Landon Donovan ¿Rompiendo muros?
Justo cuando pensábamos que el mercado invernal de la Liga MX iba a ser raquítico en cuanto a contrataciones y que solo el América iba a sorprender por Jérémy Ménez, pero León tenía guardada su propia bomba, una proveniente desde California, se trata de Landon Timothy Donovan, considerado el mejor jugador de la historia de los Estados Unidos ha salido de su retiro para enrolarse con 'Los Esmeraldas' a sus 35 años, pero la gente se pregunta sobre qué aportará al equipo, si se trata de una bomba deportiva o de marketing y sobretodo por qué contratar a un jugador que por muchos años no solo creció la rivalidad futbolística entre 'El Tri' y 'The Yanks' sino que le agregó un condimento con sus declaraciones y acciones que muchos consideraron "racistas".
No sería la primera vez que un equipo mexicano busca los servicios de Donovan, el mismo América lo había intentado hace una una década, iba a ser el elemento perfecto, tanto medios como afición propia y ajena estaban de acuerdo que el equipo y el jugador más odiado en México encajaban perfecto, pero nunca se concretó dicho fichaje; la comodidad e idolatría dentro de la MLS seguían siendo prioridad para Landon hasta su retiro en 2016 donde ya no se sentía cómodo dentro del LA Galaxy entre lesiones y la larga pausa que tiene la liga; León lo convence porque ambas partes necesitan protagonismo, si nos vamos por lo deportivo el club tiene que volver a los primeros lugares y dejar la irregularidad que ha sido una constante desde aquel histórico bicampeonato y Donovan necesita además de un nuevo reto un sitio donde pueda tener un retiro más digno que en Estados Unidos.
El protagonismo mediático ya lo tienen ambos clubes, León por arriesgarse a una contratación de un veterano de las canchas y que no ha tenido actividad en todo un año y Donovan por lo que representa en México, hay quienes reconocen su calidad técnica, su capacidad de hacer goles y su velocidad, cualidades nunca antes vistas en un jugador norteamericano, pero otro prefieren el otro lado de la moneda y es el de las declaraciones, desde aquel famoso 2-0 en Corea-Japón 2002 cada encuentro era voltear a ver al 10 norteamericano desde el "Quiero verlos de rodillas" hasta el "Quiero que griten 'ehhh muro'" pasando por orinarse en el Estadio Jalisco, Donovan se ha ganado algo más que un odio deportivo, un desprecio que trasciende ya a lo político.
Como es bien sabido durante muchos años, prácticamente todo el siglo XX México fue ampliamente superior a Estados Unidos, muchos aficionados locales a lo largo del tiempo sintieron que por primera vez eran buenos en algo sobre los 'gringos' y que de repente se les revelara fue un golpe para los mexicanos, poco a poco los 'Stars and Stripes' ganaron partidos clave (incluyendo ese fatídico 2-0), el proyecto estadounidense empezó a llevarse también títulos como la Copa Oro y jugadores de renombre a la MLS, el duelo en el siglo XXI pasó a ser quién era el verdadero gigante de CONCACAF, pero Donovan puso la cereza el pastel dentro y fuera de la cancha, y con justa razón, 'El Tri' puede pisotear a todos los rivales y burlarse de ellos pero que no le digan nada porque es "ofensivo" y viniendo de un estadounidense algunos lo intepretan al grado de "racista".
Con esto de Donovan me doy cuenta que el aficionado en México suele ser muy mamón. Leo comentarios cagandóse en León por traer a Donovan diciendo que es un racista que se caga en México solo porque jugaba en USA.— #NoMásCristante (@Vahooos) January 16, 2018
Lo más cagado es que el argumento que más tiran es que Donovan es racista, y odia a los mexicanos, porque que nos quería ganar en los partidos de fútbol. Otros van más allá y dicen que es racista porque se orinó en el Estadio Jalisco. No mamen.— #NoMásCristante (@Vahooos) January 16, 2018
Y esto pasa porque confunden la política con el fútbol. Qué el tipo quería ganarle a México o quería chingarlo en fútbol, no lo hace racistas. Las provaciones menos. Hasta el mismo Cuauhtémoc Blanco gustaba de hacer ese tipo de burlas a los rivales, y nadie lo tacha de racista.— #NoMásCristante (@Vahooos) January 16, 2018
Es cierto que Landon Donovan en algunas ocasiones por la misma pasión que provoca este deporte y la rivalidad se ha pasado de la raya pero eso no quita que le haya puesto un toque de polémica al llamado Clásico de la CONCACAF; el problema es que el fútbol muchas veces sobrepasa lo que debe ser en sí y pasa a ser un tema político, más porque se trata de Estados Unidos, basta con ver el ambiente que se generó en Columbus aquel noviembre del 2016 (Donovan ya se había retirado) en las eliminatorias rumbo al Mundial, los estadounidenses vendieron muy pocos boletos al público mexicano y ese se sintió atacado sobretodo por el tema de las elecciones donde ganó Donald Trump cuando únicamente la US Soccer quiso sacar ventaja de la pesada localía de la ciudad de Ohio, nunca se trató de un asunto externo al fútbol, quedó incluso demostrado en la foto que se tomaron ambos equipos antes de empezar aquel duelo que terminaría ganando México 2-1.
Pero ¿Quién enriquece aún más este pensamiento donde la afición mexicana se siente victimizada? Por supuesto la prensa deportiva mexicana, cuando Donovan ha dicho algo sobre México los primeros en explotar son los analistas quienes en busca del rating incrementan el morbo de unas cuantas palabras que no deberían incluso tomarse tan en serio o dejar este asunto como algo meramente deportivo, aunque no es la primera vez que los medios de este tipo hacen un escándalo de algo que incluso debería ser menor, recordemos el caso Fantino diciendo que la Liga MX era horrenda o Flavio Azzaro que dijo que el fútbol mexicano era infumable, pero el morbo y la indignación generan más rating que lo deportivo y Donovan ha dado mucho al respecto.
Lo cierto es que aficionados tanto del León como de otros equipos estarán al pendiente de lo que haga o no haga Landon Donovan en el posible corto tiempo que estará en México, algunos irán a verlo para ver si todavía conserva sus cualidades técnicas y cómo será su mancuerna con Mauro Boselli y otros irán a decirle unas cantas finas palabras.
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