Houston More Strong


Se dice que los equipos deportivos que han atravesado tragedias enormes tienen cierto incentivo, motivación y casi una obligación el darle una alegría a su ciudad, estado o país después de los sucedido, ejemplos hay varios pero ahora se anexa el caso de los Houston Astros, una de las urbes más importantes de los Estados Unidos fue afectada por el huracán Harvey el verano reciente, las imágenes y videos de la catástrofe son totalmente impactantes, mientras el equipo de béisbol se enfocaba en clasificar a los playoffs.

Lograron colocarse como el segundo mejor equipo de la Liga Americana siendo campeones de la División Oeste, mérito que no obtenían desde la temporada 2001 cuando aún pertenecían a la División Central de la Nacional; a pesar de la motivación que significaba el ahora parche "H Strong" no arrancaban como favoritos en los playoffs; enfrentaba a los Boston Red Sox, conjunto histórico y con un enorme peso de local; la exhibición en los cuatro juegos que duró la serie fue contundente pero seguían sin ser los favoritos a acceder al máximo evento del béisbol mundial, tenían enfrente en el Campeonato de la Liga a los históricos Yankees y del otro lado esperaría a los Cubs (campeones de la Serie Mundial del año pasado) y a los Dodgers (Mejor equipo de las Grandes Ligas en su etapa regular).

Los Astros prácticamente se enfrentarían a plantillas millonarias, equipos que se habían reforzado con intenciones claras de ganar la Serie Mundial a billetazos ¿Qué tenía el equipo texano entonces? Un equipo que vino de menos a más, George Springer pasó de ser nominado a Jugador del Año en las Ligas Menores a ahora ser el MVP de la Serie Mundial, Justin Verlander pasó de ser un jugador regular en los Detroit Tigers a ser el jugador más experimentado del equipo texano junto al cubano Yuli Gurriel, la historia de Evan Gattis que pasó de ser conserje y drogadicto rehabilitado a ser uno de los catchers del campeón, José Altuve quién llegó como desconocido desde su natal Venezuela se convirtió en la carta fuerte del bateo junto al puertorriqueño Carlos Correa, elegido Novato del Año en 2015 y subcampeón en el Clásico Mundial de Béisbol, su también compatriota Carlos Beltrán después de deambular por varios equipos de Grandes Ligas por fin obtuvo la máxima distinción del béisbol mundial; pero también hay que darle el mérito al manager A.J. Hinch quien había tenido una carrera discreta como catcher pero como manager convenció y gustó a un equipo acostumbrado a la media-baja tabla en temporada regular.

Cuando se supo que el rival de los Astros serían los Dodgers inmediatamente daban por favorito al equipo californiano, por supuesto, fueron el equipo con más victorias (104) y menos derrotas (58), son la nómina más cara por el momento de las Grandes Ligas, sus jugadores figuran entre los mejores pagados no solo del béisbol sino del deporte en general, llevan cinco años consecutivos clasificando a playoffs con un equipo que fue específicamente construído para ganar la Serie Mundial que no consiguen desde 1988; pero sabemos que en este tipo de series las cosas cambian radicalmente y así fueron, los Dodgers pasaron de ser el equipo perfecto que iba en camino al ansiado trofeo a tener una piedra en el zapato que jamás se pudieron quitar llamada Astros, pues se convirtió en una de las series más parejas de la década.

La Serie Mundial pudo haber sido honestamente para cualquiera, la exhibición dada por ambos equipos en cada juego (sobretodo el 5) era para cualquiera, por supuesto el último se vio reflejado quién había dominado no solamente el juego sino sus propios nervios, y aquí fue lo que le falló a los Dodgers, un pitcheo bastante dudoso las primeras dos entradas que le valieron las únicas cinco carreras del juego a los Astros quienes sí supieron controlar su pitcheo y dominación de las bases, pero el béisbol es impredescible y cualquier pelota mal pitchada, cualquier resbalo, cualquier pelota imparable pueden hacer la diferencia y eso quedó claro en ambos equipos en todos los juegos anteriores; esta situación dejó de ser una incógnita en la última entrada, la ofensiva Dodger estaba vencida, Houston controló sus ansías y motivación y terminó con la primera coronación para la franquicia que se había fundado en 1962.

Desde aquel equipo de los Anaheim Angels en 2002 no se coronaba un equipo por primera vez en Serie Mundial, el turno fue ahora para los motivados Astros, convirtieron la tragedia en alegría, convirtieron enormes ganancias de patrocinadores en ayuda para los damnificados, el béisbol texano tenía a su primer campeón de la Serie Mundial, una pesadilla que se convirtió en un sueño para los habitantes de Houston y de los mismos jugadores, sin duda, earned history.

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