¿Está México obsesionado con el quinto partido?


Ha sido el objetivo desde Francia 98, después de haber superado la fase de grupos en un Mundial fuera de su territorio en Estados Unidos 94, sin embargo dicha meta no se ha podido concretar en prácticamente 24 años, Rusia 2018 viene a ser otro intento de conseguir pasar la maldita fase de octavos de final donde siempre ha habido algo, los malditos penales, goles inventados, fallas arbitrales, genialidades del rival o simple exceso de confianza; la Federación Mexicana de Fútbol ha puesto como meta llegar a las semifinales como mínimo, pero la afición como se había comentado anteriormente en este blog viven tiempos de escepticismo, la razón número uno el técnico Juan Carlos Osorio y en segunda por la calidad de sus jugadores que no están en la élite europea o que se conozcan de la Liga MX como equipos anteriores que tenían un juego más prometedor que el equipo actual.

A todo esto habría que agregarle el grupo que tiene México en el Mundial, el actual campeón del mundo Alemania, la siempre complicada Suecia y la dinámica Corea del Sur; por supuesto son diferentes perfiles y esto es más que suficiente pretexto para que Osorio use sus famosas rotaciones, las cuales han estado en tela de juicio debido a sus enfrentamientos en torneos oficiales donde un partido lo juego espectacular con una alineación y al otro es un completo desastre, pasó en la Copa América 2016 donde se le da competencia a Uruguay ganándole 3-1 pero después viene el famoso 7-0, luego Copa Confederaciones 2017 compite con lo justo para superar la primera fase pero 'Die Mannschaft' le pone un baile en las semifinales y por último la Copa Oro del mismo año supera la fase de grupos apenas convenciendo y cae de manera polémica ante Jamaica en la antesala de la final, es decir, en situaciones de eliminación de fase directa ¿Qué le garantiza a México que superará posiblemente a Brasil o si bien le va a Suiza, Serbia o incluso a Costa Rica en los octavos de final de la Copa del Mundo?

El problema del 'Tri' es que en ningún Mundial ha tenido de fondo un proyecto concreto que de verdad lo haga pensar en avanzar más allá de los cuartos de final, lo que sí es que tiene una liga con respaldo económico y que a pesar de todo es competitiva, sí hay jugadores en el extranjero aunque sea en equipos de mediano nivel y por alguna razón se crece con los rivales que le han tocado en estos 24 años, pero falta algo más, concretar los proyectos juveniles que han tenido éxito pero que muchos se han quedado estancados en su camino a la titularidad en Primera División, los jugadores mexicanos en Europa tienen que buscar equipos que realmente los hagan competir por la titularidad y por consiguiente poder fichar o tener el interés de clubes de renombre, ya no basta con tener un Hugo Sánchez en el Real Madrid, un Rafael Márquez en el Barcelona o un Javier Hernández en el Manchester United, necesitas que al menos la mayoría de tu conjunto titular esté en el top 20 europeo.

Pero muchos pensarán que muchas selecciones han dado la sorpresa y que México podría ser una de ellas, Turquía, Bulgaria, Suecia, Croacia, Bélgica, Polonia, Hungría y Austria lo han logrado pero les ha faltado constancia en asistir a más Copas del Mundo cosa que el 'Tri' muy a pesar de sus carencias lo ha hecho, es la cuarta selección con más participaciones en esta competición y supera en este rubro a potencias como España, Inglaterra, Uruguay, Francia y Holanda; además de que aún sigue siendo el número uno de la CONCACAF muy a pesar de que en la década pasada Estados Unidos mostró cosas muy interesantes y que Costa Rica haya sido la revelación del Mundial pasado; por supuesto que debería de ser una selección que por lo menos haya registrado una semifinal en su historia aunque fuera de local como estuvo a punto de suceder en México 86, aunque para eso el selectivo ha carecido de proyectos, a la mayoría de esas participaciones ha llegado por lo benevolente que fue el área continental, apenas algunas selecciones han elevado su nivel para complicarle los famosos boletos a la justa mundial.

El quinto partido por supuesto que representaría cosas positivas para el fútbol mexicano, la primera es que puede estar entre los ocho mejores y eso lo catapultaría en el ranking de la FIFA, los principales equipos europeos por fin pondrían sus miradas en más de un jugador en lugar de esperar a otra competición importante a que un equipo de mediana categoría los contrate y la Liga MX podría ser más valorada en inversión de sus clubes, refuerzos y hasta fuerzas básicas; sin mencionar las ganancias millonarias y a que el producto "Selección Mexicana" se seguiría cotizando; ese podría ser el contrapunto, habría más partido moleros por su nueva valorización, los dueños de los clubes a sabiendas de que el haber priorizado lo económico sobre lo deportivo funciona seguirían bajo ese fundamento, es decir, la liga podría ciertamente subir de categoría pero no al mismo tiempo no progresaría, menos que no ha podido competir a nivel internacional y más porque abandonó a la CONMEBOL.


Se lanza también la pregunta ¿Y qué pasa si se queda en octavos otra vez? Posiblemente no pase nada trascendental, solo cosas que ya se han venido platicando, se irá Osorio y quizás llegue Almeyda, Mohamed o el 'Piojo' regrese a la Selección, es decir habrá un nuevo proceso, la liga tendrá las modificaciones que ya se han aprobado, las fuerzas juveniles quizás tengan más minutos por el 20/11 en la Copa MX, dependiendo de sus individualidades algunos jugadores cambiarán o seguirán emigrando a equipos de mediana categoría y probablemente haya uno en la elite alternando la titularidad y la banca, no siendo un referente, mientras otras selecciones que podríamos decir son de la misma categoría como potencia emergente como Portugal, Colombia, Suiza o Bélgica siguen progresando a pasos agigantados.


Para que el 'Tri' de verdad crezca tiene dos puntos extremos, quedarse fuera de una Copa del Mundo y replantear todo su sistema como lo está haciendo ahora Italia, Estados Unidos y hasta Chile; la otra es que pase de la famosa ronda de los cuartos de final y llegue a una semifinal o incluso a una final y sobrevalorarse ante la CONCACAF elevándose hacia un posible futuro fracaso como suele pasar cuando se le sube la fama a la Selección en lugar de haber aprendido realmente de sus errores y no obsesionarse con una meta que de momento no está a su alcance.

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