La "perfección" del mundo gay.


En alguna ocasión ya había comentado en el blog sobre el materialismo en la sociedad gay; nuevamente retomo el tema pero esta vez no en el sentido económico-clasista, aunque sí tienen similitudes, y me refiero a la imagen física; es decir, anteponer lo exterior a lo interior o al pensamiento para darse la satisfacción ante ellos y los otros, una especie de metrosexualismo pero enfocado a buscar similares.

La perfección física se enfoca principalmente en cuerpos atléticos, higiene personal excesiva, uso de marcas reconocidas y/o costosas en su vestimenta formal e informal, cuidados para todas las partes del cuerpo en distintas versiones que van desde las cremas, los suplementos alimenticios, productos de cuidado capilar, arreglos en centros de belleza y hasta spas y por supuesto no olvidar estar en las tendencias físicas.

Si bien, las tendencias metrosexuales fueron inicialmente descritas en 1994 por Mark Simpson, un periodista británico del Daily Telegraph especializado en la cultura pop masculina la cual podemos observar mucho en su sitio marksimpson.com, en el que incluso cuestiona a la clase gay que se ha convertido en una sociedad "spornosexual", es decir, basada en los deportes y la pornografía; este término lo adoptó hasta 10 años después del metrosexualismo, pero tomó más fuerza curiosamente en el 2014, cuando se ponen de moda no solamente los cuerpos atléticos, sino los tatuajes, los piercings y el vello facial arreglado; es decir, físicos que inciten los deseos sexuales ajenos y por consiguiente sentirse más deseados en pro de la satisfacción sexual.

La pornografía y el deporte son dos de los negocios más rentables, con mayor crecimiento, una gran exigencia, con un amplio mercado y con bastante admiración por parte del espectador el cual muchas veces desea estar en su lugar o ser parte de ellos; el deporte ya lo conocemos como una máquina mercadológica pero el de la pornografía es un asunto de morbo y tabú a la vez; esta, al igual que Hollywood ofrecen una fantasía basada en personajes y situaciones perfectas, en este caso la perfección sexual y física.

Es cierto que el físico es una de las partes más importantes de la atracción hacia otras personas, sin embargo pareciera que en el mundo gay es la más importante, al igual que el dinero y el materialismo y por supuesto muy por encima del pensamiento intelectual y sentimental, personas que añoran cuerpos arreglados, con prácticamente ninguna imperfección, acomodados a su imagen y semejanza física, aspectos considerados varoniles, haciendo de estos deseos una situación pretenciosa; pero por supuesto ellos tienen que ser parte de esto "para encajar".

¿Y qué hay de los sentimientos y la inteligencia? Vivimos en una época en la que este par de cosas no venden en el mundo gay, tiene más valor un hombre musculoso velludo en jockstraps que un estudiante de ingeniería homosexual; y es aquí cuando dictan las frases de que el sexo vende o el que no enseña no vende. Pero también recordemos que en esta realidad llena de deseos por la perfección y la satisfacción también viene acompañada de la semejanza, hay un estereotipo por así decirlo que dice que los gays tienen que estar con alguien similar a su físico, es decir, los delgados (o twinks como les llaman) con delgados, los osos con osos, los atléticos con atléticos y así sucesivamente; y ojo, no digo que esté mal tener ciertas exigencias físicas porque todos las tenemos en algún momento, pero el simple hecho de decir por ejemplo "no vas al gym, no eres nadie para mí"; juzgar al libro por su portada es el primer paso a la frustración eterna. Tampoco diré que está mal fijarse en el físico, por supuesto que es parte de la atracción, pero si nos basamos en un único estándard del mismo es cuando empieza la frustración sexual, tampoco veo con malos ojos que encuentren a su similar físico, por alguna razón coincidieron, y eso está bien.

Pero ¿Por qué casi siempre vendernos el hecho de que para ser un gay feliz tienes que ser perfecto fisicamente y tener dinero? Porque es el punto máximo de admiración en las sociedades de consumo, independientemente de sus logros académicos, laborales, personales o incluso sentimentales; la belleza por lo regular se impone al intelecto, porque es lo primero que vemos, que admiramos, que decimos si nos gusta o no; la comunidad gay es bastante consumista, por consiguiente materialista, van desde la música, la ropa de todo tipo, suscripciones a revistas, gimnasios o cursos deportivos, tecnología, compras en aplicaciones móviles, alimentación, cuidado corporal y sexual, salud, turismo, artículos ecológicos, entretenimiento en las calles, bebidas alcohólicas, drogas, etc.; toda una gama de productos en los cuales se adapta primero lo visual, lo demás lo dejan en segundo plano.

Uno es libre de decidir sobre su cuerpo y/o físico, al final hay que reconocer que es un templo, pero es una condición individual y no una que debemos condicionar a los demás, pero eso que le importa a los productores de la pornografía y el mercado gay; y por supuesto no le interesa a gran parte de los consumidores, no resulta tan inclusivo como lo han sido otros sectores como el caso reciente de Barbie o modelos de talla grande.

Sin embargo aunque la comercialización y estereotipos de la sociedad gay no es apta para los considerados "mortales" hay personas que siguen optando por el anti-perfeccionismo, es decir, no basan sus gustos o preferencias en el cliché consumista homosexual, hay quienes incluso quedan fastidiados de los grandes productores pornográficos por considerarlos aburridos, pocos innovadores, demasiado pefeccionistas y que no reflejan en sí lo que es el acto sexual como lo hacen las categorías amateur; también los que basan sus relaciones sexuales o por qué no decirlo sentimentales en personas que para la publicidad no resultan atractivas; otros prefieren ser más individuales y deciden no seguir los estereotipos de la perfección haciendo de su cuerpo lo que ellos desean y creen conveniente para ellos.

No hay que olvidar que también que nos quieren vender el #LoveWins como algo sencillo, algo que surge de la nada, una fantasía erótica, que una vez que haz conseguido un cuerpo divino y consumes todas las marcas reconocidas tendrás todos a tus pies, incluyendo a quien te gusta para ser felices; cuando nos olvidamos que para que naciera dicho hashtag hay una historia de lucha y de sangre (literalmente hablando); pocas son las marcas que reconocen la antiperfección como la perfección, pero nuevamente regresamos a la frase del que no enseña no vende.

Obviamente al ser consumido más el material sexual del hombre perfecto habrá más que harán intencional o accidentalmente menos a los mortales, pero esto no es exclusivo de esta época, está en la naturaleza humana, que se haya convertido en prácticamente material generador de ganancias económicas, populares y de tendencia es otra cosa; al final de cuentas nos dejemos o no nos dejemos influenciar por esta bendición del capitalismo gay no hay que olvidar lo que nos dijo un viejo proverbio que dicta entre la comunidad “If you don't love yourself, how in the hell you gonna love somebody else?”.

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