¿Orgullo de qué?


El mes de junio es el más significativo para la cultura gay, son los festejos del Día del Orgullo LGBT, aunque en varios países las festividades son en fechas diferentes, prácticamente son en días cercanos, todas con el folclor de la cultura de cada continente, nación, estado o ciudad, en estas dos últimas encontraremos a querido estado de Sonora, he tocado en repetidas ocasiones el tema de la homosexualidad en la entiedad, pero esta vez relacionadas a los festejos del Orgullo ¿De qué debemos estar orgullosos?

Encuentro pocos motivos por los cuales la sociedad LGBT sonorense debería de sentirse orgulloso y es quizás la búsqueda eterna de la aceptación en los diferentes círculos sociales, empecemos por el más básico, el familiar, Sonora si bien está muy alejado de las grandes urbes mexicanas eso le permite ser un estado más conservador, por lo tanto las familias permanecen más unidas por cuestiones morales, esa misma es la que los conlleva a valorar el amor y el respeto por la sangre; aunque es inevitable que algún miembro de la familia en estos tiempos modernos sea homosexual, existen dos líneas delgadas en esta situación, la aceptación y la negación; la primera va acompañada de logros laborales, escolares, deportivos, artísticos o sociales que lo ponen como un miembro importante del clan, el apellido lejos de correr un riesgo tiene un beneficio y este es correspondido con respeto, lealtad y solidaridad, pero cuando la situación del "que salió del clóset" carece de distinciones y abunda la problemática en distintos sectores la negación se da en varios ámbitos, la indiferencia, el desprecio, el rechazo o el famoso "correrlo de la casa"; cualquiera de las dos respuestas no solo te esperan en el núcleo de la sociedad, sino también en los demás grupos de la población.

El ámbito laboral y educativo en las comunidades homosexuales de Sonora es difícil determinar una cantidad exacta de cuantos trabajan y cuantos se encuentran en las filas del desempleo, también es complicado tener datos exactos del grado de escolaridad o el tipo de empleo que están ejerciendo, todo es una cuestión de percepción; Sonora, a pesar de la problemática nacional en educación tiene uno de los mejores niveles de escolaridad y promedio, sin embargo a nivel profesional y superior queda a deber en materia de generación de empleos pues la mayoría se conforman por técnicos, industriales e ingenierias, dejando las licenciaturas a merced del desempleo ¿A qué viene con el tema de la homosexualidad del estado? Fácil, muchas veces el homosexual sonorense vive con miedo, se encuentra en una zona de comfort y son pocos los que deciden "aventarse" a una carrera o trabajo el cual involucre actividades de tipo "heterosexual", vivimos en una sociedad que todavía está eclipsada por el cliché de que los que salen del clóset son afeminados y tienen que enfocarse en trabajos "femeninos" y los que no salen son los famosos discretos que pueden ejercer carreras más "varoniles" pues estos no serán descubiertos en sus preferencias; los logros académicos o laborales dentro de la sociedad LGBT sonorense no son nulos, existen por supuesto, pero nadie ha podido destacar más allá de un título de educación superior, ya sea como empresario, político, músico, artista plástico, deportista o incluso activista, sinceramente festejar que la clase homosexual sea trabajadora no es algo de lo que hay que enorgullecerse del todo, todavía queda camino por hacer.

Pasando al tema activista sus logros aquí si encontramos algo bastante desalentador, pues no ha habido una sociedad capaz de dar la cara por los derechos homosexuales en el estado a pesar de las Reformas en materia de Registro Civil que pretende dar el Presidente Peña Nieto; aunque por supuesto existen grupos como el Sonora Pride, la cobertura estatal ha sido muy lenta, claro, no se les debe culpar, el asunto no es de ellos, hacen su lucha y eso no se les puede recriminar, pero hay que recordar que esta lucha no pertenece solamente al grupo activista sino a la solidaridad de la sociedad, situación que solo se da en Hermosillo; el estado no ha sido capaz del todo en ser solidario, es cierto, es un estado con una extensión territorial muy grande y las separaciones de las principales ciudades es un impedimento para recaer en un solo sitio como lo haría algún estado del sur, pero no es pretexto para que Nogales, Guaymas, Cd. Obregón y Navojoa no tengan algún evento de por medio, por lo tanto no existe un orgullo del todo estatal sino centralista.

Pero el centralismo no es solamente un impedimento en el orgullo estatal, también las recientes declaraciones de la gobernadora Claudia Pavlovich, tras el anuncio que dio Enrique Peña Nieto en el que solamente se pronunció como "respetuosa" de las decisiones del Presidente pero que mantiene su postura ante la ley sonorense de que el matrimonio debe darse entre un hombre y una mujer y que solo un amparo puede justificar una unión homosexual, respuesta fallida por parte de la llamada máxima autoridad del estado, a pesar de que respetará la reforma; quizás una de sus peores declaraciones en lo poco que va de su sexenio pero ¿Hay que culparla no más a ella? Por supuesto que no, pues detrás de ella existen autoridades que se encuentran en la misma situación que ella, hablo de los intereses que existen detrás de una legislación como tal, intereses sociales y económicos que corren riesgo en un mercado tan homofóbico como lo es el sonorense (o el mexicano incluso); retomando el tema profesionista por supuesto que existen personas de la comunidad LGBT trabajando dentro de sus oficinas y por supuesto podrán tener familiares que sean de la misma, pero esto no significa que su discurso sea 100% a favor de las preferencias sexuales, pues mientras la aceptación no sea solamente social, sino moral, económica, empresarial y gubernamental las declaraciones seguirán siendo las mismas de la gobernadora en todos los niveles políticos, aunque debemos reconocer que al menos "respeta" la situación.

Pero no todas las autoridades tienen los mismos valores de los cuales presume el gobierno, como en todo el país encontramos la impunidad y el estado de Sonora no es inmune a esto, los delitos de homofobia también existen más a sabiendas de que México es según la Universidad Nacional Autónoma de México el segundo país más homofóbico del mundo; y no nos basamos solamente en delitos como los que hubo en Orlando esta madrugada, que por supuesto existen en nuestro país, sino desde los más minúsculos como los clásicos insultos y denigraciones no solo por parte de la clase heterosexual sino de la misma cultura LGBT hasta los asesinatos como los ocurridos en Xalapa, Veracruz; los crimenes de odio, homofobia o discriminación son tarea de todos y mientras nuestro país siga siendo un área de peligro para grupos homosexuales es obvio que hay mucho por qué luchar en el estado; no se trata solamente de compartir las tragedias en redes sociales, sino denunciarlas a pesar de las limitaciones de nuestras autoridades o la sociedad, estos no deben ser silenciados ¿Se debe sentir orgullo por eso? Orgullo por seguir en la lucha, no por haber obtenido algo que no se ha reconocido del todo, esa es la eterna lucha de los sonorenses.

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