Crisis en la Industria Católica.


La Iglesia Católica actualmente afronta quizás una de sus peores crisis en sus 2000 años de existencia, la que alguna vez fuera la institución más poderosa a nivel mundial hoy en día carece de poder y argumentos entre los países que alguna vez dominó, los casos de abuso infantil, la intolerancia a los homosexuales, su postura anti aborto, sus criticas al feminismo, el enorme enriquecimiento a costa de la pobreza de la gran mayoría de sus seguidores y muchos temas más que se han dado a la luz recientemente, agregar también el aborrecimiento de sus supuestos antiguos creyentes y las pocas novedades en sus rituales han hecho que poco a poco cada vez más personas abandonen la iglesia ya sea para unirse a otras religiones o simplemente ser ateos o agnósticos, la pregunta es ¿Es este el fin del catolicismo? La respuesta a pesar de la crisis es un rotundo no.

Según la Secretaria de Estado de la Santa Sede (Segretaria de Stato) hay alrededor de casi 1,300 millones de católicos en el mundo, la mayoría repartidos en América Latina, el Caribe Europa, Suroeste de África y las Filipinas, aunque también con presencia en Estados Unidos, Canadá, Israel, Siria, Australia, Nueva Zelanda, entre otros países; por lo que estamos hablando de una enorme cobertura religiosa imposible de terminar en unos pocos años, precisamente por que hablamos con una religión con muchos años de existencia y donde ciertas zonas marginadas o con cierto nivel de pobreza, ignorancia o conservadurismo se mantienen aferradas a una fe que les garantice una salvación a sus problemas.

A pesar de que los números respaldan al catolicismo se sabe que la imagen de El Vaticano y de la Iglesia como la conocemos se encuentra en una crisis de imagen y de fieles que poco a poco abandonan la fe por otras respuestas o simplemente por dejar de creer, sobretodo en sitios clave como por ejemplo Argentina donde muchas mujeres están haciendo filas para "renunciar" al catolicismo por la influencia que tuvo esta en la decisión de no legalizar el aborto, en Estados Unidos se vuelve cada vez más común que personas se vayan a otras iglesias sobretodo de origen americano como los mormones o los Testigos de Jehová además de que en las principales ciudades poco a poco se ha rezagado la población católica, en México los abusos de la iglesia y la prepotencia de sus máximas autoridades han hecho que muchos jóvenes abandonen la religión por el ateísmo y en las principales potencias de Europa las iglesias se han ido transformando en museos, librerías, restaurantes, galerías y hasta bares ya que algunas ciudades como Ámsterdam o Dublín se han vuelto mayoritariamente agnósticas, si esto pasa en sus principales puntos ¿Qué le depara a los más limitados?

Desde el inicio del Pontificado de Francisco I su reto ha sido unir a la Iglesia y dar un nuevo mensaje de cara a los nuevos retos sociales y tecnológicos del siglo XXI, sin embargo nada de eso le ha resultado a Jorge Mario Bergoglio, pues algunas autoridades máximas de la iglesia argumentan que no ha hecho algo real contra los distintos abusos alrededor del mundo y en el mismo Vaticano, solamente dar puros discursos que lejos de recomfortar a las víctimas los enfurece más, sin afán de justificar al Papa hay que entender algo, es imposible que esta figura pueda sancionar y estar al pendiente de todos los casos ya sea de violación a menores, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, nexos con el narcotráfico, alianzas con las dictaduras políticas o simplemente desobedecer sus hábitos religiosos; además recordemos que es una persona a la cual eligieron como imagen del catolicismo hasta el día de su muerte o renuncia, el que autoriza mediante su sello o firma ciertas normativas y el que llevará el mensaje a los distintos países donde se le requieras, pero no es quien impone del todo las sanciones o quien debe de juzgar a los que anden difamando la palabra de Dios, eso debería de corresponderle a las autoridades de cada país ya sea la ecleseástica o la judicial, la iglesia solamente debe de apoyar las leyes locales ya sea con testimonios, evidencias o el clásico papeleo, aquí es donde Francisco I sí ha mostrado tibieza sobretodo en los casos de abuso infantil.
Al mismo tiempo la Iglesia ha perdido todo su respeto y poder de influencia sobre la sociedad actual, y hay diversas pruebas, la comercialización de sus máximos símbolos alrededor de este mercado altamente consumista, algunas publicaciones satíricas en redes sociales, las visitas a los templos antiguos como museos y ya no como lugares sagrados, agregar todavía la cereza en el pastel, la entrega del Met Gala de este año, la cual estuvo basada en el catolicismo, hasta hace 20 años estuviera sido imposible de realizar pues todavía existía un enorme respeto (y temor) hacia la Iglesia y las represalias de sus simpatizantes o representantes, hoy en día muchos de ellos carecen de poder dentro de la sociedad e incluso de la política ya sea por los diversos testimonios, filtraciones en internet o investigación periodística.

Entonces ¿Qué necesita la Iglesia Católica? Es una pregunta complicada sobretodo porque muchos de sus delitos son milenarios, sus riquezas materiales y políticas son milenarias, su odio hacia ciertas minorías se sale de la lógica del mensaje divino, está escasamente adaptada a la sociedad actual, los rituales y misas que dan pocas respuestas a un mundo que vive entre mucha incertidumbre y un libro sagrado que lejos de ser analizado es malinterpretado; es un problema del cual ya pocos servidores católicos llegan a tener una postura diferente, muchos de estos denominados rebeldes aquellos que están a favor de ciertos puntos que generan demasiado ruido y doble moral entre quienes se dicen ser los representantes de Dios, lo cual resulta irónico, pues son quienes están salvando a una Iglesia en decadencia.

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