Reflexiones de un mexicano hacia Donald Trump.
Finalmente llegó el día que temíamos en el lado sur de la frontera del nombrado país más poderoso del mundo, la victoria del candidato republicano Donald Trump, esto le significa a México un ambiente de preocupación e incertidumbre, probablemente más que otros países del mundo, ya que nuestro país es ultra dependiente de los Estados Unidos, en materia económica, social, entretenimiento, alimenticia, política, telecomunicaciones, transporte y lo que usted desee agregar, nos preocupa el aumento del peso hacia el dólar, el dichoso muro, la deportación de los inmigrantes ilegales, las pocas o nulas posibilidades de poder trabajar, viajar o estudiar allá, el aumento de los precios de productos y servicios y sobretodo el aumento del racismo.
Pero México siempre se ha dejado pisotear por Estados Unidos, desde su independencia hasta aquella visita incómoda de Trump a Los Pinos, pero al mismo tiempo México se ha dejado pisotear por los suyos, no solo por aquellos que votaron por el candidato republicano sino por los que seguimos en el lado sur de los USA y es que el voto latino jamás despertó, se quedó medio dormido, la unión latinoamericana no existe, hemos sido incapaces de crear una utopia como los propios Estados Unidos o la Unión Europea ¿Cómo podemos pedirle a los que viven allá que no le hagan daño a quien les ha hecho el mismo y viceversa? Mientras USA se prepara para deportar a millones de indocumentados, aquí en México aplicamos lo mismo (o peor) a los inmigrantes centroamericanos, caribeños, africanos y hasta asiáticos, los tachamos de delincuentes y que tomarán nuestros empleos, tal como los vecinos del norte.
El discurso misógino, racista, ignorante y sensacionalista de Trump no es más ni menos que un reflejo de la sociedad estadounidense y lo que se veía venir decidimos subestimarlo o ver solamente la punta del iceberg, vemos al supuesto líder pero no vemos a quienes lo adulan y piden que continue con su comportamiento, aquel que acosa a las mujeres y las tacha de objetos, ese que tiene adjetivos despectivos hacia la comunidad LGBT, el que piensa que las personas de color son delincuentes, los que basan su vida en el contenido basura de los medios y no de la cultura; suponemos que los buenos somos más, pero desconocemos de su sentido común o de que tan hartos están de los políticos o la clase que depende de la misma.
Donald Trump ha sabido manejar su hasta ahora corta carrera política, ha sabido llegar a la sociedad estadounidense, les vendió genial el "Make America Great Again", el nacionalismo, el poder en sus manos, sus intereses y sobretodo, les dijo que una persona como ellos puede ser presidente (solo que el más por tener más dinero), lo políticamente incorrecto que mucha gente no se atreve a decir lo dijo él, y eso le generó simpatía, habría que reconocerle que supo como llegar a la Casa Blanca, hay quienes dicen que ganó el odio y el racismo, ciertamente, pero fue más el impacto mediático, incluso los comentarios en su contra fueron la clave, hasta la psicología inversa le hizo una gran jugada, como cualquier empresario lo hubiera deseado.
Quisiera decir que las cosas saldrán mejor, que lo de Donald Trump hará que el país se haga más competitivo y unido, que a pesar de todo ganará la gente buena y el amor, reirme de al menos la mayoría de los memes que han abundado en mis redes sociales, pensar que renovar mi visa de turista o tener una de trabajo será sencillo y que comprar algo americano no me costará prácticamente lo poco que ahorre; y al mismo tiempo quiero pensar que a la gente que vive en Estados Unidos se les seguirán respetando sus derechos y su economía no se verá afectada, que Trump de verdad quiere que América sea grande de nuevo y nos calle la boca con sus acciones, pero es difícil pensar positivo cuando la democracia te ha decepcionado, pensando la humanidad desinformada pudo más y que poco o nada pudiste hacer para evitarlo, que incluso tu podrías ser cómplice y haber votado por Trump, para colmo en México se nos vienen las elecciones en 2018.
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