El plagio que merecemos.
El reportaje de Carmen Aristegui que se dio a conocer este domingo en la noche dio mucho de que hablar, las redes sociales y las pláticas políticas y sociales se han envuelto sobre la famosa tesis de licenciatura del Presidente Enrique Peña Nieto, la cual asegura el equipo de investigación está plagiada en varios párrados, pero no es tanto el hecho de cuantos sean sino de las consecuencias de esto 25 años después de haberse hecho dicho trabajo.
Las opiniones han sido diversas, Aristegui logró una vez más romper el internet con sus reportajes que gustan o no llaman la atención, mientras en países como Alemania y Hungría sus mandatarios renuncian por encontrarles plagios en sus tesis ya no solo de licenciatura sino de posgrado aquí en México la situación no solo es preocupante con Peña Nieto sino con todos los alumnos.
Muchos dicen "es el gobierno que merecemos" y hasta cierto punto pueden tener razón, pues quiere decir que hay algo bastante turbio en el sistema educativo universitario, sobretodo si tomamos en cuenta que la Universidad Panamericana está en el puesto 25 del sitio University Web Ranking en su Top de Universidades de México; a pesar de la justificación en la que detalla Alejandro Marín, Presidente de la Sociedad de Alumnos de la Facultad de Derecho de dicha institución, ya quedaron sembradas las dudas, entonces ¿Qué esperar no solo de las instituciones universitarias sino de todo el sistema educativo mexicano? Recordemos que la situación en este aspecto vive quizás su peor crisis en varios años, una reforma educativa que ha fracasado, secretarios y funcionarios de las dependencias educativas en busca de sus intereses personales, cobertura e infraestructura limitada por el presupuesto tan raquítico que se le da a este sector, ya ni se diga de la corrupción inmersa dentro de todos estos asuntos, resultaba prácticamente obvio que el Presidente tuviera algo turbio en su educación ya fuera con o sin pruebas.
Sin embargo llegamos a la línea delgada que supera el "merecemos" por lo que nos dan los partidos políticos, para muestra un comparativo, si en Estados Unidos el Presidente Barack Obama se le hubiera descubierto el plagio, no durante su mandato sino al inicio de su carrera política, la cuál el partido debe saber a qué se está arriesgando con él, de haberse descubierto eso en su tesis no habría sido Senador de Illinois (su primer cargo político en 1997), en el caso de Peña Nieto habría perdido su afiliación al Partido Revolucionario Institucional (la cuál obtuvo en 1984), pero hablamos de México, donde vale más la manipulación que la razón.
Pero el pueblo por supuesto que también es el culpable, es el Presidente que escogió por X o por Y razón, bien o mal la vía democrática lo dijo, los actos de este son consecuencia de analizar solo el momento y no sus antecedentes, recordemos que para Peña Nieto este no es su primer y quizás su último escándalo; incluso desde antes de ser Gobernador del Estado de México ya había generado algunos escándalos, incluso un apadrinamiento por parte del Ex Presidente Carlos Salinas de Gortari ¿Acaso no son motivos suficientes para no haberlo escogido como mandatario de nuestro país? Lo son, pero el pueblo prefirió dejarse llevarse por una cuestión de imagen que información.
Estamos hablando también de un estado en completo sentido de la impunidad y la corrupción en todas sus áreas, y es totalmente obvio que Peña Nieto no renunciará por un detalle que mucha gente, incluso dentro de su propia comuna les resulta "insignificante", ni Atenco, ni Ayotzinapa, ni la FIL de Guadalajara, ni la Casa Blanca, ni Nochixtlán, ni Paulette, ni las residencias en Miami, ni Tlatlaya, ni las declaraciones del hacker colombiano Andrés Sepúlveda han podido hacer que pase por la mente del Presidente una posible renuncia, dimisión o incluso un golpe de estado en todos sus cargos políticos, porque la única razón que lo obligaría a dejar su cargo sería a través de sus intereses partidarios y empresariales; no obstante la paciencia se agota también en ellos, los recambios estructurales en Televisa debido a sus caídas en el rating, las derrotas casi humillantes del PRI en las elecciones intermedias, el fracaso de las reformas energéticas y educativas, la baja en las encuestas presidenciales rumbo a 2018 y los permisos otorgados a empresas y negocios para destruir flora y fauna en supuestamente protegidas arriesgando el turismo y el PIB que este representa son varios argumentos como para no dejar en paz a un presidente que aún le quedan dos años de mandato.
Mientras el Presidente no sea capaz de manejar los escándalos llamelo en su contra o bien fundamentados, estos van a continuar en diferentes versiones donde veremos quizás nuevas e incluso desagradables facetas de Peña Nieto, pero ¿Qué hay del lado de Aristegui? Se le critican varios puntos a la periodista, como el hecho de que no solo ella sino todos los medios se hayan tardado 25 años en averiguar el plagio, además de la forma en la que se dio el reportaje, dando razones al morbo, Carmen Aristegui en afán de "no quedarnos callados" usó el sensacionalismo para lograr un reportaje que lejos de cumplir las expectativas de quizás la mayoría de los espectadores fue un acontecimiento crudamente de burla, conformismo, indiferencia y decepcionante cuando pudo quedarse con su público fiel y usando una mejor forma que la de "tratar de opacar" la clausura de los Juegos Olímpicos como lo hizo en trabajos anteriores; además de que se ha criticado fuertemente sus ideologías izquierdistas los cuales hacen que la gente dude de su imparcialidad.
No obstante el reportaje cumple con lo que había prometido en su adelanto, México no se quedó callado y todavía nos falta ver que otras sorpresas nos tienen preparados ambos personajes.
Muchos dicen "es el gobierno que merecemos" y hasta cierto punto pueden tener razón, pues quiere decir que hay algo bastante turbio en el sistema educativo universitario, sobretodo si tomamos en cuenta que la Universidad Panamericana está en el puesto 25 del sitio University Web Ranking en su Top de Universidades de México; a pesar de la justificación en la que detalla Alejandro Marín, Presidente de la Sociedad de Alumnos de la Facultad de Derecho de dicha institución, ya quedaron sembradas las dudas, entonces ¿Qué esperar no solo de las instituciones universitarias sino de todo el sistema educativo mexicano? Recordemos que la situación en este aspecto vive quizás su peor crisis en varios años, una reforma educativa que ha fracasado, secretarios y funcionarios de las dependencias educativas en busca de sus intereses personales, cobertura e infraestructura limitada por el presupuesto tan raquítico que se le da a este sector, ya ni se diga de la corrupción inmersa dentro de todos estos asuntos, resultaba prácticamente obvio que el Presidente tuviera algo turbio en su educación ya fuera con o sin pruebas.
Sin embargo llegamos a la línea delgada que supera el "merecemos" por lo que nos dan los partidos políticos, para muestra un comparativo, si en Estados Unidos el Presidente Barack Obama se le hubiera descubierto el plagio, no durante su mandato sino al inicio de su carrera política, la cuál el partido debe saber a qué se está arriesgando con él, de haberse descubierto eso en su tesis no habría sido Senador de Illinois (su primer cargo político en 1997), en el caso de Peña Nieto habría perdido su afiliación al Partido Revolucionario Institucional (la cuál obtuvo en 1984), pero hablamos de México, donde vale más la manipulación que la razón.
Pero el pueblo por supuesto que también es el culpable, es el Presidente que escogió por X o por Y razón, bien o mal la vía democrática lo dijo, los actos de este son consecuencia de analizar solo el momento y no sus antecedentes, recordemos que para Peña Nieto este no es su primer y quizás su último escándalo; incluso desde antes de ser Gobernador del Estado de México ya había generado algunos escándalos, incluso un apadrinamiento por parte del Ex Presidente Carlos Salinas de Gortari ¿Acaso no son motivos suficientes para no haberlo escogido como mandatario de nuestro país? Lo son, pero el pueblo prefirió dejarse llevarse por una cuestión de imagen que información.
Estamos hablando también de un estado en completo sentido de la impunidad y la corrupción en todas sus áreas, y es totalmente obvio que Peña Nieto no renunciará por un detalle que mucha gente, incluso dentro de su propia comuna les resulta "insignificante", ni Atenco, ni Ayotzinapa, ni la FIL de Guadalajara, ni la Casa Blanca, ni Nochixtlán, ni Paulette, ni las residencias en Miami, ni Tlatlaya, ni las declaraciones del hacker colombiano Andrés Sepúlveda han podido hacer que pase por la mente del Presidente una posible renuncia, dimisión o incluso un golpe de estado en todos sus cargos políticos, porque la única razón que lo obligaría a dejar su cargo sería a través de sus intereses partidarios y empresariales; no obstante la paciencia se agota también en ellos, los recambios estructurales en Televisa debido a sus caídas en el rating, las derrotas casi humillantes del PRI en las elecciones intermedias, el fracaso de las reformas energéticas y educativas, la baja en las encuestas presidenciales rumbo a 2018 y los permisos otorgados a empresas y negocios para destruir flora y fauna en supuestamente protegidas arriesgando el turismo y el PIB que este representa son varios argumentos como para no dejar en paz a un presidente que aún le quedan dos años de mandato.
Mientras el Presidente no sea capaz de manejar los escándalos llamelo en su contra o bien fundamentados, estos van a continuar en diferentes versiones donde veremos quizás nuevas e incluso desagradables facetas de Peña Nieto, pero ¿Qué hay del lado de Aristegui? Se le critican varios puntos a la periodista, como el hecho de que no solo ella sino todos los medios se hayan tardado 25 años en averiguar el plagio, además de la forma en la que se dio el reportaje, dando razones al morbo, Carmen Aristegui en afán de "no quedarnos callados" usó el sensacionalismo para lograr un reportaje que lejos de cumplir las expectativas de quizás la mayoría de los espectadores fue un acontecimiento crudamente de burla, conformismo, indiferencia y decepcionante cuando pudo quedarse con su público fiel y usando una mejor forma que la de "tratar de opacar" la clausura de los Juegos Olímpicos como lo hizo en trabajos anteriores; además de que se ha criticado fuertemente sus ideologías izquierdistas los cuales hacen que la gente dude de su imparcialidad.
No obstante el reportaje cumple con lo que había prometido en su adelanto, México no se quedó callado y todavía nos falta ver que otras sorpresas nos tienen preparados ambos personajes.
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