Club de Cuervos a la división de las críticas.

Netflix sin duda se ha convertido en un gigante no solo del streaming sino también como casa productora, encontramos aquí los ejemplos de House of Cards, Stranger Things, Orange is the New Black, The Crown, etc.; todas ellas origen estadounidense (algunas en colaboración con Reino Unido); pero no conformes con la zona de comfort que ofrece el público anglosajón, Netflix apuesta también por el ámbito latino o bien, de hablahispana, en este caso obviamente México no es la excepción y por eso dejó en manos de Gaz Alazraki la creación de su primer serie completamente en español, Club de Cuervos.

Uno podría pensar que por ser producida por Netflix y con un equipo lo suficientemente creativo la serie sería tan exitosa como las ya mencionadas, pero sucede algo inesperado, es consumible más no grandiosa, la trama inicial es prometedora pero en ocasiones falla con el seguimiento, la producción es digna pero se encuentran fallas, las actuaciones tienen personalidad pero tienden a ser predecibles; es decir no hay el equilibrio suficiente, como hay personas que han gozado con la serie como hay otros que la detestan y se preguntan porque en Latino América no se puede realizar una producción descente.

Hay algo que nos queda bastante claro, México tiene un enorme atraso en este tipo de producciones, el dominio del duopolio de Televisa y TV Azteca solo permitió que se hicieran telenovelas y comedias, pero nunca un enfoque de series de temporada, y cuando esto ha sucedido han sido un rotundo fracaso, Netflix ofrece al mercado mexicano una programación diferente, y a través de su bien manejada mercadotecnia se podría cambiar la percepción de hacer entretenimiento; para esto la productora apuesta por dos conceptos de culto en nuestro país, el fútbol y la comedia.

Club de Cuervos ofrece una percepción de la realidad que vive el fútbol mexicano, promotores, compras de franquicias, intereses personales, corrupción, todo esto aunado a un toque de comedia con tintes dramáticos, algo bastante prometedor, pero donde los críticos aseguran que falta más complejidad en los personajes, es decir, que no solo tengan personalidad sino una historia detrás de ellos y un conocimiento de su superficialidad además de que las escenas de jugadas y partidos carecen de escenas definitivas aunque se entiende por la dificultad de la filmación de las mimas; sin embargo estos agradan sobretodo al público futbolero e increíblemente a algunos que no lo son por los temas diversos que se tocan además del deportivo, desde la homosexualidad hasta el tema religioso de una manera irónica y con un humor característico de la comedia mexicana.

Netflix ha aprovechado todos sus recursos mercadológicos para darle promoción a la serie y ha cumplido, desde Cuervos TV (Una parodia de Chivas TV), Lady Cuervo, entrevistas ficticias con los principales comunicadores en deportes, patrocinio con Under Armour, Adidas y Coca Cola e incluso anuncios ficticios en los principales periódicos del país; esto incrementa la curiosidad y se mantiene cautivo al público, no obstante ¿Por qué no gusta a muchos? Es muy posible que se deba a la poca complejidad de la trama, otra por algunas de las fallas visibles de las escenas y también porque no gustan del mismo humor de la serie pues entran en el comparativo de los géneros de las series en inglés, en resumen, es el gusto que se rompe en géneros.

Recordemos que este formato de programación en México (y en América Latina) es prácticamente nuevo y que hay muchas cosas por mejorar, Club de Cuervos puede convertirse en el pionero en este proceso de dejar los duopolios y enfocarse en nuevas alternativas de hacer entretenimiento, aprender de lo que se hace bien o mal, eso inevitablemente hará que todos sean Cuervos.