Tévez: El último ídolo de Boca.


Boca Juniors es uno de los clubes más difíciles de conquistar, no me refiero a la cuestión de los títulos porque es un constante ganador a nivel equipo, sino a las cuestiones individuales; congeniar con el gigante argentino no va por un asunto de jugar bien, recordemos que el famoso Barrio de La Boca y el Xeneize tiene una mística única en el mundo relacionada comunmente con la pobreza pero al mismo tiempo la ley del esfuerzo por llegar lejos, además de generar una empatía con la afición mortal, en una época donde el fútbol se ha vuelto demasiado comercial y donde la fidelidad es una nada constante es complicado encontrar ídolos en una liga tan exportadora como lo es la de Argentina, sin embargo Boca no se va de algunos, uno de ellos Carlos Tévez.

Carlitos, quien parte en el 2017 al fútbol chino (específicamente al Shanghai Shenhua) con un contrato que se dice es similar al de Messi, es decir una oferta que ni el mismo Boca Juniors podría mejorar, se va por dinero para asegurar su futuro y el de su familia y no por una cuestión de hartazgo con el club, ni siquiera la edad es factor pues tiene 32 años, en la edad futbolística en su mejor momento para seguir en Argentina (o incluso en Europa) y aún así la afición el domingo 18 de diciembre en el juego contra Colón le pidió que no se fuera prácticamente con lágrimas entre sus ojos.
Y es que no se va cualquier persona, se va quizás uno de los últimos ídolos de aquel Boca Juniors multiganador de inicios del siglo XXI dirigidos por Carlos Bianchi (otro de los ídolos del Xeneize), Tévez aquí destaca por su creatividad, fuerza y remate, pero sus cualidades técnicas no fueron con las que se ganó el cariño de La Mitad Más Uno, fueron sus orígenes, como muchos futbolistas en Argentina crecen en las poblaciones más pobres y/o conflictivas de sus respectivas ciudades, en el caso de Carlitos sería en Fuerte Apache (De ahí otro de sus apodos), conocido formalmente como Barrio Ejército de Los Andes en la gran Buenos Aires; Tévez ha confesado que de no haberse dedicado al fútbol habría terminado "muerto o en la cárcel"; pues sus hermanos siguieron el camino delictivo.

La características callejeras de Tévez le han permitido no solo destacar a nivel cancha sino también al momento de criticar lo que para él no parece y quizás hasta comportarse como el mismo, criticar a la directiva del club, a otros ídolos como Juan Román Riquelme, Alex Ferguson, Roberto Mancini y hasta con Diego Armando Maradona, quien a su vez lo "banca"; desde sus inicios Carlitos ha tenido conexión con el público por no ser uno más, por ser uno de los suyos y al mismo tiempo uno más que ellos, aunado a sus logros a nivel equipo.

Debutar en Boca no es fácil, jugar en Boca tampoco y mucho menos es sencillo regresar a Boca, y sin embargo Tévez regresó, no como una opción de retiro, pues se encontraba en su mejor momento con Juventus tras haber sido subcampeón de la Champions, había vuelto aquel que en su primera etapa le dio una liga, una Libertadores, una Sudamericana y una Intercontinental; sin ser para nada atractivo, pero con un juego que sí lo es, y por un pasado del cuál la afición y ex jugadores de la institución se identificaron ¿Cómo no iban a recibirlo con los brazos abiertos? Boca Juniors tiene ese algo que hace que te inmortaliza y no se trata de la grandeza que tiene a nivel de títulos, sino como el aficionado xeneize se visualiza en ti.

Viendo esto se puede pensar que salir de Boca no es fácil, pero en el fútbol tan comercial en el que vivimos es complicado, en su momento Carlos recibió distintas ofertas, los clubes europeos por supuesto eran los interesados por el joven talento argentino, y por más que tanto el club bonaerense como el Apache quisieron mantenerse era imposible, además de que en estos tiempos también para que un futbolista tenga un progreso completo en su carrera tiene que pasar por Europa y ahí tenemos su proceso en West Ham, Manchester United, Manchester City y Juventus, atravesar por distintos perfiles del Viejo Continente hizo que regresara a Boca no solamente recargado, sino más maduro, más fijo en sus ideas y en lo que le está haciendo falta al club, pero los defectos del balompié argentino no le permiten continuar y por eso parte a China.

Podemos estar seguros de que Tévez ya se ganó un lugar con otros ídolos, regrese o no regrese a Boca de su aventura asiática; su apellido ya estará junto a Martín Palermo, Juan Roman Riquelme, Antonio Rattín, Hugo Gatti, Guillermo Barros Schelotto, Diego Armando Maradona, Carlos Bianchi, Carlos Navarro Montoya, Roberto Cherro, Roberto Varallo, Juan Carlos Lorenzo, Roberto Mouzo, en fin, todos aquellos que hacen de este club la mitad más uno.

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