¿Qué sabemos de Renuncias y Revoluciones?


Tres momentos y fechas cruciales han sucedido en los últimos días, primero tenemos el segundo aniversario de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, seguido por el polémico concierto de Roger Waters en la Ciudad de México que tuvo algunos tintes políticos tanto nacionales como internacionales y por último la conmemoración de la Matanza de Tlatelolco de 1968; estos tres eventos tuvieron un común denominador, van contra de las decisiones del Estado Presidencial y lo que conlleva la misma, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto hemos visto como un país ha estado enfurecido al grado de hacer marchas por diversos conflictos que ya hemos comentado en este blog y en otros medios de comunicación; la constante ha sido solicitar la renuncia del Presidente ya sea en base a sus propias palabras o en el de un método revolucionario de tipo pacifista.

Diversas incógnitas se levantan en torno a las diversas marchas e ideologías que se forman en base al descontento de la población, para muchos la opción viable sería la renuncia del Presidente pero ¿Sabemos acaso qué sucedería con su renuncia? En alguna ocasión ya había abordado este tema en base a lo que dice la Constitución, sin embargo no todos conocen el contenido de la Carta Magna, se piensa que la renuncia del Presidente es parecida a la de un trabajo normal en la que se presentan los motivos por escrito o de manera personal con los jefes, se liquida al empleado y este sale y lo sustituyen por otro lo más pronto posible, resulta que es más complicado con los Poderes de la Unión, además de que mucha gente desconoce que Miguel Ángel Osorio Chong (Secretario de Gobernación) tomaría la presidencia en caso de que las Cámaras de Diputados y Senadores concretaran deslindar a Peña Nieto de su cargo en lo que se hacen elecciones extraordinarias.

Salir a marchar y exigirle al gobierno que es lo mejor para todos es un derecho, pero sucede que no hay un rumbo de objetivos en base a lo que suceda en una posible renuncia, es decir, saldría Peña Nieto pero ¿Qué sucederá después? ¿Quienes manejan estos movimientos? ¿Hay en realidad un líder que lleve se vista de héroe y sepa qué rumbo darle al país? Sabemos que es un descontento ciudadano y que la gran mayoría deben estar unidos contra la clase política, pero ningún Estado puede ser gobernado por muchas personas al mismo tiempo, siempre tiene que haber un líder, llamese democracia, dictadura, monarquía, junta de gobierno, etc.; y desgraciadamente en ningún movimiento se ha visto alguna persona cuyo liderazgo, carisma e identificación de la problemática nacional lleve rumbo fijo.

Uno puede pensar en las figuras de Andrés Manuel López Obrador o de los diversos candidatos independientes, pero resulta que hay otros que no están nada satisfechos con la clase política o el sistema partidista que permite que muchos ya sean candidatos sin representación de un color o ideología supuestamente pero generando dudas con sus antecedentes (salvo el caso de Pedro Kumamoto). Algunos de ellos piensan en algo más radical como una revolución o un golpe de estado, yo me pregunto, de todos los tipos de manifestación que se han dado a lo largo y ancho del país en diversos sectores y medios posibles ¿Conocemos en México acaso los conceptos de lo que es en verdad un conflicto que ya no sería pacifista sino armado? ¿Conocemos como luchar violentamente contra un poder? ¿Quién o quienes dirigen esto?

Si bien el país vive una de sus crisis de seguridad más grandes de la historia y una sangrienta Guerra contra el Narcotráfico no podemos compararlos a lo que sería una Guerra Civil, porque siendo honestos en eso se convertiría el famoso movimiento revolucionario esperado por las comunidades eufóricas contra el gobierno, y es aquí cuando chocan de nuevo las ideologías así como lo que sucedió hace 100 y 200 años con la Revolución y la Independencia respectivamente lo que los llevo a un conflicto que duró más de lo esperado precisamente por la falta de énfasis en las necesidades del pueblo y no por los deseos políticos, económicos y de poder de otros; y es que no nos debería de sorprender que en ambos hechos históricos, fuera de las figuras, la gran parte del pueblo (muchos de ellos analfabetas, campesinos indígenas y obreros) desconocían la causa de la lucha; algo similar sucede en la actualidad pero adaptado al siglo XXI, donde ya no se trata de la falta de educación, sino la calidad de la misma.

Hoy en día ya no hablamos de ignorancia por nivel educativo, sino por el pensamiento y el aprovechamiento de la tecnología actual, aunado a la desinformación y a la poca comprension de la lectura y el hábito de la misma; en este sentido deseamos lo imposible, queremos el primer mundo a nuestros pies, el cambio de la noche a la mañana, igualar lo que hacen otros países en materia pero sin conocer el sacrificio, el mexicano, tiene que venir un extranjero como Roger Waters a decirle al Presidente que renuncie pero si lo hace un músico nacional es tachado de "chairo", le exigimos al presidente pero somos incapaces de hacerlo incluso con los diputados locales porque ni siquiera los conocemos o nos vamos por la punta del iceberg de los problemas, sin duda, en este sentido es bastante surrealista.

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