La postura de la comunidad homosexual ante la religión.
La Reforma que reconocerá los matrimonios homosexuales en México promovida por el Presidente Enrique Peña Nieto en tres meses ha generado tanto ruido como sus fallidas Reformas Energéticas y Educativas, sin embargo esta genera otro tipo de expectativa, una más positiva, al menos en la comunidad LGBT (Más las siglas que se acumulen en la semana) y entre las personas que les rodean, no obstante no todos están contentos con esta postura, pues sus intereses morales, económicos y sociales se ven notablemente afectados, hablo de los grupos conservadores y por supuesto de las distintas iglesias.
Resulta más que obvio que a las distintas religiones en México en su gran mayoría derivadas del cristianismo les resulta un enorme repudio el hecho de saber que existen personas del mismo sexo contrayendo matrimonio, todos sabemos lo atrasado que se encuentra el sistema religioso en este sentido aunado a sus seguidores, fieles o feligreces, entendemos que difícilmente su pensamiento moral cambiará a menos que lo experimenten en algunos de sus seres queridos y por supuesto que existe una especie de cacería de brujas alrededor de toda la comunidad homosexual cuando la verdadera pregunta debería de ser ¿Qué debe hacer la comunidad ante las acusaciones de la comunidad ecleseástica?
Uno puede pensar que las mejores reacciones son continuar con las festividades del orgullo y continuar con las legislaciones para que la Reforma de Registro Civil se lleve a cabo como debe de ser; sin embargo esto se mantiene bajo los intereses de la comunidad, que al igual que la iglesia mantiene las suyas; lo cual lo hace caer en un discurso repetitivo cuando se busca la manera de dar cachetada con guante blanco al odio, la ignorancia y la homofobia.
Alejarse de la religión o de la famosa espiritualidad tampoco es la respuesta, ni el neo-ateismo viene siendo la respuesta, sobretodo si contamos en cuenta que los ateos hablan más de Dios que los mismos religiosos, cayendo en un círculo vicioso de un debate que no recae en respuestas fundamentales para la convivencia. Existe la famosa frase de que el ser humano tiene que ser alimentado de tres maneras, física, emocional y espiritualmente, sin embargo esto corre a cuenta de cada quién, así como algunos de los radicales conservadores han decidido basar su espiritualidad en el Dios vengativo otros tienen que decidir su tipo de Dios, refiriéndonos al cristianismo en México.
El Papa Francisco I en este caso tiene la respuesta; la revolución ideológica que ha tenido el Santo Padre hacia diversos temas base de esta generación ya están empezando a dar revuelo, uno de ellos su famosa frase "Si una persona es gay y busca al Señor y está dispuesto a ello, ¿quién soy yo para juzgarla?" además de exhortar al perdón de la iglesia hacia la comunidad, es decir, que por parte de él y por qué no decirlo, de algunos miembros que no tienen los mismos reflectores que el Papa existe apertura para buscar la paz espiritual, poca pero existe. Aunque la iglesia ha sido la culpable de muchos de los atrasos sociales y científicos, esta también tiene cómplices pues para que exista un conflicto de esta naturaleza tiene que haber gente que se deja manipular por las ideas del "padrecito" entre ellas el discurso doblemoralista alejados del amor y el perdón que supuestamente profetizan en la Biblia, y es entonces cuando encontramos no solo a la autoridad sino a los seguidores, quienes confiados del famoso brain-wash que les hacen en los diversos cultos dejan de lado su libertad de pensamiento por seguir la voluntad de una promesa desconocida, en lugar de seguir el acontecimiento actual y social.
Por parte de la comunidad homosexual sucede lo mismo, existen personas que sí son religiosas, creyentes o practicantes lo existen, pero siempre ante el temor de esta cacería de brujas ¿Cómo buscarlo si hay rechazo por parte de la mayoría de los otros? La comunidad homosexual se ha enfrentado a diversos retos, muchos de ellos superándose o por superar, el gobierno, la sociedad, la familia, el sector privado y hasta al arte, pero la religión es quizás el obstáculo más grande, pues nos referimos a la institución más antigua que ha regido la sociedad, por encima incluso de los gobiernos de varios países.
El acercamiento a la iglesia empieza por contrarrestar la cultura de la ignorancia, empezar por una cultura de la espiritualidad entre la misma comunidad y por qué no decirlo basado en los valores familiares, dejar los intereses para enfocarlos en una cuestión mas inclusiva, no hablo de cultos modernos, ni de una nueva religión, sino de que se es posible ser homosexual y a la vez una persona espiritual, al menos en el sentido religioso; pues la espiritualidad no hay que basarla en el Dios que nos ha dictado la familia sino en ese creencia de lo sobrenatural que rige nuestras vidas y acciones.
Vivimos en tiempos en los cuales las reflexiones, los discursos y los cultos repetitivos nos están haciendo perder el tiempo, las acciones basadas en un sentido común están hablando más, sobretodo en los tiempos tan difíciles que vive el país, y por qué no decirlo el mundo, encontramos entonces actividades no solo basadas en el rezo o acudir a la iglesia, sino mas bien en la meditación, la continuidad de las tradiciones adaptadas a los tiempos y sociedades modernas, actividades o fundaciones sin fines de lucro, ayuda a grupos vulnerables y demás actividades que hacen falta en este país que se ha consumido en el odio y la doble moral por los intereses de sus autoridades poco competitivas y con falta de sentido común y humano.
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