La suerte del Patriota.


El Super Bowl LI acaba de convertirse en quizás en el más histórico por diversas razones, es el quinto trofeo Vince Lombardi para la franquicia de New England, el anillo número cinco para Tom Brady en Super Bowl superando a Joe Montana y Terry Bradshaw, Patriots también es el equipo con más SB disputados, Bill Belichick es también el entrenador con más victorias en la historia de este partido, fue el primer partido de este tipo en llegar a tiempos extra y el que ha tenido la mayor remontada e incluso el show de medio tiempo ha sido el más costoso desde que se lleva a cabo; los expertos y los no tan virtuosos en el tema siguen hablando de la hazaña del equipo de Boston, ya sea para bien o para mal.

Los recientes logros de los Pats no son ninguna casualidad o suerte como muchos lo han querido nombrar, Robert Kraft, dueño de la franquicia ha apostado por un proyecto que contempla no solamente ganar títulos y dominar la conferencia o la división, sino en la disciplina de sus jugadores, de ahí la contratación de Bill Belichick en 1999, el cuál contradijo a muchos expertos, periodistas e incluso fanáticos pues sus resultados en los Cleveland Browns habían sido bastante negativos, tanto Kraft como Bellichick estuvieron en duda cuando la franquicia ya había atravesado por una crisis financiera, deportiva y el rumor de mudarse a otra ciudad.

New England decidió dejar de enfocarse en los fracasos y las pocas o nulas glorias del pasado para dar paso al presente y al futuro, filosofía que sigue hasta la fecha, mientras otros equipos que se habían considerado grandes como Dallas o San Francisco se han sumido en lo conseguido hace ya más de 20 años, Patriots decide no conformarse y siempre se busca la grandeza; esta sería una constante gracias al tercer elemento de esta maquinaria blanca, roja y azul, Thomas Edward Patrick Brady Jr.; hoy por hoy el mejor Quaterback de la era, y quizás de la historia; reclutado en 2000 en el Draft y titutlar desde 2001, gracias a la apuesta de Kraft por el equipo y a la táctica de Belichick, el resto de la tarea sería de las virtudes de Brady y compañía.

Desde entonces hemos visto como Patriots rompe récords en equipo y de manera individual, gracias a un proyecto admirable y a la vez criticado, incluso odiado, hay que reconocer que New England se ha convertido en el rival no solo al que todos quieren ganarle, sino humillarlo, revelar ante los demás equipos de la NFL sus supuestas trampas y poner en riesgo las leyendas de Kraft, Belichick y Brady; lo cierto es que ha habido episodios oscuros dentro de esta era gloriosa de la franquicia, balones desinflados, interferencias, polémicas decisiones arbitrales, anotaciones dudosas y hasta el caso de Aaron Hernandez aún así los Pats han salido librados para seguir en competencia.

Muestra de que sin importar lo que digan o hagan los detractores y fiel a su emblemática frase "Do Your Job" es la suspensión de Tom Brady, cuatro juegos en los que se notó muy poco la ausencia del gran QB, pensando en el futuro y ante el posible y cercano retiro de Brady han traído a dos jóvenes que ya están dando de que hablar Jimmy Garoppolo y Jacoby Brissett, ambos ya demostraron que no les pesa el famoso número 12 del jersey de Brady, sino que en cualquier momento están listos para continuar la leyenda Patriota; además de que para desestabilizar al equipo habrían que ausentarse otros jugadores clave y que también ya tienen un peso no solo en el equipo sino en la NFL, Rob Gronkowski, Julian Edelman, LeGarrette Blount, Chris Hogan, Danny Amendola, Dion Lewis, Dont'a Hightower, Rob Ninkovich, Stephen Gostkowski, por mencionar solo algunos; parte de la filosofía no solo de Belichick sino la mística que ha creado el equipo es que entre todos se haga el trabajo, independientemente de las circunstancias adversas.

Tal como pasó en este Super Bowl, Patriots tuvo que imponerse no solo al rápido y sorpresivo equipo de Atlanta, sino hacerle frente a las estadísticas que los tenían también en la lona, demostrar que para las leyendas no hay imposibles y que pueden romper los complejos, los números, los 'haters', las críticas e incluso la pérdida de fe de algunos de sus aficionados, lo hecho en Houston hace soñar a sus aficionados, cautiva a los expertos de este deporte y silencia a los detractores con cada punto conseguido, más que suerte se trata de un proyecto que cada segundo se rige por una serie de eventos que desencadenan la mística de aquel personaje en el que se basa el equipo, el Patriota, el que nunca se rinde, el que sigue sus ideales y lo que alguna vez un famoso tuit de la cadena ESPN dijera "Never ever ever ever ever ever ever ever ever ever count out the New England Patriots".

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