La credibilidad de Las Estrellas (Y el gobierno).


Nuevamente Televisa vuelve a ser parte de la polémica, sin duda como lo predijeron a finales del año pasado este año sería de mucha transición y caídas para la televisora más importante de México, nuevamente han llegado los cambios, esta vez dos bastante importantes, uno el que veníamos comentando desde hace rato el cambio en el espacio informativo estelar de Joaquín López-Dóriga por Denise Maerker y el siguiente con el cambio de cambio de logo reduciendo su nombre por "Las Estrellas" y ante los recientes eventos polémicos del Presidente Peña Nieto y su gobierno levantan la pregunta, después de varios proyectos que se han o están cayendo en picada ¿Serán los ideales para la Televisora de San Ángel?

Primero: Denise.
Maerker se ha convertido en la primer mujer en ocupar el espacio informativo más importante de la televisión mexicana, después Jacobo Zabludovsky, Guillermo Ortega y Joaquín López-Dóriga, tras varios años acumulando méritos en base a sus reportajes en sus programas Atando Cabos, como conductora de su noticiera en Grupo Formula y en el debate de Tercer Grado se sabía que era la ídonea para ocupar dicho cargo que ya estaba desgastado por el 'Teacher' esto debido a la poca credibilidad que existe en la Televisora gracias a sus conexiones no solo publicitarias sino con el gobierno, el reto de Maerker no es solamente reportar las noticias supuestamente más relevantes de México y el mundo sino acercarse y recobrar el rating perdido en los últimos dos años, que es cuando empezaron a generarse las perdidas; es decir, el reto no será nada fácil, empezando por convecer el público de que su trabajo será diferente, pero bajo la línea delgada de la filosofía de Televisa.

Segundo: Las Estrellas.
Parte de la tendencia de estos cambios empiezan con la imagen que ahora quieren dar, un canal que refrenda su "calidad" de ser el producto estelar de la casa, pero cuando este pierde los ingresos necesarios se necesitan cambios, en la mayoría de las grandes marcas es bien sabido que cuando esto pasa rara vez se atiende el problema de raíz, sino que se atiende solo el exterior, dejando la misma formula pero con nueva imagen, pues eso es "Las Estrellas", el ahora "nuevo" nombre, con la misma programación chatarra y morbosa, aunque pensada para como lo dijo el mismo Emilio Azcárraga Milmo "clase modesta muy jodida".

Tercero: La audiencia.
Aquellas clases a las que se refirió "El Tigre" si bien son los principales consumidores del producto televisivo se han convertido también de alguna manera en su contradictoria, en su momento las clases altas y media criticaban a la televisora por la baja calidad de sus programas comparadas a las que ofrecía la televisión por cable, hoy la programación vía streaming; sin embargo ahora son todos los sectores los que están de acuerdo en la deplorable programación, sin embargo está la línea delgada entre el consumo directo por el simple gusto y el indirecto provocado por el disgusto de otros, el cual genera el famoso morbo y que la marca Televisa siga presente.

Cuarto: Los conceptos publicitarios.
Es obvio que los principales medios de comunicación viven del patrocinio y la publicidad, de lo contrario no se podrían mantener; independientemente de nuestra posición actual sobre Televisa recordemos que hace no más de 15 años para atrás las principales marcas nacionales y de mayor influencia internacional en México, pero la tendencia ha decaído por muchas razones que en su momento eran ajenas a la televisora pero que aún así podía incursionar, la televisión por cable, la importación de programas extranjeros, incursión de programación alternativa e interactiva, programas o segmentos patrocinados, entre muchos tipos relacionados con la televisión; pero ese es el problema actual de Televisa, que la gente ya no ve televisión y sus conceptos por más reciclados que estén, por más alianzas comerciales que haga, por más morbo que genere, por más "cortinas de humo" que presente el asunto será meramente pasajero o de nulo interés entre la audiencia, una de las razones más grandes además de la falta de confianza, el streaming.

Quinto: De Blim y comentarios peores.
México fiel a su estilo queremos convertir muchos conceptos extranjeros en nuestra propia versión, Televisa no fue la excepción, sabiendo que plataformas como Netflix y el mismo YouTube han tenido bastante éxito y están acaparando la audiencia que bien podría estar viendo televisión, es por eso que sale a la luz Blim, sitio de programación streaming con contenido de Televisa, lo primero que la audiencia pensó es que fue una idea pirata y hasta "naca", sin embargo la idea no es mala, pero fue aplicada en mal tiempo y justo después de haber vendido algunos derechos a otras plataformas; luego tenemos YouTube, donde ha incursionado en sus facetas informativas, uno puede pensar que esta incursión levantaría no solo el rating de sus espacios pero resultó ser todo lo contrario, para muestra una sola estadística, Noticieros Televisa en el popular sitio de videos tiene 73,250 suscriptores mientras que el videoblog El Pulso de la República tiene 1,627,036 (hasta hoy viernes 2 de septiembre), aunado a la lista de comentarios y ratings negativos que tiene la Televisora de San Ángel en cada uno de sus videos, si bien están consiguiendo audiencia se está viendo claramente que la calidad vence a la cantidad.

Sexto: El gobierno.
Desde el anunciado regreso del PRI a la presidencia no solo volvieron los fantasmas de la dictadura del siglo XX, sino que estos vinieron recargados con las tecnologías del XXI, aunado a la globalización que nos ofrece el internet y el libre acceso de la información; hemos visto como el sexenio de Enrique Peña Nieto y relacionados a él se han visto inmiscuidos en varios escándalos que involucran su figura política, y aún así Televisa ha optado no solo en justificarlo, sino buscar la forma en que la sociedad no lo sepulte en críticas, recordemos que Peña Nieto fue el candidato escogido por ellos para llevar las riendas del país en pro de su beneficio, pero los hechos ahí están, las reformas fracasadas, la inestabilidad económica, las desapariciones forzadas, la inseguridad y corrupción sus puntos más críticos y la más reciente, su debilidad y falta de liderazgo mostrada ante Donald Trump en su visita a México, Televisa a través de sus espacios informativos trata de tapar el sol con un dedo cuando no solo los medios alternos e internacionales lo han dicho, también la percepción y confianza.

¿Entonces es el fin de Televisa? La respuesta es un contundente no, si bien, son cada vez más las formas en la que el emporio televisivo engrandece su crisis para que una empresa como esta desaparezca y cierre sus transmisiones tendrían que pasar años, y esta crisis lleva incluso menos de tres años, cuando empezaron a mencionarse los cambios que hoy se están aplicando, además habría que ver como resultarán sus nuevos proyectos, ya sea a través de la televisión sino en otro tipo de productos relacionados a los medios, además de que seguirán sus concesiones a través del gobierno, de eso no queda ninguna duda, independientemente de la credibilidad del gobierno entrante o el actual, la desesperación de Emilio Azcárraga Jean y la obsesión de obtener ingresos para su gigante de los medios también incrementan el fenómeno del morbo y generan el ansiado rating y consumo publicitario, como diría uno de los cómplices de este fenómeno televisivo, aún hay más.

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