The Anti-Force Awakens


Sin duda el tema del momento en diciembre de 2015 curiosamente no son del todo las fiestas navideñas, sino un "despertar", exacto, es la nueva película de Star Wars: The Force Awakens; la película de ciencia ficción como en cualquiera de sus episodios genera grandes expectativas entre los fanáticos quienes esperan una continuidad razonable en la historia de la saga; además de las novedades en cuanto a personajes y efectos especiales y rememorar los elementos o símbolos clásicos de la famosa Guerra de las Galaxias. Pero hay un sector que no está nada contento con la continuidad de la saga y no por algún acalorado debate sobre algún detalle que se le haya escapado a George Lucas, sino por el hartazgo que ha provocado que sea el tema del momento, incluso por encima de otros temas de relevancia no solo por la época sino por el medio.

La imagen a nivel mundial.
En sí la trama de la saga no necesita presentación (mucho menos spoilers) pero Star Wars pasó de ser una simple película de ciencia ficción a convertirse en uan franquicia de medios, es decir, todos los elementos usados en las filmaciones es propiedad intelectual, en su momento de George Lucas y desde 2013 propiedad de Disney; desde 1977 se convirtió rápidamente en ícono de la cultura pop, lo cuál hizo convencer a Lucas de crear la primer trilogía y casi dos décadas después la trilogía de las precuelas; esto no solo compensó el desarrollo de la historia sino también hizo crecer la recaudación que se convirtió en una de las más rentables que incluso alcanzó a tener un "Universo expandido" la cual no se basa en filmes sino en otros recursos tanto gráficos como multimedia (novelas, cómics, caricaturas y series); pero esto no fue solamente logro de la raza humana protagonista, sino también de diversos personajes entre los que destacan diversas razas de extraterrestres, robots o androides y hasta las naves se han vuelto parte de este conjunto de medios, hablamos de toda una gama en cuanto a derechos de autor, y por supuesto a ganancias totalmente rentables aún cuando no todos los episodios han resultado ser todo un éxito; por lo que la expectativa de la nueva película es muy alta y por consiguiente el mercado aprovecha la situación.

La expectativa.
¿Qué tiene de fascinante esta nueva entrega de La Guerra de las Galaxias? La respuesta es bastante sencilla, es la continuación de la primera trilogía que salieron en 1977 (A New Hope), 1980 (The Empire Strikes Again) y 1983 (The Return of the Jedi); esto significa el regreso de algunos personajes como Han Solo y Chewbacca, y levanta las incógnitas de qué pasará con la Alianza Rebelde después de haber matado al Emperador Palpatine (a.k.a Darth Sidious) y haber destruído la Segunda Estrella de la Muerte y con ello la derrota del Imperio Galáctico; fuera del contexto de la historia suena una formula bastante interesante que incrementa el morbo de los fanáticos (sobretodo de los verdaderos), aparte de la historia se quiere saber el peso que recae ahora en Disney el haber comprado prácticamente a un monstruo de la ciencia ficción, también en los actores que tendrán que llenar lo que generaciones anteiores hicieron de esto algo épico y para la producción significará la mejora de los efectos especiales ya conocidos, desde el sable de luz hasta las batallas intergalácticas, todo esto tiene que resultar un orgasmo visual a los Jedis y Sith terrícolas; pero esto no significa una gran expectativa para un pequeño sector, hablo de aquellos de los que no son fans significa un bombardeo de la mercadotecnia incluso en sus productos y servicios favoritos donde alegan todo tipo de comentarios en contra de la saga, incluso con disque argumentos bastante válidos.

Sobrevalorado.
Está claro que Star Wars no es monedita de oro para caerle bien a todos, así como cualquier otra saga de películas tiene a sus fanáticos y a sus detractores, pero por algún momento enfoquémonos en los segundos, muchos aseguran tener argumentos del por qué su desagrado; uno de ellos es la sobrevaloración que se le ha dado a la saga que aseguran es el reciclaje de todas las películas de ciencia ficción similares y que se habían hecho antes, el caso de Flash Gordon o 2001: Odisea en el Espacio; alegan que el producto se ha sobreutilizado sin ser original, al grado que ya aborrece continuar con la historia y que ha perdido el sentido de la misma, además de considerarlo un producto demasiado "infantil" y que las personas fanáticas son solamente geeks inmaduros.

Puede que hasta tengan razón.
En cuanto a la idea original partiendo de la primer película de Star Wars ciertamente ha sido una copia de diversas obras anteriores, pero esto ocurre en todas las sagas o filmes; Harry Potter, El Señor de los Anillos, Los Juegos del Hambre, Maze Runner y hasta Crepúsculo; han pasado por procesos de creatividad similares para llegar al supuesto climax de su género, cada una de ellas parte de una idea antecesora; en el caso de Star Wars ciertamente George Lucas tomó referencias de Flash Gordon, pero recordemos que esta a su vez tomó otras referencias como Viaje a la Luna (Tanto la película como el libro); es decir, es un mix de todo lo mejor de todo lo mejor que había existido en el género y fuera de él, pues Star Wars no es solamente una película de un espacio futurista ficticio, es también física, relaciones diplomáticas, matemáticas, disciplina militar, esgrima, tecnología, historia y hasta economía y política; los episodios conforme avanzan también lo hacen evolucionando con estos conceptos y eso es lo que la hace novedosa cada vez más, adecuar la historia a los tiempos de cada film, y por supuesto que se toman referencias de otras historias tanto reales como de la ficción.

Los maduros inmaduros.
Aunque el cliché del fanático promedio de Star Wars es el geek nerd; pero no hay que olvidar que es eso, un estereotipo, el fan bien puede ser incluso alguien que solo gusta de las películas pero no de los productos (Juguetes, ropa, accesorios, tazas, vajillas, etc.); otros simplemente conocen el mundo de la saga y otros tantos solamente la conocen por la famosa frase de "Luke I'm your Father"; pero de algo podemos estar seguros, es parte de la cultura pop actual; incluso ha sido objeto de estudio por la NASA; su sistema político, religioso y hasta económico se ha comparado a varias naciones, ni se diga de su estrategia militar; considerarlo como un producto para gente inmadura no sería del todo una aberración pues cada quien toma el concepto como más le conviene, pero si hay que tomar en cuenta que la historia deja mucho que aportar a la sociedad, Star Wars no solo se ha convertido en un producto del llamado Séptimo Arte, sino en un simbolismo de nuestras fantasías futuristas, la inmadurez solo puede ser considerada cuando el fanatismo se sobrepasa y se pierde verdaderamente el sentido de la realidad, que sí llega a pasar con algunos fanáticos, de esos no hay duda, pero no hay que olvidar que también eso es un cliché.

La imposición de la mercadotecnia.
Si en algo puedo estar de acuerdo con los detractores es en el exceso de productos relacionados al film, sin embargo esto es una práctica común, cuando un elemento con tantos símbolos explotables para el uso de la mercadotecnia es obvio que su atractivo es mucho mayor para quienes lo veneran, Star Wars tiene tanto que explotar, es una historia tan rica y con tantos personajes icónicos que es fácil plasmarlos en playeras, llaveros, termos, juguetes de todo tipo, caramelos y por supuesto las famosas ediciones especiales conmemorativas, basta con ir en estos momentos a cualquier tienda departamental o supermercado y ver la gama de productos en cualquier pasillo de estos, esto resulta ser un agasajo para varios de los fans antes mencionados, pero ¿Qué hay de los que no son? Estos piden a gritos (especialmente en sus redes sociales) que no se les imponga Star Wars jurando que no se dejen manipular por la mercadotecnia de las grandes marcas, pero detener el consumismo galáctico es prácticamente imposible; incluso en los tiempos en que no existen las famosas ediciones, es la gran mayoría contra ese selecto 1% que jamás ha visto la saga.

Ni tan selectos.
Me remonto a un frase de un amigo sobre quién es peor, si los fanáticos que invaden sus redes sociales con cuanto material relacionado a Star Wars o los que no gustan de la película pero lo expresan con demasía en internet; ambas partes son calificadas de hartantes a su modo, ambas partes pueden tener la razón, La Guerra de las Galaxias es una de las mejores películas jamás dirigidas pero al mismo tiempo no hay que tomarla demasiado en serio; decir que existe un selecto grupo que la ha visto y no la ha visto solamente denota una dis puta sin sentido, vamos, ni siquiera se puede saber con certeza si es verdad que solo existe ese porcentaje de personas que no han visto la dichosa saga, no verla no significa madurez, solamente no entra en los gustos de ciertas personas y eso es algo que sinceramente a muy pocos les interesa, si en todo caso no haberla visto significara algo mejor para la humanidad no se seguiría filmando y aquí seguimos teniendo la prueba de que se mantendrá la leyenda galáctica.

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