¿Otra Tercera Guerra Mundial?


Desde que tengo uso de razón el término Tercera Guerra Mundial ha contado como rumor desde entonces, cabe resaltar que yo nací en el año de 1989, me imagino que las personas que tendrán más edad que yo habrán tenido más episodios, sobretodo porque a ellos les tocó la etapa de la Guerra Fría; y por supuesto que teniendo como protagonista a Estados Unidos; en mi caso desde Kosovo hasta Siria, pasando por Afganistán, Irak, Libia, Pakistán, Sudán, Israel, Palestina y lo que se vaya acumulando en la semana; agregar también la tensión que existe con Corea del Norte, Rusia, Irán y China; los recientes bombardeos de los norteamericanos hacia territorio sirio levantan nuevamente la paranoia y más en las redes sociales por el surgimiento de un conflicto global; siendo la respuesta por muchas razones un rotundo no.

Analizando un comparativo entre la Primera, la Segunda y lo que se podría venir hay demasiadas diferencias, la más importante de todas es la paralización de las grandes potencias (tanto militares como industriales y económicas) y hasta el momento la postura con excepción obvia de Estados Unidos y Rusia ha sido puramente de indignación de manera diplomática más no militar, Siria no puede poner en jaque por decirlo así al G8 o al G20 porque a pesar del uso de armas químicas es un conflicto meramente interno del cual dos países han decidido hacerse cargo pasando por alto a la ONU e incluso a la OTAN y a la UE, Bashar al-Ásad no representa una amenaza para otros países como en su momento lo fueron Adolf Hitler al querer establecer el Tercer Reich y eliminando cualquier elemento de los que estuvieran a favor de los Aliados o el asesinato del archiduque austro-húngaro Franz Ferdinand en Sarajevo a manos de terroristas serbios.

Si bien la soberanía de los países de Medio Oriente y la integridad social interna de varios países de Europa y África está siendo amenazada por diversos ataques terroristas a manos de radicales tanto islámicos como políticos, esto no significa una especie de alianza con Estados Unidos o con Rusia, en el caso del terrorismo es un asunto que se debe resolver de manera interna o en el caso de la Unión Europea con la misma autoridad de los miembro; el ciudadano sirio no representa en sí una amenaza si llegara a otro país, no existe alguna ideología como el nazismo, el socialismo o incluso el imperialismo la cual amenace la integridad de grupos ajenos, la emigración masiva se debe a una escapatoria de situaciones precarias y la búsqueda de un mejor futuro.

En las dos guerras mundiales que ha habido estas fueron ganadas y perdidas por las alianzas de los beligerantes, en este caso nadie quiere unirse ni a Rusia ni a Estados Unidos, al menos en la intervención sobre Siria, porque hay demasiados riesgos, hay más pérdidas que ganancias para muchos países, incluídas las potencias; ya hemos visto como han reaccionado los mercados con diversos números rojos en las bolsas de valores; la guerra no es negocio para algunos países como lo solía ser hace 70 años ¿Por qué anexarse territorios por la fuerza cuando puedes anexarte propiedades y emporios por medio de las leyes y el funcionamiento de la economía actual? Esto lo han sabido países como Alemania, Países Bajos, Reino Unido, Japón, Italia, España, Emiratos Árabes Unidos, Australia, etc.; pero para Estados Unidos desde su nacimiento la paz nunca ha sido negocio y para Rusia vale más el poderío militar que un estado pacífico.

Mal y de mala manera tenemos que recordar que existe la ONU, Estados Unidos siempre sabrá como salirse con la suya ante el organismo, pero los demás países no pueden intervenir en este asunto ya que sería demasiado cuestionable y aún así estos coinciden en que debe ser la ONU la que intervenga en el asunto de Siria al igual que sus departamentos, la UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), OMS (Organización Mundial de la Salud), UNEP (Porgramas de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) y ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados). Además los conflictos de magnitudes mundiales anteriores han sido capaces de paralizar las actividades, políticas, financieras, deportivas, entretenimiento y sus ciudadanos han tenido que militarizarse de alguna forma para apoyar o vengar la causa de su país y los aliados del mismo; hasta el momento ninguna nación ajena al conflicto actual ha paralizado sus actividades para afrontar o prevenir una guerra mundial; sin la ONU los países que verían al menos un poco de beneficio a la guerra ya hubieran entrado al conflicto sirio o bien terminar con las intenciones de Estados Unidos por lo bélico antes que por diplomático como se acostumbraba hacer antes de la Segunda Guerra Mundial.

El asunto de la paranoia también va enfocado por supuesto a Donald Trump, quienes temen que sus impulsos, su polémica personalidad y el alcance que tiene él ahora del poderío militar más temido del mundo, hace que por supuesto se vea un panorama más preocupante; pero Estados Unidos desde su nacimiento todos los presidentes han tenido sus queveres con uno o más países, el mismo Barack Obama tuvo en sus manos a Libia, George Bush hijo a Irak y Afganistán, Bill Clinton a los Balcanes, George Bush padre la Guerra del Golfo, Ronald Reagan a Centroamérica, Jimmy Carter y la intervención afgana, y la lista continua; a mi edad veía más en la figura de George W. Bush como el iniciador de la Tercera Guerra Mundial que a Trump, a pesar de pertencer al mismo partido; sus decisiones después del 9/11 sin duda fueron más provocadoras por lo que representó ese ataque terrorista; los de mayor edad dirán que fue su padre George W. H. Bush, otros dirán que había más tensión con la crisis de misiles en tiempos de Kennedy y otros dirán que fue en el ciclo que duró la Guerra de Vietnam; no se trata de quién sea el mandatario estadounidense, se trata de la mentalidad bélica y su impacto mediático desde 1945.

El mundo ha cambiado mucho desde la última Guerra Mundial y aunque no lo parezca las naciones han hecho lo posible por evitar que se repita un episodio histórico con consecuencias más catastróficas con el avance tecnológico, Estados Unidos ciertamente seguirá pasándose por alto las indicaciones de la ONU por sus negocios, y las tragedias humanas provocadas por los conflictos e intereses de unos cuantos seguirán ¿Qué se puede hacer al respecto entonces? Cada quién tendrá sus propias luchas y habrá que ser más inteligentes en el sentido de estar lo mejor informados, elegir mejor a los gobernantes, evitar caer en la paranoia y en las falsas comparaciones; al final de cuentas  las concursantes de Miss Universo tendrán que seguir deseando la paz mundial.

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