluso a las disqueras, conformándose con tocar para unos cuantos y estar en las letras chiquitas de los festivales de música; no es de sorprenderse que estas bandas sol sean reconocidas en las grandes ciudades que gozan de estos festivales, mientras que las pequeñas o medianas ciudades se conforman con las bandas del ayer o no las conocen.
Las disqueras.
Probablemente uno de los dolores de cabeza de la escena del rock nacional han sido siempre las disqueras, aquellas que apuestan más por un grupo o solista de pop barato que genera ganancias a corto plazo pero no una banda de rock arriesgada que a la larga le genere dichas ganancias y popularidad, tanto grupos como disqueras han evitado el riesgo como el que se suponía en décadas anteriores; evitando así el crecimiento del género. Hoy en día en los pocos canales de música que existen en la televisión, en las radios online y clásicas e incluso en las tiendas de albums ya sean físicas u online carecen de material de nuevas bandas de rock mexicano.
Material de otros países.
A falta de material nacional el consumidor de música tiene que buscar saciar su gusto por el género en otros países, por supuesto desde México, aunque en décadas anteriores también el consumidor tenía en sus manos música de Estados Unidos, Argentina, Reino Unido y España por su popularidad en el género, hoy es día ha decidido irse a lugares más exóticos como Islandia, Noruega, Alemania e incluso Corea del Sur; y curioso, pero esta vez no se trata de malinchismo, se llama falta de propuesta independientemente de los gustos de cada quien y ante la explotación de la información por internet, obviamente la competencia en otros países crece aún más.
Falta de concientización.
Si algo ha distinguido al rock mexicano es su labor como agente social en los mexicanos, sobretodo en los más jovenes, despertarlos de lo que está pasando en el país tanto a nivel político, empresarial y social, alguna banda irreverente como en su tiempo lo fueron Molotov, La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, Panteón Rococó, El Tri e incluso Café Tacuba; hoy en día no existe ese mensaje social, en parte debido a la situación política que vive el país, la enorme diferencia partidaria y la falta de criterio de algunos jóvenes y ¿Por qué no? También de los adultos, la falta de identidad hacia el producto nacional y la poca mercadotecnia que se le dan a las bandas de la actualidad, de ahí que el gusto de varios mexicanos siga siendo con las bandas de antes y muy raramente con alguna actual.
Pareciera que ya todo se ha dicho en la escena del rock mexicano pero están equivocados, no hay que olvidar que México es uno de los países con mucha riqueza cultural en el mundo, hay muchos temas que no se han dicho, la censura ya no es el enemigo como en décadas anteriores y aún así los que quieren entrar a este negocio le tienen miedo, ya no estamos en 1968 ni en la década de los setentas; la propuesta está al alcance de todos, solo falta plasmarla en música.
Falta de propuesta.
Si algo distinguió a muchas bandas en décadas pasadas, sobretodo en los 90's fue la propuesta nueva que se venía, mezclar varios sonidos, la identidad mexicana, importando ideas de otros países que pueden ser aplicables en la música y por supuesto letras atrevidas; eso es algo que no se ha visto ya en últimos años en el rock mexicano; al contrario, se ha visto como muchas de estas bandas copian descaradamente a otras de diferentes países, los sonidos y los videos han perdido aquella identidad nacional; las bandas se han preocupado más por vender que proponer, y eso es algo que a la larga no generará la popularidad, el respeto e ¿Por qué no? Los ingresos para todos los integrantes.
Explotación "underground".
Sabemos que existen bandas que aún proponen, sin embargo han decidido mantenerse en la onda underground, lo que no es mainstream, la onda hipster vamos, los acutales rockeros mexicanos han decidido mantenerse en este ámbito que hasta cierto unto ha sido conformismo de los mismos, evitar las giras, las presentaciones, la inversión e incluso a las disqueras, conformándose con tocar para unos cuantos y estar en las letras chiquitas de los festivales de música; no es de sorprenderse que estas bandas sol sean reconocidas en las grandes ciudades que gozan de estos festivales, mientras que las pequeñas o medianas ciudades se conforman con las bandas del ayer o no las conocen.
Las disqueras.
Probablemente uno de los dolores de cabeza de la escena del rock nacional han sido siempre las disqueras, aquellas que apuestan más por un grupo o solista de pop barato que genera ganancias a corto plazo pero no una banda de rock arriesgada que a la larga le genere dichas ganancias y popularidad, tanto grupos como disqueras han evitado el riesgo como el que se suponía en décadas anteriores; evitando así el crecimiento del género. Hoy en día en los pocos canales de música que existen en la televisión, en las radios online y clásicas e incluso en las tiendas de albums ya sean físicas u online carecen de material de nuevas bandas de rock mexicano.
Material de otros países.
A falta de material nacional el consumidor de música tiene que buscar saciar su gusto por el género en otros países, por supuesto desde México, aunque en décadas anteriores también el consumidor tenía en sus manos música de Estados Unidos, Argentina, Reino Unido y España por su popularidad en el género, hoy es día ha decidido irse a lugares más exóticos como Islandia, Noruega, Alemania e incluso Corea del Sur; y curioso, pero esta vez no se trata de malinchismo, se llama falta de propuesta independientemente de los gustos de cada quien y ante la explotación de la información por internet, obviamente la competencia en otros países crece aún más.
Falta de concientización.
Si algo ha distinguido al rock mexicano es su labor como agente social en los mexicanos, sobretodo en los más jovenes, despertarlos de lo que está pasando en el país tanto a nivel político, empresarial y social, alguna banda irreverente como en su tiempo lo fueron Molotov, La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, Panteón Rococó, El Tri e incluso Café Tacuba; hoy en día no existe ese mensaje social, en parte debido a la situación política que vive el país, la enorme diferencia partidaria y la falta de criterio de algunos jóvenes y ¿Por qué no? También de los adultos, la falta de identidad hacia el producto nacional y la poca mercadotecnia que se le dan a las bandas de la actualidad, de ahí que el gusto de varios mexicanos siga siendo con las bandas de antes y muy raramente con alguna actual.
Pareciera que ya todo se ha dicho en la escena del rock mexicano pero están equivocados, no hay que olvidar que México es uno de los países con mucha riqueza cultural en el mundo, hay muchos temas que no se han dicho, la censura ya no es el enemigo como en décadas anteriores y aún así los que quieren entrar a este negocio le tienen miedo, ya no estamos en 1968 ni en la década de los setentas; la propuesta está al alcance de todos, solo falta plasmarla en música.
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