Je vois la vie en Bleus.


Tuvieron que pasar 20 años para que Francia volviera a ganar la Copa del Mundo, para algunos es un tiempo bastante corto, pero las cosas han cambiado mucho desde aquella noche en el Stade de France aquel 12 de julio de 1998, les Bleus atravesó todo un proceso que culminó en su segunda estrella, un cambio no solamente generacional sino cultural y social, una revolución económica en su liga que nadie hubiera firmado en aquellos tiempos y un protagonismo táctico colectivo que hubieran envidiado las generaciones que dependieron de genios como Fontaine, Platini e incluso Zidane.

Después de aquel exitoso Mundial celebrado en casa, Francia parecía encaminarse a ser la nueva potencia del siglo XXI, ganó la Euro del 2000 y la Confederaciones del 2001, sin embargo no pudo defender su título en Corea-Japón 2002, cayó sorpresivamente en la Primera Fase en un grupo supuestamente accesible contra Dinamarca, Senegal y Uruguay; nada de que alarmarse pensaron en la FFF, despidieron a Roger Lemerre y en su lugar quedaría Jacques Santini entrenador del Olympique Lyon, todo parecía ir bien, ganó la Confederaciones del 2003 y clasificaron a la Euro 2004, misma donde cayeron en cuartos de final ante la sorpresiva Grecia, cosa que la Federación lo tomó como un rotundo fracaso si tomamos en cuenta que era el campeón defensor; entraría entonces Raymond Domenech entrenador de la Sub-20 con miras a hacer el cambio generacional que ya empezaba a necesitar Les Bleus.


Aunque el equipo era efectivo y vino de menos a más en Alemania 2006 hasta llegar a la final, la afición francesa no estaba convencida de los métodos de Domenech, se seguía dependiendo de la generación del 98 y eran pocos los elementos que realmente refrescaban a la selección gala, a pesar de eso fue ractificado el técnico pero la relación se empezó a hacer tensa en la Eurocopa 2008 al ser eliminado en Primera Fase, la justificación fue que se habían atravesado con el grupo de la muerte, pero eso no quita el polémico empate con Rumania, de cualquier manera se mantendría al técnico con miras al Mundial de 2010 y porque el tiempo no daba para un nuevo proceso sobretodo por la forma controvertida en que clasificó con la famosa mano de Henry ante Irlanda en el repechaje, para acabar esta tragedia francesa, quedaron eliminados nuevamente en Fase de Grupos expuestos ante México, Sudáfrica y Uruguay; era obvio que el vestidor estaba roto por las pésimas decisiones de Domenech además de ser un conjunto envejecido y donde sus juveniles no destacaban en el plano internacional, además de que algunos se quedaron en promesas. Era obvio que Francia necesitaba una nueva base y formación de trabajo, primero despedir a Raymond Domenech y traer a Laurent Blanc, técnico parte de aquel equipo del 98 y con mucho éxito en su primer experiencia como técnico en el Girondins de Bordeaux; sin embargo el gusto solo le duró dos años pues tras haber caído en los cuartos de final de la Euro 2012 decide renunciar y dejarle su puesto a Didier Deschamps, mientras Blanc se iba a dirigir con contrato millonario al Paris Saint-Germain.


Hablando del equipo parisino parte del crecimiento del fútbol francés en los últimos años es debido a la fuerte inversión que se le ha dado a algunos equipos, aún que muchos de estos son formadores de juveniles necesitaban un aliento más, uno económico, todo empezó cuando el Qatar Investment Authority compró el 70% del equipo en 2011 algunos de los equipos de la Ligue 1 sabían que el PSG arrasaría con los títulos por lo que habría que competirles en inversión y formación de jugadores, ejemplos claros, el AS Mónaco también ese mismo año fue adquirido por el ruso Dmitri Rybolóvlev, a pesar de que hubo algunos fichajes destacados como Radamel Falcao o James Rodríguez la premisa del club no es comprar caro, sino todo lo contrario, comprar jugadores baratos o poco cotizados en el mercado, formar jugadores nacionales o extranjeros y venderlos una o dos temporadas después a un precio elevado para subsistir la temporada siguiente y evitar otra quiebra como la de finales del 2000, regresar a los tiempos de Arsène Wenger pero más renovados; otro equipo de tradición que fue adquirido por inversionistas fue el Olympique de Marsella adquirido por el estadounidense Frank McCourt CEO de McCourt Global y el Maratón de Los Ángeles además de haber sido dueño de los Dodgers, la intención del grupo es regresar a los planos internacionales además de priorizar al jugador nacional y también está la inversión china en el OGC Nice por parte de Chien Lee fundador de NewCity Capital y dueño del 80% del equipo de la Costa Azul.



Francia como se mencionó es uno de los formadores y valuadores de jugadores por excelencia, sean nacionales o extranjeros, de aquí se desprende otro modelo de éxito aunado a un movimiento cultural bien aprovechado; como pudimos apreciar muchos de los jugadores campeones en Rusia son de origen africano o de otros territorios como las Antillas, Deschamps llama a esta diversidad como una riqueza contrario a lo que algunos compatriotas piensan que la inmigración ha afectado la economía, la seguridad y los derechos laborales de los franceses blancos; recordar que en los últimos años el territorio galo ha sido blanco de ataques terroristas y la persecución de musulmanes y/o inmigrantes africanos que vienen desde el Mar Mediterráneo, el impacto de una Copa del Mundo ganada no solo le daría una mejor imagen al fútbol francés sino al multiculturalismo tanto de quienes están a favor como de sus detractores; hay que tomar en cuenta que los jugadores son hijos de inmigrantes pero que a muy temprana edad emigraron a Francia o que nacieron en territorio francés de ultramar, por lo que no hay riesgos en cuanto a la nacionalidad del jugador


De igual manera tener jugadores de otras raíces no son novedad para Les Bleus, varias leyendas dela selección tuvieron también sus origenes en otros territorios ajenos al europeo, Just Fontaine nació en Marruecos pero representó a Francia cuando este era su Protectorado y Jean Tigana nació en Malí cuando esta era Colonia Francesa, en 1998 jugadores como Zinedine Zidane (Argelia), Patrick Vieira (Cabo Verde), Youri Djorkaeff (Armenia), Marcel Desailly (Ghana), Thierry Henry (Martinica), Lilian Thuram (Guadalupe) e incluso el caso de David Trezeguet (Argentina), ciertamente este caso en 20 años se ha expandido; Deschamps es inteligente al aprovechar las virtudes físicas y técnicas además de crear armonía en un equipo con distintas creencias y culturas lo que se traduce en un subcampeonato europeo en 2016 y el campeonato mundial de manera invicta.


Francia vuelve a dar el ejemplo de que para tener cosas grandes no depende únicamente del técnico que nombres, sino de las fortalezas deportivas y económicas de tu liga que a la vez se conviertan en academias para todo tipo de jugadores sin importar su nacionalidad, raza, religión o de quienes sean sus padres o si estarán con el selectivo nacional o para otro país; además de evitar glorificar a jugadores que por alguna lesión o bajo rendimiento de juego, pues este es uno de los más grandes errores cometidos por muchas selecciones debido a su supuesto éxito comercial; Francia necesitaba héroes en los festejos del Día de la Bastilla y no figuritas de papel.

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