¿Por qué no todos somos Somalia?
La pregunta que algunos que entienden lo que pasa alrededor del mundo se hacen la misma pregunta que en su momento lanzó la cadena de noticias qatarí Al Jazeera, y es que en Somalia para los que no se hayan enterado 300 personas murieron en una tentado terrorista en una de las calles principales de Mogadiscio, capital del país africano; un atentado prácticamente desconocido en un país que no ha tenido los mismos reflectores que México con el #19S, Puerto Rico y el Caribe con los huracanes e incluso España con los incendios forestales.
Me remonto nuevamente al "Mapamundi Trágico" de Cinismo Ilustrado de Eduardo Salles en el cuál claramente aparece Somalia en esta escala sarcástica "Mñeh"; es decir, no existe una enorme empatía con lo que suceda en África, más que en los países más conocidos, en este caso Egipto y Sudáfrica ¿Qué hay del resto? Tenemos muy poca información, apenas sabemos de ellos por los resultados del fútbol y algunos por su protagonismo en "La Primavera Árabe"; pero Somalia no destaca en ambos rubros, solo sabemos que es uno de los países más corruptos del mundo, para darnos una idea, según Transparency International en su Índice de Percepción de Corrupción en 2016 ubicó a este país en el último lugar, el 176 (México es 123), eso y también los famosos piratas somalíes, quienes han secuestrado, asesinado y robado embarcaciones de todo tipo.
De los últimos países mencionados y que el mundo ha estado al pendiente hay algo en común, existe un sentimiento solidario independientemente de las regiones, incluso en España, y esas cosas terminan conmoviendo a la comunidad internacional, pero ¿Qué pasa en Somalia? El término solidaridad resulta bastante desconocido en esta región del denominado "Cuerno de África" y es que hay una enorme división en el país a raíz de la Guerra Civil de 1991 tras el derrocamiento del régimen de Mohamed Siad Barre, desde entonces el país está dividido en estados con independencias no reconocidas (Somalilandia, Puntlandia y Galmudug), conflicto derivado de distintas etnias y clanes que se formaron durante la colonización somalí por parte de Francia, Reino Unido e Italia; su enemistad con Etiopía que la alejó de una alianza con la entonces Unión Soviética y su frustrado intento de acercarse a Occidente ha hecho que su economía tambaleé obligando a sus habitantes al crimen organizado, guerrillas, terrorismo, corrupción, piratería o morir en la hambruna.
Si bien no podemos comparar un ataque terrorista con un fenómeno natural como los sucedidos en los lugares ya mencionados sí podemos hacerlo con la capacidad de respuesta de la ciudadanía independientemente de los hechos, un ejemplo claro el mundo veía conmovido como inmediatamente la ciudadanía mexicana respondía al sismo del #19S, gente sin experiencia en rescate empezó a mover escombros, otros ayudaban con víveres o repartiendo alimentos, las respuestas en redes sociales no se hicieron esperar compartiendo información verificada en su mayoría, tiendas especializadas regalaban su inventario para ayudar en la tragedia y los donativos a diversas fundaciones no paraban de llegar fueran cosas tangibles o monetarias ¿Cómo no ver eso en Somalia? Fácil, porque es una sociedad dividida y que incluso algunos medios han determinado como un Estado Fallido; México en cambio, a pesar de sus múltiples defectos se vio como un pueblo unido donde dejó de lado ciertos estigmas como la rivalidad norte-sur, los equipos deportivos, el estilo de vida e incluso ideologías políticas.
Pero entonces ¿Se puede ayudar a Somalia? Como cualquier país que se involucrado en alguna catástrofe natural o provocada es normal que este reciba la ayuda internacional o bien que por medio de la diplomacia se den las respectivas condolencias y apoyo moral; pero el caso de este país africano la diplomacia no ha servido, tras la Guerra Civil tanto el Ejército de los Estados Unidos como la Organización de las Naciones Unidas se han querido involucrar en formación de gobiernos, "reestablecer" la paz y eliminar la hambruna, todo sin éxito, el Congreso Unido Somalí quién tomó posesión del gobierno y quienes provocaron la salida de la cualquier ayuda internacional; desde entonces ha habido todo tipo de gobiernos transitorios sin ningún éxito donde incluso sus vecinos Etiopía y Kenia han intentado intervenir de manera diplomática y militar sin éxito; es un Estado que no permite la entrada de ayuda por medio de la corrupción, la piratería y las nulas ONG's existentes en este país por que es imposible solidarizarse aún en redes sociales.
De momento las grandes amenazas del país además de la hambruna y la falta de unidad es el terrorismo provocado por Al-Shabaab o Harakat al-Shabaab al-Mujahideen (Movimiento de Jóvenes Esforzados), un grupo militar yihadista aliado de Al-Qaeda y que pretende unir a todos los estados separatistas de Somalia pero no de forma democrática sino bajo los estándares del yihadismo, es decir, una ideología de regresar supuestamente a la grandeza del Islam y eliminar gobernantes o personas que simpaticen con Occidente por considerarlos corrompidos por su influencia, al mismo tiempo que manejan un proselitismo nacionalista y religoso radical para expandir los supuestos territorios perdidos por los musulmanes y más, que incluye Europa, Asia y África, y las únicas personas interesadas en este tipo de pensamiento son los terroristas, de los cuales Somalia no se escapa.
¿Y para el pueblo que le queda? Si bien, el reciente gobierno de Abdullahi Mohamed iniciado en febrero de este año ha prometido la ausencia del hambre, nacionalismo y la deorrota de cualquier movimiento radical terrorista es normal que la gente empiece a dudar, sobretodo porque ya empezaron los ataques y la solidaridad mundial es inexistente, muchos de ellos tendrán que unirse a estos grupos, los pescadores han tenido que dejar sus profesiones para unirse a los piratas o hacer embarcaciones para llevar personas a otros territorios con muy poco éxito, y es que esa es quizás la única respuesta para un pueblo urgido de las necesidades básicas, son raros los casos que han llegado a otros países ya sean de Europa o a los Estados Unidos donde algunos han destacado en sus estudios o adaptación social, con la premisa de jamás regresar a aquel lugar que quizás les dio nacionalidad pero no lo indispensable para vivir porque como dice su lema "Patria o Muerte", la gente en este lado del mundo siempre preferirá la primera.
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