Una enfermedad llamada Selfie

Con los avances de la tecnología en cuestión de fotografía, internet y redes sociales se nos hace muy común escuchar el término "selfie" o sea autorretratos o fotografiarse a sí mismo, basta con meterse a nuestra red social de preferencia para ver la cantidad de fotografía de este tipo que nos podemos encontrar y en distintas formas; claro, encontramos gente agradable que está en la fiesta, en un restaurante, en familia o simplemente descansando en casa, no se nos hace mal, es común que la gente e incluso nosotros lo hagamos; pero como todo en la vida, el exceso es malo ¿Problemas con las selfies? Varios a continuación.

No digo que está mal tomarte una foto de ti mismo o de los tuyos al día, eso es algo normal y que todos en algún momento de la vida y más en esta generación lo hemos hecho, el problema es cuando nuestros muros, timelines o como guste llamarlos se saturan de la misma imagen, pose o autoretrato; hasta aquí se hace todo un detonante de emociones tanto de la persona "spamera" como de los que la vemos.

Es bien sabido que el exceso de "selfies" compartidas se le reconocen varios males psicológicos, uno de ellos es la falta de atención en el hogar o en su propio círculo familiar nuclear (Papá, Mamá, hermanos y/o abuelos) de ahí que se recurre a las diversas redes sociales como método de recuperar esa atención en base a la desesperación y a la histeria que denotan en el famoso spam; los likes, fav, follows o corazoncitos, se vuelven como alimento para la persona, pero como cualquier adicción (Otro mal relacionado), no se es suficiente y entre más se alimente el autoestima dañado de esta persona más se querrá compensar por este medio, que por supuesto no es el correcto y que deja mucho que desear a los especialistas de los especialistas en enfermedades mentales.

No solo la fotografía se vuelve algo molesto sino también los agregados, los ahora famosos filtros, como si los problemas mentales de la persona no fueran suficientes también hay un problema con el físico, ya que al ocultar su identidad exterior también existe una especie de no aceptación de ellos mismos, derivado de una baja autoestim que al mismo tiempo se convierte en depresión, una amiga decía claramente: "Las mejores selfies de Instagram son las que no tienen filtros; le doy la razón, ya que no ocultas nada, no temes a las críticas de los demás y desmuestras seguridad ante tus contactos. Además no hay que olvidar que la función de los filtros no era desaparecer los problemas mentales y la falta de aceptación en uno mismo, sino agregar un efecto "artístico" a las fotos del celular que por lo general no resultan ser las mejores en cuanto a calidad; sin embargo el exceso de filtros se ha convertido también en un objeto de estudio para psicoterapeutas por sus efectos en la histeria por la falta de atención,

Pero también nos causa disgusto a nosotros los followers o amigos, pues nos crea una sensación de contaminación visual, acostumbrándonos a ver el mismo espejo del baño, la misma cama destendida, la misma "duck face"; más que de crearnos gusto de saber de la persona, nos crea un disgusto, nos crea un mal concepto de la persona y m´s que de querer seguir en contacto con la persona o ayudarla le damos el famoso "unfollow" o unfriend".

Repito, no digo que está mal tomarse selfies, tampoco ponerle un filtro, mucho menos ponerle mensajes reflexivos, el problema como muchas cosas en la vida se encuentra en el exceso, una selfie al día es más que suficiente, una selfie innovadora cada día dará a tu album una mejor perspectiva a tus amigos/followers y una selfie en diferentes lugares de tu ciudad, alrededores o viajes hará que luzcas más interesante, este consejo te doy, porque tu amigo Hugo soy.



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