Trailers arrollando películas.

Todos recordamos con nostalgia como era ir al cine a finales del siglo XX, las multisalas solo estaban en las ciudades importantes y en las pequeñas se limitaban a los cines con dos salas, el 3D no era tan común y el 4D era un concepto demasiado futurista, las películas tenían un "intermedio" un lapso de 10 a 15 minutos para ir al baño, comprar dulces o simplemente descansar la vista; y por supuesto no había tantos comerciales y los avances (mejor conocidos como trailers) eran bastante limitados; de 3 a 5 por película y solo había la versión alejada y la cercana al estreno; teníamos una idea de la trama pero muchas veces esas suposiciones eran erroneas y conforme iban saliendo más y más películas en el cine más queríamos saber qué pasaría; hoy en el año 2017 las tendencias ya no son así.

La industria del cine ha ido evolucionando y las salas siguen llenándose; ya no hay intermedios, las multisalas están al alcance de cualquier ciudad con sus diferentes variaciones, los comerciales son más y los trailers son cada vez más y están no solo en los cines, sino completamente a la mano en el internet, los podemos repetir una y otra y otra vez, los vemos compartido varias veces en las redes sociales, los medios le dedican notas y otros se dedican a conspirar sobre la posible trama basada en el director, el cómic, el libro y hasta los actores; se le da más relevancia al avance que a la misma película hoy en día.

¿Y qué pasa cuando llega la película a cartelera? Sucede que ya no nos sorprende como debería, el exceso número de repetición de trailers y la duración de los mismos, además de los famosos teasers y la mercadotecnia envuelta antes del estreno, además de las noticias que causan revuelo acerca de los actores o la producción se vuelven ya un hartazgo que culmina con el producto final que es la película, que ya no es el principal, sino la venta de boletos en las salas que se generan; que la película termine siendo redituable para la casa productora; esto le permite a todas las personas involucradas en la producción de cualquier filme hacer lo que deseen con la historia con tal de que se venda en las salas, independientemente de donde provenga, si de alguna saga, un cómic, un libro, remasterización o incluso un refrito; porque claro, vale más el dinero que el arte.

Esto no quiere decir que pase con todas las películas, algunos estudios o casas productoras deciden mantener su línea de no generar demasiada expectativa reduciendo su mercadotecnia y trailers, la razón, es que esas películas se venden solas por la marca que representan; el caso de Star Wars, a sabiendas de lo exigente que es el público de esta saga se respeta la producción y por supuesto la historia para que siga teniendo esa lógica de la cual tantos esperan; porque lo mercadológico fuera de las películas no funciona del todo, mantiene solamente, pero no es la base, cosa que no pasa con el universo Marvel por ejemplo, donde sus diferentes películas generan expectativas diferentes, las de los superhéroes con más renombre terminan fracasando y los menos conocidos terminan salvando la firma; aquí los riesgos son variados, pero eso sí, el marketing y la formula basada en la comedia de héroes son muy importantes para que el producto se venda en los cines; cosa que no pasa para nada en DC Cómics, donde la gran mayoría de sus películas han fracasado, mucha expectativa, muchos trailers, una formula diferente a Marvel que es más oscura y pensante, una mercadotecnia más de colección y menos infantil, cosa que por supuesto ha fracasado en las calificaciones y ratings.

Pero la pregunta es si la tendencia de la época es ver trailers en lugar de películas porque estos ya nos contaron prácticamente los detalles más importantes de la trama, lo único cierto es que cualquier avance está demasiado a la mano, el pasar demasiado tiempo en el internet y en las redes sociales nos vuelve vulnerables a la sobreexpectación y a que ya nada nos satisfaga, los estudios seguirán pensando en como seguir generando ganancias, lo demás lo verán próximamente en cines.