La endeble y sensacionalista prensa deportiva mexicana.


Hay varias cosas que los Juegos Olímpicos de Rio 2016 nos han enseñado en México, la primera y la más importante que nos cuesta reconocer son las carencias que sufren nuestros atletas por llegar a tan esperada fiesta, la otra la corrupción que existe tanto en CONADE como en el COM y las federaciones deportivas, también como la abundante doble moral de la sociedad afecta tanto como un directivo corrupto, que hay personas (pocas pero las hay) que reman contra el sistema tan dañado que tiene el deporte y nuestro país en general y otra es como la prensa deportiva en México es un chiste que solo se preocupa por vender espejitos y morbo a racimos que enfocarse en su verdadera labor, informar.

Si bien, existen cadenas informativas ya sean medios fríos o calientes que reciben favores ya sea por parte del gobierno o la iniciativa privada a cambio de la manipulación de la información esa no es la prioridad en este tema, sino de la cuestión sensacionalista en afán de vender sus productos y dejar que el fenómeno morboso actue en base no a la información, sino a diversas cuestiones que son todo menos informar.

Son pocos los periodistas de hoy en día que se encuentran totalmente preparados para llevar a cabo tan necesaria labor en estos momentos donde el amarillismo, el famoso 'chairismo' y donde hay excesivo contenido en diversos sitios y la información no llega como tiene que ser; el periodista deportivo de hoy en día prefiere provocar polémicas mediante gritos, interrumpiendo argumentos y debates y sintiéndose el Premio Pulitzer sin tener al menos un solo mérito para tenerlo debido a su falta de imparcialidad.

Importa más el titular de la noticia de un impreso o de algún contenido multimedia que una opinión concreta e imparcial sobre el acontecer del deporte mexicano; el periodista antepone la conveniencia de lo que el lector, suscriptor o televidente quiere leer, escuchar o ver que lo sus ideales e investigación que en muchos casos deja mucho que desear; y es que la mayoría de los periodistas deportivos tienen miedo de perder su trabajo por sus ideales y son tan pocos los lugares que los respetarán a toda costa; pero al mismo tiempo existe una línea delgada entre defenderlos y convertirte en una especie de 'talk show', donde los ánimos sobresaltan y lejos de convertirse en la defensa de las ideas ya sea en televisión, redes sociales o columnas se convierte en motivo de burla, en especial en un país donde el público mexicano tiende mucho a la burla, la carrilla, la botana, como se le diga en sus respectivos estados o ciudades.

El periodista deportivo de hoy en día, ya no decir tanto de los añejos lejos de convertirse en las figuras respetables, entrañables y nostálgicas prefieren sentir la fama de los medios que los acogen y sobrellevarla a niveles nefastos; igual y hay pocos, prácticamente contados los dedos de una sola mano que les funciona el perfil de ser un tanto este perfil, pero que ya prácticamente toda la televisora, portal, radio o prensa quiera tenerlo, lo que le resta veracidad y por qué no decirlo, audiencia.

En otros países, por lo menos en los más desarrollados o que están al nivel socioeconómico de México el trabajo de investigación periodística deportiva va más allá de los eventos cumbre, en este caso los JJ.OO, se le da seguimiento a cada uno de sus atletas, se sabe de las expectativas y lo que pueden alcanzar a llegar a hacer en una justa olímpica, se le aplaude y se le informa al espectador si las superó independientemente si alcanzó una medalla o no más no le ponen "Fracaso del atleta X", "X se fue sin conseguir nada", "La medalla de bronce no le sirve a X", etc.; una cosa es que quieras vender notas y otra cosa es que te vendas al público hater, el cual abunda en nuestro país.

Si bien es cierto que en algunos países como Inglaterra, Estados Unidos (en el ámbito anglosajón), España, Brasil, Argentina, Alemania y hasta Portugal el periodismo deportivo resulta también sensacionalista tienen sus motivos justificados en base a su investigación, cultura y exigencia a sus deportistas sea cual sea la disciplina, equipo o competición; como se dice en el argot de los medios la prensa de estos lugares "se comen" a los responsables de los supuestos fracasos, se aplaude el esfuerzo y se premia cuando se consiguen o se sobrepasan las expectativas de los objetivos planteados, pero en el caso de México es un sistema que quiere parecer de primer mundo cuando su ética y profesionalismo la mayoría de las veces no siempre lo es, algunos descaradamente se roban ideas de otros, se gritan o discuten cosas sin sentidos en sus programas, se salen de su sitio de trabajo para irse a la competencia en circunstancias bastante escandalosas o incómodas para otros y se enfocan m´pas en castings que en curriculums.

¿Y por qué no menciono ningún nombre? Porque a estas alturas después de que usted lea esto automáticamente ya se le habrán venido varios nombres a la cabeza, sería prácticamente repetir lo ya dicho en esta entrada, y esto obviamente no excenta a ninguna persona, televisora, el trabajo que realizan estas personas ya las quisieran personas que sin estar en los medios o haber estudiado algo al respecto con las carreras de comunicación ya quisieran, pero es más importante el sensacionalismo y vender publicidad que en verdad sentir la pasión del deporte.

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