México podrido.
El año del 2017 ha empezado bastante oscuro para México, el famoso gasolinazo, los saqueos derivados de pseudo manifestantes, la balacera del Blue Parrot en Playa del Carmen y la presencia del narcotráfico en Quintana Roo, los desfalcos en el sector salud recién descubiertos en la gestión de Javier Duarte en Veracruz, la balacera en la escuela secundaria de Monterrey y por supuesto la desaprobación del 96% de la gente hacia el Presidente Peña Nieto, a eso sumémosle los problemas ya acumulados que tiene el país que cada día se exponen en mayor magnitud de maneras morbosas, indignantes y con sentimientos de frustración además de que estos son reflejados por los medios y mercados del entretenimiento, lo que lleva a muchos a pensar si este país ha perdido la moralidad, la educación y sobretodo los valores.
Hay que tener bien claro que la situación socio-política-económica del país desde el movimiento de Independencia ha tenido momentos turbios y de crisis, sin embargo cada momento de la historia ha sido diferente y ha tenido distintos puntos de vista y percepciones, en el caso de la época actual la información es demasiado accesible y llega cada vez de manera involuntaria que voluntaria y asu vez esto se toma para el entretenimiento de manera morobosa, lo vemos a diario en las redes sociales, en nuestros teléfonos celulares y en la forma en que socializamos; además de que varios de los medios en su eterna búsqueda de la venta de sus productos y servicios informativos y publicitarios buscan la forma de atraer al público en base al sensacionalismo o a los encabezados escandalosos.
La libertad de expresión en los tiempos actuales aunque atraviesa por una crisis por el asesinato de periodistas también es más diversificada y está al alcance de todos, además de los contenidos de todo tipo cada vez más accesibles sin importar la edad, basta con tener una conexión a internet y un smartphone, una tablet o una computadora en mano, y eso es quizás lo alarmante. La crudeza de la desestabilidad del país ha llegado a la vista de los jóvenes y niños, quienes por supuesto adoptan los modelos de lo que ven en los distintos medios, en este caso los asesinatos, los robos o asaltos, desfalcos del gobierno y por supuesto los negocios del narcotráfico; estas situaciones alarman no solo a los padres de familia sino a las escuelas mientras la sociedad se pregunta quien de las dos partes es responsable de que cada vez más adolescentes e infantes decidan cometer actos de violencia o involucrarse en los mismos.
La educación en México está atravesando por su peor crisis en el aspecto de la calidad con la que salen los estudiantes, más no en el sentido de la alfabetización y la memorización de datos, porque eso sí sabemos que hay progreso, pero la cuestión humana y cívica ha quedado a deber y eso es quizás la parte preocupante porque la cuestión ha estado presente durante no solamente esta época sino de varios años, décadas me atrevería a decirlo ¿Habría que culpar a profesores, educadores y directivos de las escuelas? No, porque el sistema es el que los impone a un modelo educativo que no funciona del todo para la construcción de una mejor sociedad, estas cuestiones ya quedan en manos de la libertad de cátedra que no todos los maestros tienen por diferentes motivos de los que solo ellos pueden dar testimonio, esto hace que este segmento sea el más está dañado por un conjunto de malas o poco favorecedoras decisiones del gobierno o incluso la iniciativa privada.
Sin embargo tenemos que recordar el núcleo de la sociedad, la familia, hoy en día la situación de este sector se encuentra en un momento también sin estabilización, embarazos en la adolescencia, divorcios express, madres y padres solteros sin apoyo (los que realmente lo necesitan) y un movimiento religioso que lejos de promover el amor y la solución a varios niños huérfanos los deja a merced de un futuro incierto; eso sin mencionar que muchos de los padres de familia actuales independientemente de su estado civil dejan que sus hijos sean controlados y hasta educados por el internet, es más fácil que los celulares y tabletas los pongan en paz que algún castigo o quehacer, sumado a que no existe del todo una educación tanto de padres como escuelas que explique a ciencia cierta y directa los riesgos del internet y las novedades de las redes sociales.
Habría que sumar también que muchos de los problemas de la mentalidad mexicana se deben a muchos vacíos, depresiones e incapacidades que sobresalen en la salud mental; hay muchas cuestiones en ese sentido, la más sobresaliente sería quizás que México es un país netamente acostumbrado y creyente de los sobrenatural, llámese religión, horóscopos, brujería, la suerte, etc.; a pesar de los avances de la ciencia y la medicina es mejor dejarlo en manos de algún poder divino. Esto no quiere decir que la religión (sobretodo la católica) sea mala, o que sea incorrecto seguirla porque nos guste o no es parte del folclor de la vida nacional; sin embargo dejar la salud, la moralidad y el conocimiento actual en manos de la iglesia que ha tenido también sus dudas en cuanto a su moral es volverse dependiente de un sistema que cuando le falla es fácil culparlo.
La sociedad mexicana lejos de ver la raíz de los problemas que mencioné en el principio ven la punta, y desde ahí se deriva la problemática actual, además de que siempre le es fácil culpar a los demás sobre la problemática actual en lugar de encontrar la autocrítica y la verdadera atención a las causas y consecuencias de lo que vive el país; por supuesto esto no quiere decir que esto sea parte de una mayoría inmensa, como muchos informados o informantes sabemos que este país tener mejores cosas que gente que entorpece nuestro progreso, político o ciudadano, de alguna forma muchos somos responsables de este México enfermo y herido de muerte, y es que como dice el viejo refrán "una manzana podrida, pudre a las demás".
Comentarios
Publicar un comentario