This is the future that millennials want.


La llamada generación millennial y las repercusiones basadas en su pensamiento se ha dicho que puede ser el inicio de uno de los cambios más radicales en la sociedad en cuestión de pensamiento social, comunicación y por supuesto más liberalismo; en algunas cuestiones como la legislación de derechos LGBT, feminismo, ecología y empatía con grupos raciales han sido acertados hasta cierto punto en otros aspectos quedan a deber sobretodo porque desconocen algunos aspectos del funcionamiento de la economía, política, psicología y hasta temas histórico-religiosos pues su enfoque es más hacia el presente-futuro y lo demás les parece en cierta medida retrógrada.

¿Todos tienen que ser millennials?
Se dice que alguien nacido entre 1980 y 2000 es ya considerado de este grupo generacional, sin embargo las fechas no determinan la mentalidad, tampoco la nacionalidad o la educación; además de que las luchas son diferentes, el consumo depende del estatus socio-económico y las ambiciones dependen del sistema educativo al que hayan sido tratados, contando también la importancia del entorno social en el que crecieron y la influencia de los medios de comunicación que hayan estado a su alcance; en resumen, es una cuestión más de actitud que de fechas, no obstante la dependencia hacia la tecnología, las redes sociales, el consumo y fidelidad de hacia las marcas, los ambientes laborales y estudiantiles y/o el pensamiento totalmente liberal y de adoración hacia el internet y el movimiento que puede surgir a través de este medio son las constantes para considerar a alguien con este adjetivo generacional.

Un pensamiento bastante sensible.
Los millennials son conocidos por pedir muchos cambios sociales con la intención de mejorar el entorno, pero al mismo tiempo esto ha traído muchas críticas por su modo, sobretodo por la vía pacífica y cómoda que ofrece el internet, el famoso activismo de escritorio; mientras otras generaciones destacaron por la lucha de sus ideales en guerrillas, manifestaciones, enfrentamientos con la policía, concietos masivos que a su vez dieron la música de protesta, participando en guerras, involucrándose en la ciencia, tecnología, política y economía y manifestando sus ideas por todos los medios de su época provocando diversas polémicas; los millennials lejos de ser los agentes de cambio de la época se están convirtiendo en las víctimas del sistema, uno al que deciden retar pero terminan cayendo por no conocer la raíz del problema.


Consumo y descuido económico.

El millennial promedio es consumista por naturaleza, puede estar en contra del sistema, pero inevitablemente lo consume, sus prioridades están enfocadas en la superficialidad, que smartphone tienen, que ropa usan, cuantas suscripciones de streaming alcanzan a ver, cuál es el lugar de moda que frecuentan, a qué "influencer" se quieren parecer, qué tan buen uso le dan a las apps o superar y cuantos lujos añoran; pero entonces situaciones como la estabilidad laboral, la compra venta de propiedades y atomóviles, la formación de una familia y el matrimonio, la aseguranza, los fondos de ahorro y retiro se toman en segundo y hasta tercer plano, los milennials están consumiendo ciertamente pero su futuro es demasiado incierto y al parecer muchos de ellos no están interesados en resolver las consecuencias económicas como lo son la seguridad social, los créditos, los impuestos y las pensiones.

¿Todo siempre sí era mejor antes?
Las generaciones juveniles de hoy en día pueden decir que viven muchísimo mejor que sus padres o incluso sus abuelos en el sentido de las comodidades que brinda la tecnología, no solo en cuestión de comunicación, sino también en los ramos de la medicina, transporte, alimentación y el conocimiento, y aún así esto no es bien aprovechado por los millennials ¿Por qué? Porque los medios, las marcas y algunas personas saben que son bastante manipulables, importa más su satisfacción egocéntrica que su bienestar y al mismo tiempo ellos viven en diversas zonas de comfort permitidas por la flexibilidad de sus padres, el sistema educativo o la compensación de atención que existe a través de las redes sociales; y por supuesto esto es bien aprovechado por los distintos mercados, aún así no todos aciertan.


Un mercado difícil.

Para los millennials todo lo que tenga que ver con el pasado o las generaciones más allá de la suya no es del todo bien aceptado, apenas la música, las películas, la moda, el arte y las series de televisión llegan a tener cierto nivel en su zona de comfort ya mencionada pues estas hacen denotar conocimiento entre los suyos; si bien son amplios consumistas, al mismo tiempo son difíciles de complacer, su egocentrismo no puede basarse en cualquier forma de venta, esto lo saben muchas marcas que tanto han triunfado como han fracasado en varios sentidos, desde incluirse en las tendencias de las redes sociales hasta el mercado inclusivo; pero complacerlos requiere de medidas mercadológicas y comerciales bastante inusuales o innovadoras, va desde una pequeña frase hasta el diseño de la campaña; esto supondría que muchos de los productos y servicios que se manejan hoy en día tienen bastante calidad porque complaces a un sector complicado, no siempre, algunas por ejemplo el streaming o que manejan plataformas digitales y entretenimiento por supuesto tienen que mejorar algunos de sus estandares porque ya es un público más globalizado pero en otros sectores la calidad, la campaña, los aspectos visuales y el precio son disfrazadas para dar estatus, un claro ejemplo son los famosos productos orgánicos, alimentos que con la intención de darle a su público algo sin químicos y distribuido de manera natural es mucho más caro que uno convencional, pero ¿Alguien averigua si es realmente orgánico y los costos de hacerlo y distribuirlo? Por supuesto que no, porque el fin justifica los medios, y lo superficial es mucho mejor que lo usual.

Recordemos que no hay que generalizar a todos los que forman parte de esta generación, algunos han logrado no solo adaptarse al sistema sino aprovecharse de él, estos que sin duda se están convirtiendo en los cambios que ya estamos viendo, los millennials hablan de destacar pero si ellos no son capaces de conocer como saltarse las reglas ya establecidas, difícilmente hablaremos de una generación que de verdad hizo el cambio.

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