Plazas Vacías.


El mes de Septiembre para México tiene un gran significado, es la época del año en que festejamos el inicio del Movimiento de Independencia y por consiguiente los años que llevamos de haber sido liberados de la Colonia Española y todo lo que conlleva eso, es decir el folclor y la cultura mexicana, independientemente de la época en la que nos encontremos, es el mes en donde salen a relucir los colores verde, blanco y rojo en distintos artículos mercadológicos, culturales, sociales e históricos y por supuesto es un pretexto ideal para tener un momento de alegría y fiesta, cosa que inevitablemente se les da a nosotros los mexicanos; parte de esta festividad y que se ha dado prácticamente desde aquella noche del 15 de Septiembre de 1810 es el reunirse en las distintas plazas o zócalos enfrente de los distintos ayuntamientos o palacios de gobierno  para dar el famoso "grito"; que normalmente consiste en conmemorar a los "Héroes de la Patria", la identidad nacional y el país en general, este llamado actualmente lo hacen los gobernadores de los municipios y estados, pero en el Zócalo de la Ciudad de México lo hace el Presidente de la República; sin embargo en los últimos años el descontento de la gente ante la inseguridad, la impunidad, la corrupción, la indiferencia de los gobernantes, el abuso de poder de las distintas autoridades gubernamentales y dudas sobre si en verdad existe una democracia entre nosotros ha generado que mucha gente decida no acudir a las plazas a ver como sus gobernantes ondean la bandera pensando que no pasa nada y que unos fuegos artificiales y fiesta hasta muy noche remediará todos los problemas; otros tantos de ese grupo y que son por lo general fanáticos o adictos a las redes sociales hacen movimientos en los cuales piden a la gente que no acudan a las distintas plazas alrededor del país, con la supuesta intención de "darle la espalda" al gobierno y que todos ellos estén consientes de la desaprobación que existe entre la población.

La nueva tradición.
Lo que se ha convertido en una constante en los últimos años son los las publicaciones en distintas redes sociales o en portales de noticias independientes que no corresponden a las grandes cadenas del medio es una especie de convocatoria para evitar que la gente acuda a las plazas, pero no solo implica la ausencia, sino también el abucheo y mentadas de madre hacia los gobernantes en caso de que estos acudan a dichos puntos, incluso algunas publicaciones han llegado a los extremos sin conocer si es en un sentido de broma o como una tremenda ignorancia tomada en serio y es el de arrojar objetos al balcón para lastimar a quien dé el grito o bien asesinarlo con francotiradores o incluso con algún sicario, la intención es que la autoridad en cuestión sufra alguna especie de daño en una celebración que alegan no debería ser festejada pues existen diversos conflictos e intereses y que acudir al "Grito" es solo una distracción de los distintos medios y niveles de gobierno para evitar acordarnos de dichos problemas; a pesar de que esta reclamación ha sido bastante publicada en internet jamás se ha cumplido pues la gente sigue acudiendo a los distintos puntos a festejar.

¿Resultados?
Hay que recordar que esta manifestación ha transcurrido solamente a por el internet y que este no ha tenido el suficiente alcance en la población mexicana (apenas el 25% según el INEGI) y sí tomamos en cuenta que no todos los usuarios de internet están a favor de dejar plantados a los gobernantes en el "Grito" y todavía hay que acordarnos que los conspiradores (O chairos como se les conoce en México) no significan una gran amenaza no solo para las autoridades sino para la población cibernetica en sí, por lo tanto los resultados de los diversos hashtags e imágenes de pésima edición no han dado los frutos esperados para este selecto grupo; la gente sigue acudiendo a los distintos eventos, llenan las plazas, siguen los gritos y se consume todo lo que hay alrededor; pero no solo eso, hay que tomar en cuenta que diversos restaurantes, bares, antros u otras plazas organizan eventos relacionados al 15 de Septiembre o las famosas "Fiestas Mexicanas"; entonces esto ya no es una cuestión de multitud sino de consumo en general.

Consumo Independista.
Desde las banderitas que venden las esquinas de las distintas calles del país hasta el cover del antro en su edición especial mexicana todo el país se vuelca en un consumo que le genera a los diversos mercados muy buenas ganancias, desde el informal hasta el turístico; México vive un fenómeno parecido al de las Fiestas Navideñas, solo que con los colores verde, blanco y rojo, y lo que se consume en los alrededores de los distintos puntos de festejo no es la excepción; lo que le significa muchos beneficios en materia de economía, empleos y por supuesto al sector público/privado; de concretarse un vacío y desfavorecer el consumo se verían afectados distintos negocios tanto chicos como grandes, pero afectando más a los primeros quienes ven en Septiembre uno de los meses más fuertes y en donde se recuperan de caídas por el regreso a clases de los distintos niveles escolares y preparándose para una pequeña baja durante el mes de Octubre; eso sin contar las fuentes inagotables de empleo que existen alrededor de las plazas o zócalos en los cuales vemos instalados negocios de comida, renta de eventos o artículos de fiesta, juegos mecánicos, souvenirs y artesanías, hoteles u hostales, tiendas o supermercados, bares o antros, etc.; todos ellos dependen incluso de las ganancias que obtengan de los días patrios. Aquí el punto es conocer que aquí la situación gubernamental no lo es todo durante las fiestas patrias, sino que también hay un mundo de personas trabajando por el beneficio propio y de los suyos, pero sobretodo para favorecer la economía dañada del país, aportando trabajos, consumo, publicidad y ¿Por qué no decirlo? Darle un poco de sentido al festejo; sin duda los chairos nuevamente vuelve a quedar en ridículo ante su concepto de no acudir a las plazas; demostrando no solamente su ignorancia por el entorno en el que se mantiene el país ante sus pobres y raquíticos conceptos socialistas derivados de la inmadurez de ir en contra del sistema del cual por lo general se sienten resentidos pues el rechazo y el querer todo prácticamente en bandeja de plata los hace necios y hasta mediocres.

¿Es que acaso todo tiene que estar relacionado al gobierno?
Estamos en una época en la cual a través de diversos movimientos bien realizados y planeados mucha gente ha dejado de lado la indiferencia sobre los verdaderos problemas del país y ha manifestado su descontento a las distintas instituciones de forma civilizada que ha sido reconocida a nivel mundial, gente que a pesar de su situación económica, laboral, escolar o social ha decidido formar parte de ese "México Enojado" pero sin caer en las mugrosas garras del chairismo y el activismo de escritorio; sin embargo el mexicano en general sabe que la fiesta es parte de su naturaleza y que cualquier pretexto es bueno para festejar, la Noche del Grito no es la excepción y darse una enfiestada no es pecado, es parte del folclor, de la cultura, de la sociedad, de la mexicanidad; es una gran oportunidad de comer la gran gastronomía que tiene este país, es un ideal momento para reunirse con los amigos o la familia, salir a las calles sin miedo y distraernos de las distintas problemáticas personales y de lo que ocurre en nuestros tiempos; la cuestión del festejo el grito en distintos puntos públicos no es por estar de lado del gobernante en turno, aunque a veces se ha demostrado lo contrario, sino simplemente por una festividad que nos distingue; el gobierno es el menos inmiscuido en los festejos del 15 de Septiembre.

¿Qué festejamos en realidad?
Otro detalle que se comenta mucho durante las Fiestas Patrias es el hecho de que en realidad no estamos festejando una Independencia, pues si en la Colonia dependíamos totalmente de la Corona Española hoy en día no es hemos vuelto dependientes de Estados Unidos y últimamente de otras potencias como China y otros países de la Unión Europea, que los llamados "Héroes de la Patria" no fueron del todo ese perfil y que los problemas del país nos rebasan para pensar en festejos de este calibre; y hasta cierto punto existe algo de verdad en todo esto, desde la firma de Independencia en 1821 no hemos hecho otra cosa que mendigarle a los demás países y pocas veces lo nacional ha triunfado en algo, nos cuesta trabajo reconocer que aquí el trabajo se hace bien, perjudicamos (chingamos más bien) al prójimo sin pretexto y muchas veces somos conformistas; la mayoría de quienes lucharon por la Independencia no fueron sino un grupo de saqueadores interesados en quitarle el poder a los Españoles Nativos y hacer una nación criolla a la usanza de Estados Unidos o los más importantes Imperios de Europa y México prácticamente está enfermo por las pésimas decisiones de sus gobernantes; podría decirse que no hay motivos para festejar, pero si algo caracteriza al mexicano es que no es pesimista y que a pesar de que la problemática (que se lo esté llevando la chingada vamos) no pierde el optimismo y la fiesta es más que una distracción es algo que se vuelve sagrado, no es por nada que los bautizos, cumpleaños, quinceaños, bodas y demás festividades relacionadas a la religión se vuelven un "fiestón"; el mexicano no pierde la alegría y la festeja al lado de varias cosas que lo caracterizan o de una imagen que quiere darle al mundo o a los suyos, de ahí que sacamos la comida típica, los sombreros, el uniforme de la Selección Nacional, las banderitas, los amigos, el alcohol, las serpentinas y sobretodo la mexicanidad, aunque en muchos casos pueden interpretarse como doble moral pero ese es otro tema; podríamos decir que estamos festejando la identidad nacional, el sentido de lucha a través de estos 200 años por tener a pesar de todo una nación, el orgullo que tenemos por las cosas positivas de este país que por increíble que parezca son muchos, no solo del lado gastronómico, sino del lado turístico, de la gente buena, la música, la literatura, los inventos, los artistas (los de la tele no), los paisajes, el ingenio, la arquitectura, la cultura prehispánica, colonial, independista, revolucionaria y contemporánea; hay razones de sobra para festejar, basta con ver alrededor de la calle o con verse a uno mismo y darse cuenta de los logros de cada uno.

Yo digo, sí a las plazas llenas.
Soy el tipo de personas que sí están a favor de que las plazas tengan gente la noche del 15 de Septiembre, y no por estar a favor de algún gobernante o partido político, sino por el simple hecho de que no desaparezcan las bonitas tradiciones que tenemos en el país, que nuestros problemas no nos rebasen o que otras personas por supuestos ideales (ignorantes por cierto) lo arruinen, esas personas después pedirán que no compremos Pan de Muerto del 2 de Noviembre o una Rosca de Reyes el 6 de Enero por supuestamente favorecer a la clase política; si acuden a las plazas y su Presidente Municipal o Gobernador del estado ha hecho un buen trabajo sigan su grito y aplaudan su buena gestión, de lo contrario demanden a una sola voz la indignación de las diversas injusticias que se cometen en el país, pero no dejemos que las cosas buenas de este país de envuelvan en la tragedia nacional, es lo que podríamos decir el cumpleaños de nuestra nación independiente y el cumpleañero merece un festejo aunque este se encuentre enfermo.

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