El drama de las telenovelas actuales.
Televisa nuevamente vuelve a dar la nota en este humilde espacio de la red, y es que como lo pronosticaron a fines del año pasado diversos medios y expertos, la televisora más importante del país está sufriendo muchos cambios en su programación y personal con el fin de adaptarse a estos tiempos y seguir generando rating, por consiguiente ganancias para sí mismos, ya lo vimos en los noticieros, en la programación más añeja, en sus contratos deportivos y ahora uno de los que más le duele, las telenovelas.
¿Qué está pasando?
Todo empezó a inicios de este año varios productores como Emilio Larrosa, Luis de Llano, Roberto Hernández y hasta Jorge Ortíz de Pinedo dejarían o dejaron sus puestos en la televisora, esto debido a los malos resultados de sus últimas producciones, esto debido a que sus proyectos están saliendo muy caros y poco rentables, además de que no están generando el rating necesario, haciendo que no exista interés en el concepto publicitario y por consiguiente números rojos para la emisora.
Esto ya no funciona.
La formula de las historias de telenovela se ha mantenido prácticamente igual durante 60 años, por lo general se recurre a la misma trama, la historia donde la chica pobre se enamora del hombre rico y termina siendo un final feliz, aunque la formula se ha revertido en algunas producciones, es la mayoría la que recurre a esta temática, estas con diferentes cambios en la trama, ejemplos: chicas de provincia, indígenas, pobreza urbana, pepenadoras, trabajadoras domésticas, estudiantes, en fin, toda una gama de profesiones y situaciones sociales que se ven a menudo en México. Aunque los temas a veces han tenido otras tramas que hasta han resultado innovadoras para la televisión nacional y más allá de sus fronteras, la 'máquina de sueños' parece estarse desgastando poco a poco a tal grado de ya no interesarle a los mercados juveniles y algunos sectores adultos; ya no genera curiosidad la historia.
¿La caída de la televisión?
Que la programación de Televisa esté decayendo en su sector informativo, de entretenimiento y hasta deportivo no significa que la televisión esté o haya sido derrotada por el internet; hay que recordar que la cobertura televisiva es todavía muy superior al internet, según Animal Político el 95% de los hogares en México cuentan con al menos un aparato televisor, mientras que la ocupación del internet alcanzó el 51% en mayo de este año según Forbes. Entonces si la televisión sigue dominando el territorio nacional ¿Por qué está en decadencia la programación abierta? Como muchas cosas en los medios de comunicación, las formulas mágicas se desgastan y es necesario adaptarse a los nuevos tiempos, cosa que Televisa ha hecho muy poco en su sector telenovelesco.
Remakes y adaptaciones mexicanas.
Algo que levantó un poco el rating y la curiosidad de los espectadores fueron los famosos "remakes"; es decir, clásicos de las telenovelas hechos nuevos, el caso de Teresa (La primera protagonizada por Salma Hayek y la nueva versión con Angelique Boyer); también otra formula que funcionó en su momento fueron las adaptaciones extranjeras a la mexicana, como el caso de "La Fea más Bella" que fue tomado de la famosa telenovela colombiana "Betty, la Fea"; sin embargo encontramos nuevamente el común denominador entre las nuevas producciones y las de este tipo, que también está desgastado, es decir, ni el reciclaje, ni lo relativamente nuevo funciona, las historias de amor y drama están viviendo su peor crisis.
Nuevas historias, nuevo interés.
La presión de los productores es alta, generar rating en un mercado que abarca prácticamente todo el país no es labor sencilla, convencer a las masas de que tu producto televisivo los hará sentir satisfechos es un riesgo, sin embargo, la telenovela ha vivido siempre en una especie de zona de comfort la cual se basa en los clichés mencionados de la relación entre ricos y pobres, son pocas las producciones que se han atrevido a tomar los riesgos de no seguir el modelo del guión convencional, sino adaptar esto hacia algo más innovador que genere la curiosidad del espectador, ejemplos: Cuna de Lobos, El Maleficio, Corona de Lágrimas, La Madrastra, La Usurpadora, Dos Mujeres Un Camino, etc.; entonces ¿Por qué ya no se toman los riesgos para generar nuevas audiencias? Los productores y hasta la misma televisora ha mantenido por muchos años una zona de comfort en la cual es mejor apostar por una formula repetitiva pero generadora de ingresos constantes, sin embargo ahora esos ingresos van a la baja, es necesario adaptarse a los nuevos tiempos.
El nacimiento de Blim.
A pesar de las críticas y las burlas de miles de usuarios de servicios de streaming como Netflix, Hulu o Claro Video, el servicio creado por Televisa parece que sí tendrá mercado potencial, aprovechando que cada vez más usuarios prefieren la programación en internet que la convencional por televisión abierta o incluso por cable; poner toda su programación dentro de un servicio parecido a los ya mencionados y eliminar así mismo la programación que tenían en estos portales para que solo los tengan, una idea que nos puede sonar ridícula pero que está funcionando, gente que prefiere pagar un poco más para tener acceso a las telenovelas, comedias, series, películas y programación especial por parte de la televisora más importante del país; la apuesta por Blim lejos de verse arriesgada sí se ve redituable, si tomamos en cuenta que los programas de entretimiento tienen mayor potencial que los informativos (noticieros, documentales y deportes); sería cuestión de tiempo para ver en qué tanto tiempo le sea buen negocio para el Imperio Azcárraga.
Apostando a los clásicos.
Pero que el fenómeno de la poca innovación actual en las telenovelas no nos sorprenda, era algo que ya se veía venir, son este tipo de situaciones que uno espera pero que no están listos, desde la creación del canal de cable TLNovelas en 1993 Televisa sabía que si apostaban por sus antiguas telenovelas no solo a nivel nacional sino internacional le serviría para alguna crisis de rating en el futuro (o sea hoy), ahora Blim también viene a rescatar a Televisa antes de otra estrepitosa caída de audencia; y es que tal como lo dice el slogan del canal "Reencuentra tus Sentimientos" es una programación basada en la nostalgia y el recuerdo; que despierta la curiosidad y el morbo del espectador no solo al reencontrarse con telenovelas de antaño sino por el hecho de conocer la historia del México de hace 10, 20, 30 o incluso 40 años atrás; además de conocer las producciones que hicieron historia en la televisión mexicana; una alternativa que ahorita está salvando el barco de San Ángel.
¿Está triunfando el #ApagaTelevisa?
El hecho de que la programación en Televisa esté sufriendo muchísimos cambios y otras producciones estén fracasando rotundamente no se debe al activismo de tipo "chairo" que propone la eliminación de la "basura" que produce la televisora; tampoco es una antesala para que exista mejor calidad en los programas estelares del Canal de las Estrellas, el hecho de que ya no existan programas como Laura, En Familia con Chabelo o incluso la barra de telenovelas de las 4 de la tarde no significan mejores programas, sino que son cambios que se dan en pro de las ganancias de la televisora, más no en pro de los espectadores, cuando hay una baja de rating obviamente se tiene que correr a los productores y recurrir a otra formula similar con sus estelares.
No es el único.
Televisa no es la única televisora que está viendo consecuencias de las pésimas producciones de sus trabajadores relacionados a las telenovelas, su mayor competencia TV Azteca desde hace ya varios años está viviendo igual o peor su rating, sus producciones en cuando a comedias dramáticas también están a la baja y ya no hay innovación como la que hubo en su momento con producciones como Mirada de Mujer, Nada Personal, Amor en Custodia, Cuando seas Mía, etc.; sin embargo el caso de la televisora del Ajusco apuesta no por el reciclaje sino la importación, es aquí cuando apuesta por telenovelas brasileñas y hasta turcas con tal de tener un poco de rating y preferencia cuando en general Azteca poco ha logrado para quitarselo a su archirival; pero si tomamos en cuenta a las dos tienen a rivalidades más fuertes que curiosamente no vienen de México, sino del vecino del norte.
La competencia.
Tanto Televisa como TV Azteca no solo tienen que competir entre sí en el tema de las telenovelas sino que también ahora se presenta un tercer contendiente en el ramo del drama, Telemundo, la televisora estadounidense con sede en Miami, Florida ha tomado las riendas y se ha colocado como la alternativa en este tipo de shows, producciones como La Reina del Sur, Sin Tetas no hay Paraíso, Una Maid en Manhattan, Tierra de Reyes, La Patrona y su carta más fuerte recién El Señor de los Cielos; novelas de caracter hispano basadas en las problemáticas actuales, el narcotráfico, la trata de blancas, la vida de los latinos en Estados Unidos y disputas familiares por dinero; por supuesto que son temáticas que levantan demasiado morbo entre la comunidad mexicana que radica en el país vecino, sino que también en nuestro país y en otros de América Latina; eso además de su programación de entretenimiento, deportivo e informativo que despierta aún más la curiosidad, transmisiones HD y programación para diversos sectores tanto para el juvenil como el adulto; prácticamente Telemundo está haciendo lo que Televisa y TV Azteca dejaron de hacer hace muchos años, novelas diferentes basadas en la problemática actual no para beneficio de un cambio, sino para llamar la atención.
¿A favor de la telenovela?
El hecho de que comente sobre lo que acontece en la telenovela mexicana actual no quiere decir que me encuentre a favor de que se produzcan más de estos programas con tintes exageradamente fantasiosos, pero sí estoy a favor de que este tipo de shows han sido parte de la cultura pop mexicana, no he conocido ni un solo mexicano que no haya visto al menos algún episodio de ellas, escuchado el intro o la canción oficial o ya de pérdida saberse una frase icónica de las mismas. Podríamos decir que han sido parte de la vida contemporánea para bien o para mal, si Televisa va a seguir apostando por este tipo de programación que mejore en sus guiones, historias e incluso actores si quiere mantenerse como parte de la cultura pop; de mi parte diría que ya no se hagan telenovelas y optemos por algo alternativo pero la audiencia de las clases bajas es la que domina y no yo, al público, lo que pida.
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