Juan Carlos Osorio ¿Un genio?

El presente técnico de la Selección Mexicana de Fútbol el colombiano Juan Carlos Osorio ha provocado más disgustos que gustos sobretodo después de aquel polémico 7-0 de la Copa América del año pasado, la afición mexicana no está contenta con el sistema de juego que es demasiado estratégico; pero al mismo tiempo es una táctica que cansa al rival gracias al dominio del toque que ha tenido el Tri, no obstante lo tachan de resultista pero tiene al selectivo prácticamente ya clasificado directamente a Rusia 2018 en el complicado hexagonal de CONCACAF, algo que no pasaba desde el proceso de Ricardo Lavolpe de 2002 a 2006; uno bastante diferente pues mientras el argentino optaba por un estilo ofensivo, el colombiano decide algo más práctico y menos arriesgado.

Osorio hasta el partido contra Portugal tiene marca de 18 juegos ganados, 5 empatados y solo dos derrotas, una efectividad del 74.67%, hasta el momento significa más que el de otros técnicos que han ganado algo con el Tri o que han clasificado a un Mundial como Miguel Herrera (60.19%), José Manuel De La Torre (65.96%), Javier Aguirre (67.23%), Ricardo Lavolpe (61.03%), Manuel Lapuente (62.6%), Miguel Mejía Barón (56.79%), Bora Milutinovic (65.3%) y hasta Ignacio Trelles (59.9%); por supuesto Osorio no ha ganado nada pero tiene en sus posibilidades la Copa Oro y la Copa Confederaciones, además de que el boleto a Rusia 2018 todavía no está 100% asegurado pero está cada vez más cerca, es más, para la fecha 7 y 8 del hexagonal cuando enfrente de local a Panamá y de visita a Costa Rica podría ya estar clasificado; además de que no ha perdido ni un solo juego durante la eliminatoria tanto del hexagonal como de la cuarta ronda.

También algunos resultados durante su proceso han sido bastante interesantes, uno de ellos fue por supuesto ganarle a Estados Unidos en Columbus, una cancha que por muchos años se la había dificultado el Tri por las condiciones climáticas, la cercanía de la gente, la ausencia del público latino y por supuesto la tensión en la situación política; el empate contra Portugal también es un resultado interesante por momentos el toque de balón de México fue bastante fluído y se consiguieron los resultados en el momento indicado y con los cambios necesarios; el 3-1 contra Uruguay en la Copa América 2016 también fue un resultado que incluso sorprendió a los medios internacionales donde lo marcaron como el mejor juego del conjunto Azteca del año pasado; otros destacados podrían ser las victorias ante Canadá, Honduras y El Salvador en su territorio que también por mucho tiempo se le dificultaron a México, incluso desde su debut como técnico del Tri tuvieron que pasar 9 juegos para una empate (1-1 contra Venezuela en Copa América), entonces ¿Por qué menospreciar a Osorio?

Al público mexicano le gusta el juego ofensivo y que meta la mayor cantidad de goles posibles, desgraciadamente la poca competitividad de CONCACAF nos ha acostumbrado a eso; también los pocos momentos de lucidez frente a los grandes; para Juan Carlos Osorio golear a los equipos centroamericanos o caribeños no es lo importante, mucho menos lucirse ante los grandes europeos o sudamericanos, sino conseguir el resultado; comparado a sus antecesores que tienden a ser explosivos o exigentes, Osorio es más metódico y el control de balón es más indispensable, el resultado por encima del espectáculo, para eso necesita que todos estén conectados y al 100% y de ahí que apueste por las famosas rotaciones, uno de los métodos más polémicos de Osorio.

http://www.marca.com/claro-mx/futbol/seleccion-mx/2017/03/14/58c7e79bca4741a80c8b474e.html

Para muchos seleccionadores las rotaciones son demasiado arriesgadas y solo deben de utilizarse cuando los jugadores están lesionados o cuando ya no se juega nada en una primera fase, para Osorio es un complemento para que todos estén en sintonía con su estrategia y darles oportunidad de juego, aprovechar sus individualidades y tomar decisiones a futuro, sin embargo estos cambios bastante radicales han sido objeto de grandes críticas pues ante la falta de continuidad de un cuadro titular y donde se respeten las posiciones naturales de los jugadores auguran resultados negativos, aunque no han sido muchas las derrotas de la era Osorio sí se siente una baja en el nivel del Tricolor en los juegos continuos, el más claro ejemplo, aquel doloroso 7-0.

http://www.record.com.mx/futbol-noticias-del-tri/rotaciones-de-osorio-un-consejo-de-alex-ferguson

De todas las derrotas que ha tenido México en torneos oficiales, el 7-0 ha sido el más analizado, del que todos los aficionados y medios hablaron por semanas e incluso meses, por primera vez veían las narraciones y las jugadas para saber qué fue lo que realmente pasó, de donde vino la catástrofe, si fue culpa de Osorio, de los jugadores o simple efectividad de los chilenos, el colombiano reconoce que se equivocó en todo, la estrategia, la falta de confianza ante el rival y no haber puesto los cambios necesarios; pero al mismo tiempo es autocrítico y lo ve como una cicatriz de la batalla y no de la guerra, una lección muy importante en su carrera donde asegura nunca había recibido más de 4 goles, además de no sentirse arrepentido de dirigir al Tri, considera su reto más importante en su carrera y del que ha aprendido más y llama a los jugadores a reflexionar siempre sobre aquel partido y a no subestimar a los rivales, que ya no están hechos para goleadas y que el fútbol es cambiante; pero lo más interesante es que a pesar del abultado marcador Osorio ha sido accesible con la prensa, cosa que sí habría que reconocerle aún con sus limitantes, como igual sucede en cualquier equipo.

Lo cierto es que México no está jugando de manera espectacular, sus oportunidades de gol son limitadas y para la puntería del jugador mexicano es complicado un resultado abultado pero esto se compensa por la búsqueda del dominio del balón, es un fútbol totalmente diferente al que hemos visto en otros procesos, que no gusta, que desconoce la afición, que los medios dudan, pero que la Federación ha decidido apostar para llegar al mundial ruso, sea lo que tenga que suceder.