Dime con cuantos Heterosexuales te juntas y te diré que tan Gay eres.

Cumpliendo con la petición del público del blog a través de la encuesta que lancé en mis redes sociales retomo el tema de la homosexualidad y su contexto social en nuestra época y país; todos sabemos que la sociedad mexicana y latinoamericana es muy machista y que para bien o para mal la masculinidad todavía está peleada con la preferencia sexual, cosa que no pasa muchas veces en países con mentalidades más abiertas como Estados Unidos, Europa o incluso Japón; el hombre latino tiene que comportarse como tal, de principio a fin, y aunque algunas entidades en nuestro continente se han vuelto más abiertas conforme a la personalidad y actitud de hombres homosexuales sigue en pie la actitud machista y que los hombres deben de comportarse como tal y que la educación de los niños debe de ser basada en esta ideología.muchos varones crecen en un ambiente podríamos decir heterosexual, para algunos gays (sobretodo adolescentes) esto resulta una traba en su crecimiento y adaptación al medio social, pues no se sienten identificados con las actitudes, personalidades, gustos e incluso actividades de sus compañeros o miembros de grupos escolares, deportivos o artísticos; muchos de ellos se deciden de alguna manear excluir de los grupos heterosexuales aunque sin caer en una especie de discriminación por parte de ambos grupos, es común que entre la comunidad gay se junten con otros "de su misma especie" o con mujeres; pero pasemos al lado contrario, los que a pesar de sus preferencias tienen varias (sino es que todas) sus amistades con heterosexuales, formándose con ellos, conviviendo los unos a los otros, teniendo actividades e incluso formándose un carácter diferente al cliché que se tiene en nuestra sociedad. Hoy en esta entrada del blog decidí dar testimonio de como es la vida de un "chico rudo" o alguien con "tendencias heterosexuales" en base a mi experiencia de vida y lo que he aprendido en todos estos años, esto no solamente gracias a mi, sino a mis amistades y compañeros en diversos sectores que por supuesto en su mayoría son heterosexuales.

Mi Padre fue una persona que siempre me disciplinó como hombre, como es acostumbrado en muchos hogares latinoamericanos con la intención de seguir el supuesto ciclo de la especie, me inculcó deportes, el gusto por los carros, los cómics de superhéroes, entre otras actividades y juegos; él, preocupado por mi educación siempre quería que practicara un deporte, probé basquetbol (Un fracaso porque era muy violento), natación (Aprendí a nadar pero hasta ahí), Tae Kwan Do (Por aquello de la defensa personal), el béisbol (Pero nadie lo practicaba cuando nos mudamos a Toluca), hasta que finalmente opté por mi deporte favorito que es el fútbol, por el cual hice algunos amigos en nuestro tiempo viviendo en el Estado de México, tiempo en el cual coincidió mi adolescencia y con ellos los cambios, uno de ellos el de mi preferencia sexual la cual atribuyo más a que fue una cuestión de nacimiento y no a una formación o algún error de mis padres, por ignorancia no sabía que hacer o a quién acudir sabiendo que todos mis amigos no tenían ese "problema", llegué y no les miento a pensar que ser homosexual era "vestirse de mujer"; cierto, era una idea bastante errónea sobre lo que era ser un hombre gay, pero desgraciadamente vivimos en una sociedad en la cual existen varios estigmas y estereotipos; sobretodo cuando mis amigos jugábamos fútbol y alguien no daba el 100% en las retas, cuando uno se rajaba en actos de rebeldía adolescente, si perdías alguna pelea callejera o escolar o si (supuestamente) no habías tenido sexo con alguna mujer; por lo tanto ser homosexual ya implicaba perder mucho y ganar poco en sus inicios.

Vives con el hecho de que quieres contárselo a alguien pero no sabes la respuesta de la otra persona y necesitas a alguien de bastante confianza como para lograrlo y aún así tener la aprobación o el apoyo de a quién se lo cuentes (En esta parte omito el hecho de hacerlo con la familia pues no tocaré ese tema que es aparte); cuando entré a la Preparatoria (O Bachillerato o High School, como quiera llamarle); me animé a contárselo a un compañero de clase, error fatal, al principio parecía estar todo bien; pero en una discusión en un equipo durante un proyecto escolar hizo que el quisiera que todo el grupo se enterara, cabe destacar que yo estudiaba en un CBTIS (Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios) que es una Preparatoria que aparte de concluir esta etapa escolar también te da una carrera técnica, yo me encontraba en la de Electricidad, una en la cual predominaban los hombres (Heterosexuales por supuesto); de 45 alumnos, solo 12 eran mujeres; amenazó con mostrar la conversación de MSN que habíamos tenido junto con otras cosas supuestamente comprometedoras, pude haberme descontrolado y haber caído en su juego confesándolo todo, pero mantener la dignidad, el respeto y hasta la popularidad en la adolescencia fue más importante, para mí en aquel entonces había dos caminos, uno de ellos era que nadie se enterara de mis preferencias jamás y esto solo quedara en una anécdota y la segunda era que hiciera méritos si quería el respeto y la estima de mis compañeros y amigos; opté por lo segundo y decidí conservar la calma, si tenía dicha captura que la mostrara y a ver como me iba, increíblemente no la tenía, él terminó perdiendo y yo gané sin hacer ningún esfuerzo, solo confiando en mí y en la reacción del grupo de electricistas.

Pero no todas las experiencias son contradictorias como lo que pasó en la Preparatoria, hubo una más favorable, en el barrio donde crecí en mi adolescencia decidí armarme de valor y pedí a mis amigos que nos juntáramos en la plaza del pueblo para confesarles algo, por supuesto ellos no sabían de que se trataba, hasta que llegamos y pues salió mi confesión con voz temblorosa, hubo un silencio después de eso y uno de mis tres amigos se limitó a decir solamente "¿Es todo?"; mientras que otro dijo "Todo bien" y por supuesto vinieron las bromas y algunas preguntas al respecto, aún así siguió la amistad y jugamos fútbol como lo hacíamos en aquellos años y no pasó nada malo, al contrario ¿Por qué les cuento estas dos historias que resultan tan diferentes? Hay que saber escoger nuestras amistades y a quien le estamos revelando nuestros secretos e historias; las reacciones son diversas y es en base a estas que descubres quienes son tus verdaderos amigos; sobretodo cuando la mayoría de tus amistades son heterosexuales.

A pesar de que había tenido un punto favorable y otro en contra a partir de aquí decidí optar por el silencio y no revelar mi preferencia, por dos motivos, la primera es que solo lo haría con gente de mi absoluta confianza si tuviera que ser el caso y la segunda por una especie de negación hacia mi preferencia, cierto era gay, pero no me sentía encajado en la sociedad, era el hecho de que no tenía amistades, solo había conocido pretendientes, pero no podía considerarlos como amigos; sobretodo por algunos comentarios que habían hecho sobre mí, para muchos de estos muchachos era "demasiado hombre" y preferían a alguien más acorde a ellos, "algo más gay", si no podía tener una relación sentimental con alguien por mi hombría sobreexpuesta mucho menos una amistad, ese era mi argumento por lo menos hasta que entré a Universidad, donde mi mentalidad cambió radicalmente; si algo te brinda este ciclo de la vida es que conoces diferentes perfiles de varias personas, ya sea en las materias de tu carrera o las de tronco común, hasta entonces fue cuando pude tener amigos gays pero sin descuidar a mis otras amistades, que en su mayoría seguían siendo heterosexuales. fue cuando conocí diferentes perfiles, personalidades y fue cuando caí en cuenta de que no estaba solo, no obstante seguí optando por el silencio y mi preferencia seguí enfocándose en una especie de privilegio para la gente de mi confianza, era como una salida del clóset a medias.

A pesar de haber adquirido cierta madurez en mi formación universitaria la cuestión de aceptar mi preferencia seguía en el aire; mientras mis compañeros, algunos amigos y hasta mi equipo de fútbol de la universidad seguían creyendo que yo era heterosexual, si algo he aprendido con el tiempo es a acostumbrarte a los temas heterosexuales, estás tan acostumbrado que te sientes parte de ellos, incluyendo en pláticas íntimas sobre mujeres y sexo, conoces que a pesar de tus preferencias no son tan diferentes y ellos a la vez aprenden lo mismo. entonces ¿Qué había qué perder? Reconoces el hecho de que tu decides con quien juntarte, incluso es cuando la frase "Dios los hace y ellos se juntan" toma demasiado sentido; no había motivos para seguir a medias en el clóset.

Si de algo nos han servido las redes sociales (en el buen sentido de su uso) es a expresar lo que somos, ya sea mediante frases, fotografías, memes o el tipo de noticias que comparte; decidí usar mis tres redes predilectas (Facebook, Twitter y Tumblr) para expresar lo que le quería decir al mundo mediante la forma que más me gusta, usando el humor; poco a poco la gente que me tiene agregada o me sigue fue conociendo lo que quería dar a entender y en cuanto veía a mis amigos en persona en lugar de juzgarme se me preguntaba como es ser homosexual y mis más grandes amigos se convirtieron en una pequeña familia en la que podía confiar.

Ya tienes el respeto, la confianza y la amistad de aquellas personas que valoras, pero yo como una persona ambiciosa quería ir por más, quería dar el mensaje de que los homosexuales no siempre somos el estereotipo que se pinta en la sociedad, los medios o entre la misma comunidad gay; mediante varias de mis acciones que he mencionado, mi trabajo, mis medios para expresarme y mi sentido del humor me han llevado a la aprobación de hombres heterosexuales que a pesar de tener ciertos estigmas; lo mejor de todo esto es que viene de gente que no pensaba recibir comentarios de tipo "Eres el único homosexual que me cae bien" o "Eres el único gay que conozco que se da a respetar"; esos comentarios te hacen sentir una mejor persona y a que todavía hay mucho por hacer, aunque siendo honestos no soy fanático del activismo, pues las dos experiencias que he tenido con esto han sido decepcionantes; para mi el mejor activismo que uno puede hacer es la lucha que hace por sí mismo con su trabajo y haciendo méritos en los medios de expresión actuales y por supuesto contar con el apoyo de su familia y por supuesto de sus mejores amigos.

Por último quiero dedicar esta entrada del blog a mis más grandes amigos que por supuesto son heterosexuales y que por supuesto gracias a las buenas pláticas, momentos, actividades y por supuesto litros de alcohol terminado esto fue posible, a Iván Nieves, Benny Franco, Raúl Calderón, Arturo Vargas, Daniel Alvarado, Damián Carmona, Carlos Lizárraga, Álvaro Salguero, Juan Ramón Delgado, Carlos Fernando Chagollán, Víctor Villegas  y al 'Fukko' Ramos; gente como los que acabo de mencionar es por lo que vale la pena seguir siendo la persona que soy.