¿Ya se nos olvidó el 7-0?
La Selección Mexicana Mayor retoma sus actividades en juegos oficiales en esta nueva fecha FIFA para terminar lo que es la finalización de la cuarta ronda de la eliminatoria por parte de CONCACAF rumbo al Mundial de Rusia 2018, México ya está clasificado por el famoso hexagonal final y los partidos que enfrentará serán prácticamente mero trámite pero también la búsqueda de la reorganización después del tambaleante 7-0 sufrido en la Copa América Centenario.
El famoso marcador contra Chile en dicha competencia no solo puso al Tri en su lugar, "ventaneó" todos los defectos del fútbol mexicano en 90 minutos, jugadores en Europa sobrevaluados, sin compromiso, sin amor a la playera, con unas disculpas prácticamente hipócritas y forzadas; otros seleccionados en el medio nacional que sin estar sobrevaluados pero sí en una zona de comfort como lo es jugar en México con un salario que no cobrarían en el Viejo Continente, también por qué no decirlos afectados por el ingreso de tantos extranjeros y la nueva regla del 10/8, también no hay que olvidar a Juan Carlos Osorio el técnico actual de la Selección y del cuál vimos como su esquema rotativo y nunca fijo afectó en enorme medida el desempeño en el partido más determinante en su corto período al frente del equipo.
Por supuesto que los directivos tanto de la FEMEXFUT como de la Liga MX no se escaparon de las críticas, su manía por anteponer lo económico sobre lo deportivo por supuesto que se vio reflejado, Chile está apostando por un proyecto de explotar el potencial del jugador nacional, respetando un estilo que se viene manejando desde Marcelo Bielsa, en cambio en México solo se cambia de técnico cada vez que los resultados no funcionan o cuando surge algún escándalo; los técnicos que han llegado después de la era Lavolpe solo se han dedicado a imponer su estilo y no el que el conviene al seleccionado nacional; eso aunado a los promotores, compadrazgos, intereses económicos y lo que digan los máximos dueños del fútbol mexicano.
Mientras los clubes y selecciones menores no apuesten por un verdadero proyecto que forme jóvenes y jugadores nacionales con una mentalidad y estilo de juego difícilmente se pondrán a la elite de los jugadores chilenos que todos sabemos están varios pasos arriba del Tri, la mejor prueba es donde están jugando, Claudio Bravo en el Barcelona (Ahora en el Manchester City), Eugenio Mena en e Sao Paulo, Alexis Sánchez en el Arsenal, Arturo Vidal en el Bayern Munich y Gary Medel en el Inter; ya ni se diga de los demás que juegan en demás equipos de Europa y Sudamérica; el jugador mexicano en cambio no se diversifica, se alza, se siente ya listo para competir en Europa y son pocos los que se mantienen con buenos resultados o sin estar calentando banca, pocos los que se ubican en su realidad, incrementan su potencial, crean un liderazgo firme y donde su talento no es temporal sino constante.
El jugador mexicano de esta época se ha inflado demasiado, basta con actuaciones destacadas ya sea en Liga MX o en Europa para que llegue el humo y los espejitos para que este "crack" decaiga y empiece lo que en verdad le gusta a un sector de la prensa y por qué no decirlo al aficionado destrozar con sus envidias en lugar de una opinión o apoyo constante; aquí es donde encontramos a los villamelones, los aficionados promedio, los reporteros nefastos, los vendidos, son demasiados los defectos que tiene el fútbol mexicano ¿Qué es lo que lo salva entonces? La bendita y a la vez maldita área de CONCACAF.
Esa parte que por aspectos de la geografía futbolística puso a nuestro país a la cual por muchos años permaneció bajo un nivel por demás infame, donde México goleaba, dominada el área, no había pretextos para aplastar rivales del Caribe, Norte y Centroamérica, hoy en día la CONCACAF también nos está poniendo en nuestro lugar, Copas Oro llenas de rivales que meten más la pierna, países que también están exportando jugadores a Europa algunos incluso cerca del nivel de los que manda México allá, un Estados Unidos con un proyecto ambicioso pero aún en vías de desarrollo, un Costa Rica respetado y un Panamá que nos puso a rezar a todos en la eliminatoria pasada; si bien, los clubes mexicanos siguen siendo el mandamás de la famosa CONCAChampions, sigue sin competir más allá del área, la Copa Libertadores se le sigue dificultando a pesar de su ya influencia en el área, abundan los ridículos y decepciones en el Mundial de Clubes y ya no compite en Copa Sudamericana. Pero la situación de los clubes no solo es traspasada a un esquema táctico fallido sino a los que llegan a Europa, cabe recordar que solo tenemos a un solo mexicano que ha ganado la UEFA Champions League y su nombre es Rafael Márquez y solo dos la Copa UEFA (Hoy Europa League) Hugo Sánchez y Nery Castillo (Aunque en su etapa decadente) ¿Qué quiere decir esto? Que para competirle a las potencias de América (Brasil, Argentina, Chile y al mismo Uruguay y Estados Unidos) hay que competirles en todos los niveles; clubes, juveniles, olímpicos y por supuesto en selección mayor.
Y esa competición va más allá de un sistema táctico, es por actitud, está claro que los técnicos más exitosos en México sean nacionales o extranjeros han tenido eso y lo han impregnado en sus jugadores ya sean considerados "calientes" o "fríos", Don Ignacio Trelles, Bora Milutinovic, Ricardo Ferretti, Manuel Lapuente, Víctor Manuel Vucetich, Enrique Meza y hasta Gustavo Matosas tienen lo que Juan Carlos Osorio no tiene, una táctica que represente su estilo, un cuadro fijo y que no improvisa los partidos; las libretitas, las plumas y su falta de respuesta lo sepultaron aquella tarde en Santa Bárbara; Osorio tienen los estudios, los logros, el reconocimiento y la disposición, pero los torneos de selecciones y el tiempo de trabajo son demasiado cortos, aunado a su forma de trabajo lo traicionó, todos estos ingredientes fueron precisos para que Chile diera el empujón a esta fila de fichas de dominó llamado Selección Mexicana de Fútbol.
¿El 7-0 ya pasó como dijeron algunos seleccionados que descaradamente pidieron unas disculpas bastante desabridas? No, porque aquí los resultados hablarán por si solos, hacer una eliminatoria digna, un papel sorpresivo en la Copa Confederaciones del año que entra, respetar la Copa Oro y que todos los convocados o con posibilidades de ser convocados compitan a todos los niveles en sus clubes, los de la Liga MX los torneos que les corresponden, desde la Copa MX hasta el Mundial de Clubes, pasando por la CONCAChampions y la Copa Libertadores; en el caso de los europeos hay varios ejemplos porque no todas las ligas son iguales, conquistar Portugal y Holanda y competir en Alemania, Italia y España, no hay más.
No olvidemos que México es un equipo emergente, no es una potencia, lo ha sido desde los últimos años y la única forma de salir de eso es con un proyecto renovado al que alguna vez se quiso hacer en los noventa y que incluso perdura, basta con ver los rankings de FIFA, los últimos mundiales y que hacen las verdaderas potencias, lo que hacen otros equipos del área de CONCACAF para ahora poner nervioso al conjunto mexicano en eliminatorias y Copas Oro y también como varios países le dan seguimiento a sus jóvenes y en que se falla en este país.
Comparado a los penales de Estados Unidos '94, El "Dos a Cerou" de Estados Unidos en Corea Japón, al 4-0 de Brasil en la Copa América de Perú 20004, el gol de Maxi Rodríguez en Alemania 2006, al fuera de lugar de Carlos Tevez en Sudáfrica 2010, las infames Primeras Fases de las Copas America de Argentina 2011 y Chile 2015, las constantes caídas en Columbus ante USA, el #NoEraPenal de Brasil 2014, incluso al Aztecazo de Costa Rica de 2001, el 7-0 no se olvida, no crea ilusión, no nos hace soñar u olvidar nuestros problemas; crea exigencia, burla y duda, eso es el Tri en estos momentos.
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