Tierra de Osos (Gays).
Está claro que el mundo gay está regido por los argumentos físicos antes que los intelectuales e incluso que los sentimentales, y no hay que culparlos del todo, al final de cuentas hablamos de una preferencia sexual, incluso ya había mencionado este tema anteriormente; pero como en toda regla hay excepciones o gente dispuesta a romperla, un grupo basado en la imperfección del físico, que pretende regresar a los orígenes de la hombría adaptados a la sociedad actual, un grupo abierto a los demás a pesar de tener cierta exclusividad entre sus similares y que ha tenido mayor tendencia en los últimos años, son los llamados 'Osos' o 'Bears' por su término original en inglés, denominado por dicho nombre por por sus cuerpos anchos ya sea por una cuestión de gordura o musculatura, velludos y por lo general barbudos son un grupo bastante característico e interesante.
La popularidad de las barbas y la inclusión de las personas anchas, robustas o cierta gordura aceptable se ha vuelto tendencia dentro de la comunidad gay, sobretodo porque podría decirse que salen del "molde" del gay perfecto, el cual se describe como una persona metrosexual y fitness, pero los 'Osos' apuestan por la imperfección, aunque ironicamente perfecta; los ha llevado incluso a tener su propia bandera, la famosa garra de oso en una bandera que está bien representada, hecha con los colores de los diferentes tipos de estos animales en el formato LGBT, además de la famosa garra.
Pero el concepto no es nada nuevo, ni es una de las tantas modas millennial, la raíz de este asunto proviene de 1979 en la revista The Advocate en un artículo llamado 'Who's in the Zoo?', el cuál intentó caracterizar a las tribus gays en siete tipos de animales, el que resaltó más fue la del oso y ante el primer apogeo del concepto de belleza masculina similar al que vivimos en nuestro días, nace este movimiento con el fin de demostrar su identificación con su masculinidad y homosexualidad al mismo tiempo, sin necesidad de encontrarse en un cliché publicitario y que la belleza no se encuentra en un concepto que solamente excluye a la mayoría de sus integrantes.
Para 1987 surge la primera publicación editorial exclusiva para los "Osos", la Bear Magazine, una especie de Playboy para este tipo de público, con artículos, entrevistas y por supuesto muchos hombres de este tipo, con el tiempo el famoso concepto se iría viralizando y se convertiría incluso en parte de la cultura pop gay, a tal grado de que es mención en programas populares como Padre de Familia, Los Simpson y American Dad; existen películas y cortometrajes como Cachorro, Mas que hombre (putos eran los de antes) y Bear City (incluso tiene una secuela), novelas y escritos como Peluche y Cazador de Juan Ernesto Artuñedo de España, incluso cómics y mangas japoneses que incluso se han filtrado por internet.
En un momento este concepto se pensaba que era para hombres de edad madura, pero este ha ido evolucionando e incluyendo varios factores como la edad, nacionalidad y hasta la inclusión de personas que no cumplan con el aspecto físico habitual a tal grado de que la famosa "tribu" ha creado sub-grupos, los más frecuentes: Cubs (adolescentes y jóvenes con aspecto de Oso), Chasers (Hombres que no cumplen con el físico pero que sienten atracción por los Osos), Chub (Hombre gordo sin vello corporal), Wolf (Complexión promedio pero velludo) y Otter (Delgado y velludo); por decir algunos de los más conocidos. Pero también existen los sub-grupos basados en ciertos fetiches: Muscle Bear (Musculoso y velludo), Leather Bear (Gusto por la vestimenta en cuero), Polar Bear (Maduro y canoso) y Daddy Bear (Gusto por los jovencitos ya sean Cubs o de otra tribu).
Si bien son muchos los fetiches manejados por esta cultura, hay algo que es bastante común entre todos los sub-grupos, la masculinidad, un concepto que se ha puesto en duda durante los últimos años precisamente por la disque sociedad abierta en la que estamos viviendo, una masculinidad que piensa ser conservada a pesar de los cambios sociales y los que abundan en otras "tribus"; pero manteniendo su preferencia sexual pues consideran que este significado se ha mantenido en la sociedad prácticamente desde su nacimiento, solamente lo que cambia es la cultura popular y simplemente hay que adaptarse a ella, es un concepto completamente fisico pero no tiene que intervenir con sus actividades laborales, sociales, personales o sentimentales.
A pesar de su inclusión de diversos físicos la sociedad de "Osos" así como la gay en general le ha generado varias críticas, pero no del exterior o de los heterosexuales, sino dentro de su propio grupo, entre las diversas razones encontramos nuevamente el perfeccionismo, en varios eventos organizados en diversas partes del mundo se han encontrado indicios de discriminación a grupos ajenos que desean conocer o formar de esta selecta tribu; ya sea en las marchas, en los centros nocturnos, reuniones sociales, redes sociales y hasta aplicaciones para smartphones. Increiblemente el movimiento de ha convertido también en algo superficial, sobretodo en el aspecto materialista del cuál ya había comentado anteriormente, y es que al convertir el aspecto físico en un aspecto de deseo lo vuelve también egocentrista, y eso ocurre de especial manera en estas comunidades. Además de que el arraigado número de etiquetas llega hasta ser agotador, la comparación con animales para otros les resulta verdaderamente absurda, no todos se sienten identificados con el movimiento a pesar de juntar ciertas características, y no hay que culparlos, el hecho de haber salido del clóset no significa etiquetarse y ser parte de una marcha de hombres velludos.
El movimiento en ocasiones se escapa de su objetivo primordial que es precisamente no seguir los canones de belleza impuestos por el bendito sistema capitalista en la sociedad gay, pero abordando el tema de quienes no pierden el suelo encontramos algo bastante interesante y es que cuando se sienten identificados como "Osos", un sub-grupo de los mismos o simplemente estar acorde con sus preferencias físicas llena de vellos y cuerpos anchos existe una especie de aceptación hacia su físico que en otros grupos o incluso preferencias sería inaceptable, y es que hay que reconocerlo, a varias personas les genera asco o repulsión a gordos velludos en ropa interior escandalosa, pero así como cualquier producto del supermercado, mientras siga siendo consumido va a seguir existiendo, y es obvio que seguirá habiendo hombres que se sientan atraídos entre sí o porque no decirlo hacia ellos mismos.
Admitir también que a pesar de que su físico no entre en el gusto de algunos de los contrarios a su grupo, dentro de ellos y quienes los acepten existe no solamente un sentido de inclusión sino también por parte de ellos mismos una gran autoestima, una que quizás no gozan los metrosexuales que había mencionado anteriormente, son capaces de encontrar la perfección en lo que no está estandarizado por la sociedad, llevan incluso su orgullo más allá que otros grupos que incluso se mantienen en el clóset, una bandera con su significado, sitios personalizados y mercancía a su imagen, aceptación y deseo de propios y extraños y por supuesto llevando todo el orgullo de quienes son realmente y no de quien aparentan ser, a todos ellos, un abrazo de oso.
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